Como todas las novelas históricas, El tren de los huérfanos carga con esa magia que tiene las historias fundadas en el pasado real.
Por: Morena Fournier
Molly tiene diecisiete años, es huérfana de padre desde los ocho años y su madre no está apta para hacerse cargo de ella. Es una adolescente rebelde, típica, gótica, con una historia turbia y muy triste a sus espaldas, rebotando de casa en casa y descubriendo la maldad del ser humano desde muy chica.
Vivian tiene noventa y un años, vive en una mansión, es rica y carga con una historia más parecida a la de Molly de lo que ambas creen.
Es una novela a dos voces, cada tantos capítulos cambia el narrador. A Molly la cuentan en tercera persona, Vivian narra su propia vida. Esta novela tiene todo pero todo para ser best-seller (tengo entendido que ya vendió muchísimo) pero lamentablemente no pasa de ahí: es un hit de un verano, un libro en el que difícilmente encuentres algo distinto cada vez que lo lees.
No crean que es mala, no considero que haya malas novelas, y ésta particularmente no tiene nada de mala ni de aburrida. Todo lo contrario. Se lee rapidísimo porque la historia fluye natural, es casi como estar viendo una película. Estoy casi segura de que más pronto que tarde vamos a estar viendo anunciada la adaptación al cine, porque se presta. Se presta para un domingo, se presta para emocionarte un rato y hasta (por qué no) derramar un par de lágrimas en más de un capítulo.
Como todas las novelas históricas, ésta carga con esa magia que tiene las historias fundadas en el pasado real. El tren de los huérfanos existió, cruel como lo narra la autora. Eran niños, inmigrantes europeos en su mayoría, que desde 1845 hasta 1930, fueron arrastrados desde Nueva York hasta el Medio Oeste para ser “adoptados”. Todos, incluso esos niños, tenían más que claro que eran mano de obra gratis. Desde muy temprana edad eran explotados para trabajar, no los enviaban a la escuela y los violentaban. Es una historia de acosos y sometimiento, que llevaba a las victimas al silencio: recién en 1960 alguien dijo algo. Y la autora, anonadada con tanta crueldad, se dedico a plasmarla en Vivian y a compararla con Molly, la encarnación de lo que pasa hoy en día con los huérfanos: como el Estado les paga a las familias que adoptan, los chicos son acogidos por familias abusivas que no los quieren, y que al igual que aquellos inmigrantes, son sometidos y abusados. Una dura realidad, expuesta en una simpática novelita.
Entonces, mi conclusión para esta obra es: si lo que querés es un libro profundo, con grandes recursos novelescos, con increíbles conclusiones que te dejen pasmadx, con una constante recomendación en la punta de la lengua, no lo leas. Este libro no tiene eso. Pero si lo que querés es ocupar tu tiempo en algo mejor que la tele, entretenerte un par de días con una historia emocionante y real, leer y visualizarla tan simple y claramente como si se tratara de una película, comprate El tren de los huérfanos, es una buena inversión. Quizás hasta para regalo.
Sobre la autora:
Christina Baker Kline es novelista, ensayista y editora. Nació en Cambridge, Inglaterra, y se educó primero allí y luego en el sur de Estados Unidos y en Maine. Se licenció en Yale, Cambridge, y en la Universidad de Virginia, donde obtuvo una beca Henry Hoyns en Escritura de Ficción. Entre 2007 y 2010 una beca de la Universidad de Fordham le permitió dedicarse en exclusiva a escribir.
Sus ensayos, artículos y reseñas han aparecido en medios como el San Francisco Chronicle, The Literarian, Coastal Living, More y Psychology Today. Además de El tren de los huérfanos, que ocupó el número uno en las listas de libros más vendidos del New York Times, ha publicado las novelas Bird in Hand, The Way Life Should Be, Desire Lines y Sweet Water.
Vive en una vieja casa en Montclair, Nueva Jersey, con su marido y tres hijos. (Ediciones B Argentina)
El tren de los huérfanos
Christina Baker Kline
360 páginas
Ediciones B Argentina
¡Agradecemos a Ediciones B Argentina por el ejemplar!
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