La organización de los libros de la George Peabody Library, de Baltimore marcó un antes y un después en el mundo de las bibliotecas, y además de tener ejemplares únicos, su belleza es impresionante.
Esta biblioteca de Baltimore es una de las más bonitas del mundo. / Istock / Marc Dufresne |
Se dice que si no puedes viajar, puedes leer un libro, ya que las páginas te transportarán a otros mundos. Aunque la lista de beneficios de la lectura es interminable, no es lo mismo imaginarte una brisa desconocida acariciándote la piel, mezclada con olores y sonidos que no puedes reconocer, y luz del sol posándose sobre las creaciones del universo con tonos distintos, que vivirlo en carne y hueso.
En la George Peabody Library se puede estudiar, no está solo destinada a visitas. / Unsplash/Elijah Hail |
Sin la lectura, no podríamos conocer la historia del mundo, ya que la mayoría de fuentes que explican el pasado son escritas. La lectura ha sido utilizada también para avanzar como sociedad, y este hecho ha sido posible gracias a las bibliotecas. Los descubrimientos científicos, tecnológicos, y culturales se han apoyado en conocimientos previos, como si cada nuevo descubrimiento fuera un escalón sobre el que se construye otro escalón, formando así una escalera para llegar a la actualidad.
Una biblioteca para todos
En Baltimore, además de ser la ciudad donde sucede el musical Hairspray, tiene una biblioteca que destaca por su belleza y por su exclusiva colección de libros. George Peabody financió la biblioteca en 1857 "para el uso gratuito de todas las personas que deseen consultarla", como explicó en la carta de fundación, y actualmente forma parte del campus de la universidad de Johns Hopkins.
George Peabody se enriqueció entre 1810 y 1820 gracias al comercio, aunque su carrera en el temprano mundo empresarial fue interrumpida brevemente por la Guerra de 1812. Peabody defendió la ciudad de Baltimore en uno de los ataques británicos contra el país que había nacido pocos años antes: el 4 de julio de 1776 con la Guerra de Independencia.
La biblioteca tardó más de lo previsto en abrir, pero ya se sabe: lo bueno se hace esperar. / Istock / Marc Dufresne |
Con los 300.000 dólares que Peabody donó para poner en marcha la biblioteca, se planeó inaugurarla en 1860, pero de nuevo, sus objetivos volvieron a ser interrumpidos por otro conflicto armado: la Guerra Civil americana. Este conflicto que duró cuatro años (1861-1865) marcó la historia a nivel mundial, ya que acabó (al menos de manera “oficial”) con la esclavitud en uno de los países donde esta dinámica era el motor de la civilización. Es interesante destacar que la abolición de la esclavitud en España no se completó hasta 1886, ya que los empresarios de las grandes ciudades utilizaban a personas de Cuba como mano de obra para sus negocios.
George Peabody fue un filántropo reconocido en los Estados Unidos durante el s.XIX. / Istock / Christine_Kohler |
Hasta 1866 no se pudo empezar la construcción de la biblioteca, pero el primer bibliotecario, John Morris, utilizó este tiempo para preparar la organización de la biblioteca con Peabody. Estudiaron las obras literarias más importantes de occidente, y crearon una lista de 50.000 libros que solicitaron para cuidar en la biblioteca. Los siguientes bibliotecarios y asistentes continuaron la tradición, y Philip Reese Ushler amplió la biblioteca en el ámbito científico.
La biblioteca se puede explorar por su arquitectura y por su contenido literario. / Istock |
La biblioteca estableció un antes y un después en los métodos de clasificación de las bibliotecas académicas, pero además de su importancia a nivel intelectual, debemos hablar de la arquitectura, que es un espectáculo visual. Aunque no te interese la historia de los Estados Unidos o los libros, deberías visitar la biblioteca George Peabody simplemente por su belleza, ya que es considerada una de las bibliotecas más bonitas del mundo.
El arquitecto Edmund G. Lind se encargó de este diseño, que presenta un interior neogreco con un suelo de mármol que alterna blanco y negro. El techo se eleva a casi 20 metros, y lo corona un tragaluz que ilumina las colecciones que se exponen en las estanterías.
Las estanterías guardan tesoros literarios. / Istock / Marc Dufresne |
A pesar de que la biblioteca tenga 300.000 obras, la colección se basa en las obras más relevantes del s.XIX, y cuenta con algunas de las primeras ediciones de Poe, Hawthorne, e incluso uno de los primeros ejemplares de El Origen de las Especies de Darwin. Aunque pertenezcan a otras épocas, la biblioteca también expone ediciones especiales de joyas de la literatura como Don Quijote.
Fuente: Viajar (Por: Laia Carpio Fusté)
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