Los alumnos que empiezan la secundaria no distinguen qué informaciones son relevantes en Internet

Un estudio internacional analiza las competencias digitales de los alumnos de 13 años en 21 países. Ante la contundencia de este informe me pregunto: ¿Qué podemos hacer nosotros como bibliotecarios? ¿Estamos capacitados para enfrentar y guiar a estos nativos digitales? ¿Contamos con herramientas para hacerlo? 

Varios jóvenes con sus computadoras portátiles. / EFE
Aunque un niño cuya lengua materna sea el español viva en Alemania, no va a hablar alemán como los nativos, a no ser que se promueva que lo haga. Lo mismo pasa con el aprendizaje de la tecnología: una cosa es que los niños actuales hayan nacido ya en la era tecnológica (los llamados nativos digitales) y otra muy distinta es que –a pesar de que se manejen muy intuitivamente ante una tableta- sepan desenvolverse de forma adecuada en la escuela y el mundo laboral de esta era.

Este es el razonamiento que hace el jefe de la Unidad de Investigación y Análisis de la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA), Andrés Sandoval-Hernández para explicar el resultado de un estudio que analiza el uso hacen los estudiantes de la tecnología, realizado en 18 países del mundo más dos regiones de Argentina y Canadá entre 60.000 estudiantes de 13 años (los que empiezan la ESO o los estudios equivalentes en otras naciones), y cuyas conclusiones son extrapolables a todo el mundo desarrollado. Sandoval presentó este informe en la XXIX Semana de la Educación de la Fundación Santillana, en la que también participaron el director de Políticas Públicas y Relaciones Institucionales de Google España y Portugal, Francisco Ruiz Antón, y César Molinas, experto de la consultora Multa Paucis.

Son pocos los estudiantes que a los 13 años se quedan en un primer nivel básico de competencias tecnológicas, el 17%. Se trata de los que únicamente saben hacer cosas básicas, como abrir un link, o, por ejemplo, identificar qué otras personas están recibiendo el mismo correo que ellos. Otro 23% se encuentran entre los que van un paso más allá, los que están familiarizados con las herramientas tecnológicas  -saben, por ejemplo, usar los programas de búsqueda con palabras clave o insertar la información que encuentren en una hoja de cálculo- , y un 38% más llegan a un tercer nivel de habilidades en el que saben además encontrar todo lo que quieren, aunque no lo vean mencionado explícitamente. Pero solo alrededor del 2% de los alumnos del mundo desarrollado llegan a saber seleccionar en Internet las informaciones relevantes de las que no lo son. Es decir, son los que demuestran tener pensamiento crítico. El país que tiene más alumnos en el nivel más alto es Corea del Sur (el 5%), seguido de Australia (4%) y la República Checa (3%).

La IEA está integrada por 70 países, cada uno representado por una agencia de evaluación educativa y su objetivo es generar información que ayude a realizar políticas que ayuden a mejorar la calidad de la educación en los países. Estos miembros “han demandado a la asociación más estudios sobre lo que está pasando en el uso de las tecnologías por los estudiantes y si estos están siendo formados para desenvolverse de una manera efectiva en la sociedad del futuro”, explica Sandoval. De ahí este primer estudio presentado ayer sobre la competencia digital de los estudiantes y el contexto, escolar y familiar en el que la adquieren.

“Una cosa es que un niño sepa usar un soporte digital para jugar o meterse en Internet y otra muy distinta que tenga las competencias digitales necesarias para tanto manejarse debidamente como para sacarle partido a todo lo que le ofrece la tecnología”, prosigue este experto.

La radiografía que hace el informe de la situación revela que en el mundo hay, de media, en los colegios una computadora para cada 18 niños. Pero mientras que en Noruega hay uno para cada dos alumnos, en Turquía hay un ordenador para cada 80 estudiantes. Respecto a la frecuencia en la que usan los ordenadores, el 54% de los niños de 13 años lo hacen en la escuela al menos una vez al mes y el 87% en casa al menos una vez a la semana. De estos, el 75% lo utilizan para meterse en redes sociales y el 52% para mandar mensajes. En la escuela, básicamente lo usan (el 45%) para escribir con un procesador de textos, como el Word, así como para hacer presentaciones con programas como el PowerPoint (44%).

“Uno de los resultados más importantes que hemos visto es precisamente que los profesores utilizan mucho más Word y PowerPoint en la clase que software especializado para la enseñanza de las asignaturas, a pesar de que hay algunos muy buenos disponible en el mercado. Y dicen que no las usan porque no se sienten cómodos haciéndolo”.

La conclusión principal es, según este experto, que “ahora sabemos para qué se están usando los ordenadores y no es para lo que creemos que se tendrían que utilizar si queremos que los estudiantes desarrollen el tipo de competencia que les van a servir en un futuro para desenvolverse adecuadamente en el colegio, el mundo laboral y la sociedad. Es necesario, además, diseñar políticas enfocadas a la capacitación de los maestros para que utilicen más estas herramientas, porque los niños no van a aprender solitos, tenemos que guiarlos”.

Fuente: El País

Comentarios

  1. Muy interesante este estudio, realmente sería muy útil que alguien explicase en la escuela donde encontrar informacio´n relevante y fiable, y uqe existen más herramientas a parte de GOOGLE. Pero lamentablemente, parece que no hay tiempo para ello :(

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