Como todas las "memorias", Confieso... es un libro llenó de anécdotas, relatos, la "cocina" de sus libros de poemas, sus amores.
Es un libro muy interesante y muy entretenido.
Una anécdota muy curiosa y graciosa es la siguiente:
"En Buenos Aires conocí a un escritor argentino, muy excéntrico, que se llamaba o se llama Omar Vignole. No sé si vive aún. Era un hombre grandote, con un grueso bastón en la mano. Una vez, en un restaurante del centro donde me había invitado a comer, ya junto a la mesa se dirigió a mí con un ademán oferente y me dijo con voz estentórea que se escuchó en toda la sala repleta de parroquianos: <<¡Sentáte, Omar Vignole!>>
Me senté con cierta incomodidad y le pregunté de inmediato:
-¿Por qué me llamas Omar Vignole a sabiendas de que tú eres Omar Vignole y yo Pablo Neruda?
- Sí - me respondió -, pero en este restaurante hay muchos que sólo me conocen de nombre y, como varios de ellos me quieren dar una paliza, yo prefiero que te la den a ti."
Comentarios
Publicar un comentario