La proeza de Moliner: su diccionario superó todas las pruebas

Conocido como DUE, fue calificado por García Márquez como el "más útil, completo y divertido" del español.




MADRID.- Poco antes de ganar el Premio Nobel, Gabriel García Márquez viajó a España. En su agenda tenían cita editores, colegas y amigos, pero sólo quería conocer a la autora de una proeza, una mujer ajena al mundillo literario y sus vanidades: María Moliner. Esta dama de Zaragoza estaba muy enferma y el plan del colombiano se frustró. Tres semanas después moría la autora del Diccionario de uso del español (DUE).

"Me sentí como si hubiera perdido a alguien que sin saberlo había trabajado para mí durante muchos años", escribió García Márquez en 1981, en un tono diferente al de una nota necrológica, con admiración y agradecimiento. Moliner bien podría ser un personaje suyo: un ser común que, en su ambiente doméstico, crea magia con la acción y la palabra.

El DUE cumple 50 años y la Zarzuela de Madrid estrenó la ópera María Moliner, con libreto de Lucía Vilanova y música de Antoni Parera Fon. En la cartelera porteña se representa El diccionario, de Manuel Calzada Pérez, en una versión de Oscar Barney Finn, con Marta Lubos.

De puño y letra y, luego, acompañada por una máquina de escribir, en su casa, mientras sus cuatro hijos crecían, con algunos colaboradores, pero sin un equipo coordinado de trabajo, Moliner escribió "el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana", según García Márquez. La tarea comenzó en 1951 y se extendió hasta 1966: "A mi marido y a nuestros hijos les dedico esta obra terminada en restitución de la atención que por ella les he robado".

En 1972 se propuso a Moliner como miembro de la Real Academia Española (RAE), pero no obtuvo los votos. Un hombre ocupó ese sillón. Hoy la recuerda otra lexicógrafa, Paz Battaner, miembro de la RAE: "Su vida, su trabajo en las bibliotecas republicanas y su trabajo callado en la elaboración del DUE son proezas, acciones valerosas llevadas a cabo en situaciones nada favorecedoras. De la palabra proeza se lee en el diccionario de María Moliner: «f. Acción *heroica = *Hazaña, heroicidad. Se emplea con frecuencia hiperbólica y, también, irónicamente». Espero que se use en el sentido denotativo de «1. f. Hazaña, valentía o acción valerosa», que da el diccionario académico. Aunque en estos matices diferenciadores radica una de sus grandezas, la de saber reflejar empleos habituales en su lengua, valores connotativos generalizados, que los diccionarios se prohibían por respeto a cierta despersonalización que la descripción del léxico parecía exigir, pero que escondía la fiel descripción de la lengua en uso".

Lucha titánica


El de Moliner es un ejemplo de lucha contra la adversidad, un resultado titánico obtenido a fuerza de disciplina y de amor por las palabras. Cuando tenía 13 años, su padre, médico de un barco, viajó a la Argentina y nunca jamás regresó. María obtuvo la licenciatura en Historia porque no había cerca de su casa dónde estudiar Filología.

Esta falta de formación lingüística es otro argumento con el cual se califica de épica su tarea. Es una de las grandes bibliotecarias de España, ya que como miembro de las Misiones Pedagógicas durante la Segunda República, una cruzada cuyo fin era sembrar literatura en los poblaciones rurales, seleccionó los libros para los lectores y redactó una carta sencilla -buscaba siempre alejarse de toda erudición- para los bibliotecarios, hoy, un clásico.

Con la victoria de Francisco Franco es apartada de sus cargos, como también su marido, docente. No se marchan al exilio. Moliner acepta algunos trabajos poco interesantes y luego se encierra en su casa a escribir un diccionario, quizá como modo de ordenar aquel caos.

El DUE guía al hablante común y al más exquisito. Este fin lo consigue a través de un sistema de sinónimos, palabras afines y catálogos de referencias, y a través de indicaciones gramaticales. Moliner reconstruye cada artículo a través de una agrupación lógica y alfabética y agrupa las palabras por familias. Explica Paz Battaner: "Otro nuevo recurso que utilizó fue una tipografía novedosa, con asteriscos, flechas, círculos concéntricos que condensan la información y facilitan las remisiones a sinónimos, catálogos de voces relacionadas semánticamente aunque de categoría gramatical y registro diferentes, expresiones pluriverbales. Esto, junto a las sugerencias de los verbos con los que aparecen muchos sustantivos, los adjetivos más frecuentes, el régimen de preposiciones que exigen las voces predicativas, da a su trabajo en solitario un valor admirable".

El diccionario fue rediseñado por la editorial Gredos para actualizar el texto al habla del siglo XXI, un hecho sujeto a críticas de los expertos, que denuncian que se trata de una "edición apócrifa". La familia Moliner se presentó ante la justicia, sin lograr una respuesta favorable. La edición original no está más a la venta.

Hay otra virtud del DUE y es la perspectiva desde la cual se escribe: "Me parece importante señalar la visión de la lengua desde un modo femenino, que María Moliner muestra en su diccionario. No hablan igual las mujeres que los hombres. Además, entre mujeres se observa una inclinación preferencial por el mundo del léxico o del vocabulario; en la transmisión de la lengua materna, con que ellas señalan a los pequeños sus primeras curiosidades; en su dedicación a la docencia con la enseñanza de la lengua escrita en la que las palabras se aíslan; en los trabajos universitarios que realizan, en los que se encuentran nombres de mujeres entre los más seguidos", explica Battaner.

Moliner inspiró y abrió el camino a varias lexicógrafas de habla hispana. Concha Maldonado, profesora de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, quien ha dirigido más de 100 diccionarios, opina: "Hablamos de proeza, sobre todo porque es un diccionario que rezuma pasión por las palabras; desborda cariño hacia el mundo que describen, y transmite cercanía hacia esa realidad cotidiana que los seres humanos vivimos a diario. Hay trabajos que esclavizan y trabajos que liberan: los primeros secan el espíritu; los segundos, en cambio, te dan alas de libertad aunque te roben el tiempo. Y resulta evidente que este diccionario fue para doña María (como la llamamos los lexicógrafos con cariño y con respeto) un proyecto pleno de vida".

Fuente: La Nación

Comentarios

  1. ¿No habría algún link disponible para descargar este diccionario?

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  2. Hola Fernando, no contamos con un link para descargar este diccionario

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