Se trata de un clérigo, poeta y político: Fray Cayetano José Rodríguez; además participó como diputado en el Congreso de Tucumán del 9 de julio de 1816 que declaró la Independencia argentina.
De las usuales visitas guiadas que organiza la Biblioteca Nacional Mariano Moreno para conocer el edificio y su historia, una de las más convocantes es la que se realiza en la Sala del Tesoro, un espacio de lujo conformado por valiosas colecciones, con ejemplares de Manuel Belgrano, Miguel O’Gorman, José de San Martín, Mariano Balcarce, Amancio Alcorta, Ezequiel Leguina, Pedro Denegri, Manuel Mujica Láinez, Jorge Luis Borges, Antonio Santamarina y Dardo Cúneo, entre muchos otros grandes. También se exhiben documentos antiguos, incunables, obras del siglo XVIII y XIX, colecciones de exlibris y publicaciones periódicas.
En esta misma sala –que lleva el nombre de Paul Groussac, historiador, escritor francoargentino y director de la institución durante 44 años (1885-1929)– se erige una suerte de corredor con retratos alineados de los muchos bibliotecarios que trabajaron desde la fundación en este universo de libros. Estas célebres personalidades, que iniciaron, acrecentaron y guiaron las colecciones, son homenajeados en esta galería.
Sin embargo, en agosto pasado, cuando representantes de la Biblioteca Popular Rafael Obligado, de la localidad de San Pedro, realizaron la visita guiada, no pudieron pasar por alto un detalle: faltaba el retrato del primer bibliotecario de la Biblioteca Nacional: nada menos que el sampedrino Fray Cayetano Rodríguez (1761-1823). Ese mismo día iniciaron el trámite para llenar ese vacío: se contactaron con el actual director, Alberto Manguel, y le comunicaron que querían donar un retrato del Fray, en el marco de las actividades que organizó el Centro de Estudios Históricos de San Pedro para celebrar sus primeros 40 años de historia. El mismo contexto coincidió con la presentación de la biografía del bibliotecario: Vida y obra de Fray Cayetano José Rodríguez, escrito por el historiador Américo Piccagli. El ejemplar también fue donado a la institución.
¿Quién fue Fray Cayetano José Rodríguez?
Clérigo, poeta y político, Fray Cayetano José Rodríguez nació en la localidad de San Pedro del entonces Virreinato del Perú, en 1761. Estudió en el Colegio del Convento de los Padres Franciscanos, donde se unió a esa orden a los 16 años de edad, para ordenarse sacerdote en 1783, a los 22. Luego, en la Universidad de Córdoba –la más antigua de la región, fundada en 1613–, dictó clases de filosofía y teología. Cuando ya estuvo instalado nuevamente en Buenos Aires, continuó trabajando como docente en el Convento Franciscano.
Según algunas fuentes, Cayetano Rodríguez fue un gran defensor de los independentistas y revolucionarios de comienzos del siglo XIX. Su patriotismo fue la inspiración para escribir muchos de sus poemas, como los versos dedicados a los esclavos que defendieron la ciudad portuaria rioplatense durante las Invasiones inglesas de 1807, en pos de su libertad.
Más tarde, en 1812, como señalan algunos textos de la época, le fue encomendado componer el primer himno nacional argentino, que incluso fue interpretado en distintas ocasiones por pequeños cantores. Sin embargo, un año más tarde, en una de las tertulias que se llevaban a cabo en el salón de María Sánchez de Thompson, fue Vicente López y Planes quien se impuso con una interpretación que más tarde se transformaría en la canción oficial de la Patria Argentina. Como poeta, también escribió odas en honor a Carlos María de Alvear, al Cruce de los Andes, la Victoria de Chacabuco y a Manuel Belgrano.
Fue maestro y amigo de Mariano Moreno. En 1810 participó de los procesos revolucionarios a favor de la Independencia argentina y fue nombrado director de la entonces Biblioteca Pública de Buenos Aires –hoy, la Biblioteca Nacional–, fundada por el propio Moreno. Así, Fray Cayetano Rodríguez se convirtió en el primer bibliotecario oficial de la nueva era de la independencia de la República, cargo que mantuvo hasta 1814.
Sus escritos literarios circularon con cierta popularidad por los rincones intelectuales de Buenos Aires, pero fue a través de su compromiso y trabajo político donde encontró, quizá, el mayor reconocimiento como hombre público. Luego de ser elegido en 1811 Ministro provincial en Buenos Aires, en 1812 vocal de la primera Asamblea, y en 1813 representante de la Asamblea Constituyente, fue en 1816 cuando ocupó el cargo de diputado por la provincia de Buenos Aires en el Congreso de Tucumán del 9 de julio, para declarar finalmente la independencia argentina. Después de este memorable desempeño por la unidad nacional, retomó sus actividades religiosas. Murió a los 62 años en Buenos Aires, el 21 de enero de 1823.
