Las sombras de Puig en la memoria de Giralt

La mala memoria, última novela de Santiago Giralt, nos introduce en la intimidad de una familia de clase media argentina, y en la mala memoria que nos caracteriza. Gentileza de Penguin Random House.

Por: Morena Fournier


 


La mala memoria, de Santiago Giralt, contiene una carga histórica y política justa para el momento que estamos viviendo. Diría que, en un trance de adivinación, se les da por publicarlo en un contexto político que cuestiona ese pedazo de pasado que usó Giralt para su novela. Recién salidos de la dictadura, y hasta un poquito en la actualidad, por boca de sus personajes ficticios nos va a trasladar una vez más a la angustiosa situación económica de la clase media argentina, esa que siempre sueña con tener más, que vive de la imagen, que es chusma y cree en Dios, que se reprime y se lamenta por el país y el lugar y la época y los políticos y la vida toda.

Si bien la sinopsis nos habla de una familia, la historia no es solo eso. Al mejor estilo Boquitas Pintadas la novela nos habla de un lugar y las cosas que sus habitantes hacen y ocultan. Es tan clara la influencia de Puig en la narrativa y la historia en sí, que por momentos hace ruido (ambicioso el muchacho). ¿Qué tan fina es la línea que separa la inspiración de la copia? ¿Qué tan al borde de imitar a Puig llegó Giralt?


Venado Tuerto, el pueblo natal del autor y donde transcurre el libro, recuerda (como todo los infiernos chicos) a ese familiar Coronel Vallejos. Aislado de la actualidad por cuestiones tecnológicas y geográficas, entre las paredes y las llanuras, Venado en el ochentaipico era similar a muchos otros lugares donde las novedades llegaban tarde y por la mitad. Sus personajes sueñan constantemente con un lugar diferente, una ciudad, un mundo que sienten lejano y mágico, un idealizado Buenos Aires. Quiso Giralt, con pensamientos salidos de las profundas y enredadas mentes de los protagonistas, plantear qué ven estos pueblerinos del interior de Argentina, cómo viven ese golpe económico,  esos militares hijos de puta que daban miedo y todavía se sentían impunes, esos radicales que dieron esperanza y esos peronistas que traicionaron, prometiendo algo mejor; ese qué dirán que nos influencia en cada decisión. 

Nos introduce en la mente de estas personas, de una familia y de algún que otro personaje, pero no en todas las mentes, y prácticamente solo en mentes femeninas o“afeminadas”. Los narradores, múltiples y coloridos, son cinco miembros de una familia y el cura del pueblo, un personaje turbio, que viene a sumar sabores a la historia. Pero los conflictos en esta novela no son asuntos puntuales, no es un hecho en particular: ellos, su día a día, es el conflicto. La rutina y las preocupaciones. Por otra parte, Giralt eligió narrarlo con diferentes estilos que vuelven a la historia muy personal. No estaríamos leyéndolo en forma tradicional, sino que nos introducimos en los laberínticos caminos que recorre la mente cuando piensa, cuando no puede dormir y nos lleva por confusos recuerdos y conclusiones. Además de esa intimidad, se comparten cartas, una necrología que culmina la historia, conversaciones sin nombres. Como ya dije, todo un Boquitas Pintadas siglo veintiuno.


Más allá de esta similitud que perturba la calidad de la obra, es un libro muy bueno, de lectura rápida y atrapante (estos estilos de narración siempre enganchan). Vale la pena tomarse el tiempo y darle una oportunidad, para que por sobre mis comentarios, llegues a tu propia conclusión. Valen la pena los personajes, reírte, entristecerte y sumergirte en la mente de la clase media argentina y sus altibajos. Si hay alguien ahí, leyéndome, una vez más te recomiendo que te detengas en esta portada blanca y negra de palabras tachadas e intimidades expuestas. 


SOBRE EL AUTOR
Nacido en 1977, Santiago Giralt se graduó en la Universidad de Cine y a la fecha lleva dirigidos nueve largometrajes, tres de ellos en colaboración – UPA! Una película argentina (2007), Las Hermanas L. (2008) y UPA 2! (2015) – y seis en solitario: Toda la gente sola (2009), Antes del estreno (2010), Here, Kitty Kitty (2014), Anagramas (2014), Jess & James y Primavera (2015, a estrenar). Es el guionista de todas las películas y ha sido coguionista de los films Géminis (Albertina Carri) y Cordero de Dios (Lucía Cedrón).

También es actor, productor y autor teatral. En 2014, estrenó – y coprotagonizó – Camping I: mirar atrás sin volverse en el Cultural San Martín. En 2008, publicó su primera novela, Nelly R. La amante del General, que resultó finalista del Premio Planeta 2007. Vive y trabaja en la localidad de Escobar, provincia de Buenos Aires.


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Comentarios

  1. Qué bueno como dejás una crítica objetiva donde marcás los aspectos que hacen ruido del autor, pero aún así, dejás ganas de leerla. A mi la portada ya me compró!

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    1. Sinceramente hoy en día reescribiría esta reseña. Te recomiendo que antes de leer el libro de Giralt leas La traición de Rita Hayworth de Manuel Puig y saques tus propias conclusiones. Besito Seba!

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