Cómo enseñar a los niños a leer y escribir en tiempos de escuela en casa

¿Qué viene primero? ¡La lectura! La comprensión lectora es la meta de padres y profesores de niños de los primeros años de educación básica.


La pronunciación, el sonido, la expresión verbal y la búsqueda de sentido vienen antes que los trazos de las letras. Foto: Shutterstock

José tiene 7 años y aunque ya conocía el alfabeto desde antes, fue uno de los muchos niños que aprendieron a leer y escribir de corrido a través de una pantalla.


“La siguiente palabra es... ¡mono!”, anunciaba la profesora, y los niños lo escribían en una pizarra, en papel o en lo que tuvieran a la mano, y lo mostraban en la pantalla, ansiosos por ser vistos. Al mismo tiempo, emocionados por sus nuevas habilidades y por la posibilidad de comunicarse entre ellos, tipeaban ‘hola’ u ‘ola’ en el chat.


Otros niños no tuvieron el privilegio de ver a sus maestros en vivo. Recibieron videos e instrucciones por WhatsApp para trabajar con los materiales que sus padres tenían que retirar en la escuela, y que luego ellos debían desarrollar por su cuenta.


La licenciada en educación Miriam Astudillo dice que enseñar en estas condiciones ha sido un reto para la escuela y la familia, al que un año después puede calificar como satisfactorio. “A pesar de la situación, los niños se adaptaron, estuvieron motivados”.


Igual de desafiante lo ha visto la profesora Danniela Vivero. “Pero al terminar el año nos hemos dado cuenta de que lo logramos. La mayoría de niños aprendieron a leer y a escribir, y mucho de esto es gracias al trabajo que tienen en casa con los padres”.


Desde el punto de vista del profesor, los padres y niños siguen estando al otro lado de la pantalla. Para llegar a ellos se han valido de algunas herramientas: los libros virtuales y una tableta gráfica para poder proyectar en la pizarra, “y que los niños vean de una manera un poco más real cómo se realizan los trazos”.


Vivero sabe que para las escuelas y las familias con pocos recursos, el proceso ha sido cuesta arriba. “Los niños y profesores de escuelas rurales y fiscales que están en proceso de lectoescritura son admirables”.


Algunas recomendaciones para enseñar a leer y escribir en casa:


* Involucre a los niños en actividades que requieran lectura y escritura. Déjelos hacer la lista de compras, aunque se equivoquen. Luego, ayúdelos pronunciando claramente las palabras, para que puedan asociar el sonido con el grafema.

* Déjelos expresarse verbalmente y ponerlo por escrito en los temas que a ellos les interesen, sea una tarjeta o una carta a un familiar o a un amigo, y cuando terminen, indíqueles la forma correcta de trazar las letras.

* Y sobre todo, dice la educadora, lean juntos a lo largo del día. Puede usar los cuentos que a los niños les gusten, pero también noticias interesantes para ellos, sobre animales, ambiente y naturaleza. Hágales preguntas para favorecer la lectura comprensiva, que es lo más importante de todo este proceso. Cambien el título de la noticia. Cambien el final del cuento.


El trabajo de los maestros, paso a paso

Astudillo explica que en su colegio se prioriza la comunicación, y se presenta la escritura al niño de 5 y 6 años como una forma más de expresarse.


Una de las primeras observaciones de Astudillo es que la mayoría de los niños en este año aprendieron a leer mucho más rápido que a escribir. Otro grupo fluyó en ambos aprendizajes.


La docente describe el proceso así:


1- Se parte de la oralidad. Los niños quieren expresarse. Así que se utilizan palabras generadoras: mano. Pregunte: ¿Qué es, cómo es, para qué sirve? Así se crea conciencia del significado de las palabras.

2- Se enfatiza la fonología, el sonido de las letras. “Escribimos en la pantalla todo (lo que los niños dicen), para trabajar la parte fonológica, pronunciando las letras, jugando con los sonidos. De esa forma, el proceso es significativo para ellos, aunque no sepan leer todavía: “Allí dice lo que yo pienso”.

