Conociendo a Fernando de Vedia, un escritor para niñas y niños de 4 a 99 años.
Por Andrea Viglietti
Planear la visita a la Feria del Libro con los chicos puede ser una experiencia estimulante.
Acercar a los niños a los escritores puede despertar nuevos lectores. Si sabemos adecuar nuestras elecciones a sus edades podemos crear un camino de crecimiento en la lectura que seguirá durante toda su vida.
Fernando de Vedia es un escritor que presta mucha atención a sus lectores. El respeto con que trata a los niños refleja el amor mismo que pone en sus trabajos.
Al acercarse, los pequeños lectores se van a sorprender, tendrán materializados caminando por ahí a los personajes creados por el autor, podrán participar del sorteo de libros y se van a llevar algún pequeño presente y quizás un chupetín (nunca subestimes el poder de un chupetín, puede hacer que un niño se quede cuatro horas en el jardín de infantes, por ejemplo), y si eligieron un día especial, tal vez vean a Fernando dramatizar un cuento de su autoría.
Por el pasillo de la Feria del Libro se podía oir: “¡Mamá, quiero que Fernando me firme mi libro!” o “Venite Luis, esto está lleno de familias”, aunque uno que otro “¡Me da miedo Morton Fosa!”.
Y es que pudo verse paseando a Paco del Tomate y a Morton Fosa que se sacaron fotos con todos.
Encontrarse con este escritor es una alegría para los pequeños, y por qué no, también para los adultos, que pueden ver cómo sus niños son tratados con atención, mirándolos a los ojos y escuchando todo lo que ellos son capaces de expresar, desde su experiencia con la lectura hasta las cosas más divertidas que suelen comentar como por ejemplo “-¡Yo cuando sea grande quiero ser bombero!-“
Paco del Tomate es el famoso inventor de cosas inútiles, Morton Fosa es el ser de ultratumba que cuenta historias de terror, Supersucio es el más asqueroso de los superhéroes, Tina es una gran detective, y entre la obra de Fernando de Vedia podemos seguir encontrando sirenas, hadas, científicos, princesas, bichitos…
Conocer la obra de este autor es tener herramientas en nuestro trabajo diario. Los niños son curiosos, les gustan las situaciones absurdas y podemos disfrutar con ellos sin prejuicios, tirados en el piso y muertos de risa.
En su propia presentación, Fernando pone mucho humor, conózcanlo:
“Nací en 1961, el mismo año en que los Beatles debutaban en The Cavern. Quizás por eso muchos críticos insisten en comparar mi energía creativa con la de John Lennon, lo cual me halaga. Lamentablemente, la comparación se refiere a la etapa de Lennon posterior a su muerte.
Desde muy pequeño quise ser mago y unirme a un gran circo para recorrer el mundo, intención que fue apoyada por mi madre en todo momento: “me parece muy bien que quieras ser abogado”, me dijo.
Olvidé el circo pero seguí practicando mis trucos y ofreciendo shows para la familia. Al ver la reacción que mi arte despertaba en tíos, primos y abuelos, no dudé un instante y, ya adolescente, decidí probar con el dibujo. Desde pequeño me gustaba dibujar y admiraba a quienes hacían humor gráfico. Un par de consagrados, luego de analizar mis trabajos, me aseguraron que estaba preparado para publicar en los diarios, mi mayor anhelo, pero en la página de avisos fúnebres.
No obstante, llegué a trabajar en muchas revistas de actualidad, y me convencí a mí mismo de que podría vivir del humor, especialmente al oír las carcajadas de mi padre cuando se lo dije.
Mientras continuaba con mi magia y mis dibujos, comencé a estudiar publicidad, que hoy es habitual, pero en mis épocas era tan extraño como no estudiar abogacía.
Ya convertido en publicitario, mientras recorría las páginas del diario para ver cómo había salido el aviso de mi empresa, comprendí que las noticias que no tenían que ver con la inflación, la guerra, los escándalos o los desastres naturales no eran noticias. Y creció en mí la necesidad de oponer una mirada más inocente a ese mundo que parecía no tener futuro, pero no se me ocurría cómo hacerlo.
Hasta que nacieron mi hijos y descubrí que escribir para chicos era un camino para recuperar el optimismo, el juego, la ternura y ciertos valores que cada tanto se olvidan, y una manera de dejarle a Clara y a Joaquín algo más que un aviso de celulares premiado en Cannes.
Gracias a ellos y al apoyo de mi mujer, hoy tengo varios libros publicados, y otros tantos por venir, abandoné mi trabajo publicitario y me sumerjo cada día en mundos de fantasía con la secreta ilusión de ayudar a los chicos a hacerles la vida un poco más linda.”
Véase además:
Fernando de Vedia Facebook
¿Querés pispear un poco en su obra? Aquí una recorrida por sus libros
Por Andrea Viglietti
Planear la visita a la Feria del Libro con los chicos puede ser una experiencia estimulante.