Fuente: Ministerio de Cultura
VÉASE ADEMÁS:
Biblioteca Nacional Mariano Moreno
Biblioteca Nacional Mariano Moreno de la República Argentina. Foto: (c) Soy Bibliotecario. |
De las usuales visitas guiadas que organiza la Biblioteca Nacional Mariano Moreno para conocer el edificio y su historia, una de las más convocantes es la que se realiza en la Sala del Tesoro, un espacio de lujo conformado por valiosas colecciones, con ejemplares de Manuel Belgrano, Miguel O’Gorman, José de San Martín, Mariano Balcarce, Amancio Alcorta, Ezequiel Leguina, Pedro Denegri, Manuel Mujica Láinez, Jorge Luis Borges, Antonio Santamarina y Dardo Cúneo, entre muchos otros grandes. También se exhiben documentos antiguos, incunables, obras del siglo XVIII y XIX, colecciones de exlibris y publicaciones periódicas.
En esta misma sala –que lleva el nombre de Paul Groussac, historiador, escritor francoargentino y director de la institución durante 44 años (1885-1929)– se erige una suerte de corredor con retratos alineados de los muchos bibliotecarios que trabajaron desde la fundación en este universo de libros. Estas célebres personalidades, que iniciaron, acrecentaron y guiaron las colecciones, son homenajeados en esta galería.
Sin embargo, en agosto pasado, cuando representantes de la Biblioteca Popular Rafael Obligado, de la localidad de San Pedro, realizaron la visita guiada, no pudieron pasar por alto un detalle: faltaba el retrato del primer bibliotecario de la Biblioteca Nacional: nada menos que el sampedrino Fray Cayetano Rodríguez (1761-1823). Ese mismo día iniciaron el trámite para llenar ese vacío: se contactaron con el actual director, Alberto Manguel, y le comunicaron que querían donar un retrato del Fray, en el marco de las actividades que organizó el Centro de Estudios Históricos de San Pedro para celebrar sus primeros 40 años de historia. El mismo contexto coincidió con la presentación de la biografía del bibliotecario: Vida y obra de Fray Cayetano José Rodríguez, escrito por el historiador Américo Piccagli. El ejemplar también fue donado a la institución.
¿Quién fue Fray Cayetano José Rodríguez?
Clérigo, poeta y político, Fray Cayetano José Rodríguez nació en la localidad de San Pedro del entonces Virreinato del Perú, en 1761. Estudió en el Colegio del Convento de los Padres Franciscanos, donde se unió a esa orden a los 16 años de edad, para ordenarse sacerdote en 1783, a los 22. Luego, en la Universidad de Córdoba –la más antigua de la región, fundada en 1613–, dictó clases de filosofía y teología. Cuando ya estuvo instalado nuevamente en Buenos Aires, continuó trabajando como docente en el Convento Franciscano.
Según algunas fuentes, Cayetano Rodríguez fue un gran defensor de los independentistas y revolucionarios de comienzos del siglo XIX. Su patriotismo fue la inspiración para escribir muchos de sus poemas, como los versos dedicados a los esclavos que defendieron la ciudad portuaria rioplatense durante las Invasiones inglesas de 1807, en pos de su libertad.
Más tarde, en 1812, como señalan algunos textos de la época, le fue encomendado componer el primer himno nacional argentino, que incluso fue interpretado en distintas ocasiones por pequeños cantores. Sin embargo, un año más tarde, en una de las tertulias que se llevaban a cabo en el salón de María Sánchez de Thompson, fue Vicente López y Planes quien se impuso con una interpretación que más tarde se transformaría en la canción oficial de la Patria Argentina. Como poeta, también escribió odas en honor a Carlos María de Alvear, al Cruce de los Andes, la Victoria de Chacabuco y a Manuel Belgrano.
Fue maestro y amigo de Mariano Moreno. En 1810 participó de los procesos revolucionarios a favor de la Independencia argentina y fue nombrado director de la entonces Biblioteca Pública de Buenos Aires –hoy, la Biblioteca Nacional–, fundada por el propio Moreno. Así, Fray Cayetano Rodríguez se convirtió en el primer bibliotecario oficial de la nueva era de la independencia de la República, cargo que mantuvo hasta 1814.
Sus escritos literarios circularon con cierta popularidad por los rincones intelectuales de Buenos Aires, pero fue a través de su compromiso y trabajo político donde encontró, quizá, el mayor reconocimiento como hombre público. Luego de ser elegido en 1811 Ministro provincial en Buenos Aires, en 1812 vocal de la primera Asamblea, y en 1813 representante de la Asamblea Constituyente, fue en 1816 cuando ocupó el cargo de diputado por la provincia de Buenos Aires en el Congreso de Tucumán del 9 de julio, para declarar finalmente la independencia argentina. Después de este memorable desempeño por la unidad nacional, retomó sus actividades religiosas. Murió a los 62 años en Buenos Aires, el 21 de enero de 1823.
Fuente: Ministerio de Cultura
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Biblioteca Nacional Mariano Moreno
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