3- Se estimula la creación de sentido, la conciencia léxica. “Que aprendan a hacer sentido en una oración”. Un ejercicio útil es darle al niño letras para recortar en casa, y animarlos a que formen una caja ‘armapalabras’.

4- El siguiente paso es ayudar al niño a trazar palabras, y luego a formar oraciones. “Ellos finalizaron leyendo y escribiendo palabras y oraciones sencillas en letra imprenta”, indica la profesora.


En el caso de Vivero, profesora de segundo año de básica, la estrategia fue tomar de todos los recursos pedagógicos posibles. “Nuestra estrategia fue unir todas las corrientes, las metodologías de lectoescritura: silábica, fonética, visual, Montessori. Hemos hecho un mix con ellas, tomamos un poco de cada una, y las condensamos para llegar al resultado, que los niños aprendan a leer y a escribir”.


¿Cuándo enseñar a hacer letra manuscrita?

Algunas metodologías permiten al niño hacer letra manuscrita desde el segundo año de educación básica. Esta es más difícil de enseñar por pantalla, considera Astudillo, porque en ella domina el movimiento circular de la mano. Los niños de 5 y 6 años están ávidos de aprender a leer y escribir, pero los trazos finos pueden dificultarlo.


Por eso, en el segundo y tercer año de básica algunas instituciones eligen centrarse en la alfabetización, y optan por trabajar con la imprenta. Y la manuscrita se estudia a partir del cuarto año de básica.


“A través de la plataforma hemos hecho videos para que ellos vean los trazos correctos”, explica la maestra. “Hacemos mucho énfasis en las mayúsculas y minúsculas”, y no en hacer planas.


Leer y escribir es un aprendizaje continuo: consejos para enseñar a cursos superiores

Recuerde que este proceso no termina cuando el niño puede tomar dictado y formar oraciones. La lectura y escritura nos acompañan de por vida. La profesora Renee Moore, que ha enseñado por 30 años a estudiantes de secundaria, universitarios y adultos en la región del Delta del Misisipi, tuvo que mover sus clases de lengua a la plataforma en línea, y tiene algunas recomendaciones para quienes enseñan en estos niveles o siguen estudiando.


* Trabaje a su propio ritmo. No tiene que cubrirlo todo, leer todos los libros de la lista. No ponga demasiada presión sobre usted o los estudiantes. “He acortado mis unidades a causa del coronavirus. Hay alumnos (en esos niveles) que trabajan y tienen hijos. No pueden hacer un ensayo de 25 páginas sobre Shakespeare”.

* Enfóquese en lo esencial. Ayude a sus estudiantes a expresar ideas con claridad y coherencia. “No me preocupa el género que lean o escriban o la extensión. Trabajen un párrafo a la vez”.

* Los estudiantes más avanzados necesitan aprender a investigar: cómo localizar, evaluar y usar la información. Y las clases en línea ofrecen muchas oportunidades para eso.

* Los que estudian literatura se benefician de entender historias de culturas diferentes a la propia, ver la humanidad y las conexiones entre una historia y otra. “Eso es lo esencial”, dice Moore, “no recordar a todos los personajes y los autores”.

* Acepte que es buena idea individualizar la instrucción y dejar que los estudiantes trabajen en sus propios tiempos. Después de todo, reflexiona Moore, ahora no es el momento de recibir en el correo 100 documentos al mismo tiempo. “Espaciarlos evitará que pierda la paciencia con sus estudiantes”.


¿Por qué es tan importante empezar con la lectura en los niños?

La competencia lectora es una de las habilidades más importantes de la vida adulta, y está asociada con mayores probabilidades de empleo, mejores salarios, mejor estado de salud, autoestima y participación social y política, así como crecimiento económico.


Hasta 2017, casi 50 millones de niños en América Latina y el Caribe no alcanzaban los niveles mínimos de competencia de lectura. Las proyecciones indicaban que la mayoría de ellos terminaría el último año de primaria, pero no lograría el nivel de competencia, según el Instituto Estadístico de la Unesco. (F)


Fuente: El Universal (Por:Dayse Villegas)



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