Acercar a los niños a los escritores puede despertar nuevos lectores. Si sabemos adecuar nuestras elecciones a sus edades podemos crear un camino de crecimiento en la lectura que seguirá durante toda su vida.
Fernando de Vedia es un escritor que presta mucha atención a sus lectores. El respeto con que trata a los niños refleja el amor mismo que pone en sus trabajos.
Al acercarse, los pequeños lectores se van a sorprender, tendrán materializados caminando por ahí a los personajes creados por el autor, podrán participar del sorteo de libros y se van a llevar algún pequeño presente y quizás un chupetín (nunca subestimes el poder de un chupetín, puede hacer que un niño se quede cuatro horas en el jardín de infantes, por ejemplo), y si eligieron un día especial, tal vez vean a Fernando dramatizar un cuento de su autoría.
Por el pasillo de la Feria del Libro se podía oir: “¡Mamá, quiero que Fernando me firme mi libro!” o “Venite Luis, esto está lleno de familias”, aunque uno que otro “¡Me da miedo Morton Fosa!”.
Y es que pudo verse paseando a Paco del Tomate y a Morton Fosa que se sacaron fotos con todos.
Encontrarse con este escritor es una alegría para los pequeños, y por qué no, también para los adultos, que pueden ver cómo sus niños son tratados con atención, mirándolos a los ojos y escuchando todo lo que ellos son capaces de expresar, desde su experiencia con la lectura hasta las cosas más divertidas que suelen comentar como por ejemplo “-¡Yo cuando sea grande quiero ser bombero!-“
Paco del Tomate es el famoso inventor de cosas inútiles, Morton Fosa es el ser de ultratumba que cuenta historias de terror, Supersucio es el más asqueroso de los superhéroes, Tina es una gran detective, y entre la obra de Fernando de Vedia podemos seguir encontrando sirenas, hadas, científicos, princesas, bichitos…
Conocer la obra de este autor es tener herramientas en nuestro trabajo diario. Los niños son curiosos, les gustan las situaciones absurdas y podemos disfrutar con ellos sin prejuicios, tirados en el piso y muertos de risa.
En su propia presentación, Fernando pone mucho humor, conózcanlo:
“Nací en 1961, el mismo año en que los Beatles debutaban en The Cavern. Quizás por eso muchos críticos insisten en comparar mi energía creativa con la de John Lennon, lo cual me halaga. Lamentablemente, la comparación se refiere a la etapa de Lennon posterior a su muerte.
Desde muy pequeño quise ser mago y unirme a un gran circo para recorrer el mundo, intención que fue apoyada por mi madre en todo momento: “me parece muy bien que quieras ser abogado”, me dijo.
Olvidé el circo pero seguí practicando mis trucos y ofreciendo shows para la familia. Al ver la reacción que mi arte despertaba en tíos, primos y abuelos, no dudé un instante y, ya adolescente, decidí probar con el dibujo. Desde pequeño me gustaba dibujar y admiraba a quienes hacían humor gráfico. Un par de consagrados, luego de analizar mis trabajos, me aseguraron que estaba preparado para publicar en los diarios, mi mayor anhelo, pero en la página de avisos fúnebres.
No obstante, llegué a trabajar en muchas revistas de actualidad, y me convencí a mí mismo de que podría vivir del humor, especialmente al oír las carcajadas de mi padre cuando se lo dije.
Mientras continuaba con mi magia y mis dibujos, comencé a estudiar publicidad, que hoy es habitual, pero en mis épocas era tan extraño como no estudiar abogacía.
Ya convertido en publicitario, mientras recorría las páginas del diario para ver cómo había salido el aviso de mi empresa, comprendí que las noticias que no tenían que ver con la inflación, la guerra, los escándalos o los desastres naturales no eran noticias. Y creció en mí la necesidad de oponer una mirada más inocente a ese mundo que parecía no tener futuro, pero no se me ocurría cómo hacerlo.
Hasta que nacieron mi hijos y descubrí que escribir para chicos era un camino para recuperar el optimismo, el juego, la ternura y ciertos valores que cada tanto se olvidan, y una manera de dejarle a Clara y a Joaquín algo más que un aviso de celulares premiado en Cannes.
Gracias a ellos y al apoyo de mi mujer, hoy tengo varios libros publicados, y otros tantos por venir, abandoné mi trabajo publicitario y me sumerjo cada día en mundos de fantasía con la secreta ilusión de ayudar a los chicos a hacerles la vida un poco más linda.”
Véase además:
Fernando de Vedia Facebook
¿Querés pispear un poco en su obra? Aquí una recorrida por sus libros
Querida Andrea, muchísimas gracias por tus hermosas palabras. Con comentarios como el tuyo, no necesito abuelita. Mi autoestima y yo agradecidos de corazón. Un beso y hasta muy pronto.
ResponderEliminar