Son centros vivos donde conviven aprendizaje, innovación, creatividad, recreación y disfrute.
Para la paz, el gran desafío es transformar la actual cultura de violencia en una de diálogo, entendimiento y solidaridad, que se caracterice por el respeto a la vida y a la dignidad de las personas, la armonía social fundada en los principios de libertad, justicia, democracia y solidaridad, y de rechazo a todas las formas de violencia, lo cual se estableció en la primera sesión del VI Foro Virtual Agenda 2030. Las bibliotecas como impulsoras de un futuro de paz y sustentable.
Ana Dolores Barrero Tiscar, directora de la Fundación Cultura de Paz, de España, dijo que el desarrollo de una cultura de paz es la única vía para abordar la complejidad de las necesidades e inseguridades actuales. Empero, llevar a cabo esa transformación no es tarea sencilla, porque la de violencia ha existido desde el origen de la humanidad; es aprendida, construida socialmente a lo largo de la historia.
En conferencia magistral mencionó que la Agenda 2030 de Naciones Unidas, en sus 17 objetivos de desarrollo sostenible y sus 169 metas –que tienen por objetivo erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la paz y la prosperidad para todas las personas–, reconoce el alcance transversal y multidimensional de la cultura de paz.
En la ceremonia inaugural, Verónica Elena Solares Rojas, subdirectora de Educación, Capacitación y Actualización para la Sustentabilidad de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad, en representación de Tamara Martínez Ruiz, secretaria de Desarrollo Institucional, resaltó que las bibliotecas son actores clave en la edificación de una ciudadanía ambiental, constructora de paz, informada y proactiva, al dar acceso al conocimiento científico, humanístico, confiable y de calidad.
Cada vez son más las instituciones de educación superior y los espacios de difusión del conocimiento alrededor del mundo que reconocen su papel central en la transición hacia la sustentabilidad, añadió en el encuentro realizado del 25 al 27 de septiembre.
La UNAM, en su Plan de Desarrollo Institucional, plantea la sustentabilidad como eje transversal a sus tareas sustantivas. “Las estrategias en educación no pueden llevarse a cabo sin los recursos materiales existentes que hay en los acervos de las bibliotecas; así, desde la Coordinación buscamos fortalecer la educación para la sustentabilidad en todos los niveles”.
Elsa Margarita Ramírez Leyva, directora general de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información, calificó esos recintos como centros vivos donde conviven el aprendizaje, la innovación, la creatividad, la recreación, el disfrute, y que hasta ahora han sido lugares de paz y armonía.
En esa Dirección y las 140 bibliotecas que conforman el sistema bibliotecario y de información de la UNAM, agregó, desde hace tiempo se contribuye al desarrollo sostenible a través de distintas acciones; ejemplo de ello es que todas facilitan el acceso eficiente y amplio a las colecciones físicas y digitales, y recursos de acceso abierto, con lo cual se benefician también otras comunidades.
Rocío Cázares Aguilar, jefa del Departamento de Adquisiciones de la Biblioteca Nacional de México, explicó que desde hace algunos años esa instancia tiene un programa anual de donación de materiales bibliográficos al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, y ha sido muy exitoso.
“Hemos recibido reseñas de los internos comentando cómo les ha cambiado la vida el hecho de enviarles materiales estimulantes, de su interés, de tipo jurídico o literatura, lo cual nos anima a seguir sembrando esas semillas de paz entre esos ciudadanos que también tienen derecho a la información y la recreación que las bibliotecas pueden ofrecer”.
La coordinadora del Posgrado en Bibliotecología y Estudios de la Información, Lina Escalona Ríos, comentó que desde la educación bibliotecológica “reflexionamos sobre lo que hemos hecho por la formación de profesionales, maestros y doctores, quienes deben contribuir al logro de los objetivos de paz y sustentabilidad”.
En tanto, Gerardo Zavala Sánchez, coordinador del Colegio de Bibliotecología y Archivología, de la Facultad de Filosofía y Letras, recalcó que la educación de los bibliotecarios en formación es relevante en este momento histórico, y es necesario tener una visión integral en los planes y programas de estudio de calidad, en donde el respeto y la armonía entre la sociedad y el planeta deben ser primordiales.
Máximo Román Domínguez López, presidente del Colegio Nacional de Bibliotecarios, destacó el compromiso con la sociedad de reconstruir el tejido social con la participación activa del bibliotecario, y cómo las bibliotecas pueden ser agentes de paz en un país donde impera la violencia.
Finalmente, Daniel Jorge Sanabria Barrios, presidente del Consejo Nacional para Asuntos Bibliotecarios de Instituciones de Educación Superior, insistió en que la paz tiene un bastión importante y firme en esas instancias y, en particular, en nuestras bibliotecas.
Fuente: Gaceta UNAM
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