La iniciativa es de la biblioteca Pío Cristino Gallardo (San Juan, Argentina) y busca fomentar la lectura entre chicos de hasta 12 años, además de generar un espacio para recobrar los vínculos, luego de un 2020 que los tuvo confinados.
A partir de febrero y para "marcarle la cancha" a la pandemia, los chicos de Tamberías, en Calingasta, podrán asistir a plazas de la localidad para leer libros y realizar actividades recreativas vinculadas a sus libros favoritos.
La iniciativa es de la biblioteca local Pío Cristino Gallardo con el fin de fomentar la lectura entre chicos de hasta 12 años, además de generar un espacio para recobrar los vínculos, luego de un 2020 que los tuvo confinados. "La idea es recobrar el hábito de la lectura luego del año de la pandemia. Nuestra intención es que les sirva para mejorar su vocabulario, sus capacidades orales y escritas, reflexión y análisis", explicó Estela Campos, presidenta de la biblioteca.
Bajo el nombre El Mágico Rincón Viajero, la particularidad del proyecto es su cualidad itinerante, porque la idea es que los encuentros se realicen por las tardes hasta tres veces al mes e ir rotando entre las plazas del lugar. Para ello se realizará la convocatoria a través de las radios locales, el llamado a inscripción para participar será por barrios y habrá cupo hasta 20 niños. "La convocatoria por barrios es a modo de protocolo, para que pertenezcan a una misma zona y porque por lo general concurren grupos de hermanos, lógicamente se respetará la distancia social y será obligatorio el barbijo y alcohol", explicó. La novedad de los encuentros será el uso de audiolibros, mediante tablets que la biblioteca adquirió a través de "Que tu proyecto cobre vida", un programa de fondos concursables que Glencore Pachón, la operadora del yacimiento de cobre calingastino, lleva adelante en la zona desde hace unos años destinado a la concreción de proyectos que generen transferencia de conocimientos y herramientas a comunidades con vulnerabilidad social.
Recientemente la biblioteca fue acreedora de un premio de $250.000 por el primer puesto entre los cinco proyectos que se seleccionaron de los diez que se presentaron este año en el programa. Con este dinero adquirieron seis tablets, material de librería para las actividades recreativas que genere la lectura del día, además de varios pizarrones con atril que se pondrán a disposición de los chicos que participen, ya sea para dibujar o escribir. Ya tienen las tablets y aún les falta el resto, razón por la que se decidió largar a pleno en febrero con la ejecución del proyecto. Por otra parte también debían recibir la autorización de la Asociación de Bibliotecas Populares, a la que pertenecen, por el tema de la aprobación del protocolo.
La biblioteca Pio Cristino Gallardo funciona como tal desde 2012 cuando obtuvo su personería jurídica. Antes y durante casi 90 años se llamó Guillermo Rawson, cuando funcionó como filial del Club Sportivo Tamberías. Siempre estuvo muy ligada a la comunidad con diferentes actividades sociales y muchas convocantes para los niños. La actual situación sanitaria los llevó a estar cerrados durante 2020, por lo que a modo de cierre de año y por Navidad, convocaron a los niños de los socios en la plaza frente a la biblioteca, para realizar adornos navideños que se pudieran llevar para decorar sus arbolitos.
Fuente: Diario de Cuyo (Por: Ángeles Irusta)
VÉASE ADEMÁS:
BIBLIOTECA PÍO CRISTINO GALLARDO
¡ Excelente iniciativa! ¡ Las Bibliotecas no paran!
ResponderEliminar