El Gobierno anunció este martes que habilitará el ingreso de libros impresos en el exterior. La resolución, que se oficializará en el próximo boletín oficial, fue comunicada de manera conjunta por los ministerios de Cultura y el de Producción.
Esas carteras explicaron que el levantamiento de las restricciones "apunta a promover la pluralidad de voces y democratizar el acceso a los libros provenientes del extranjero". También pretende "fortalecer el vínculo cultural del país con la región y el exterior".
Basada en un supuesto contenido de plomo en tinta, la prohibición se dio en sintonía con el cepo cambiario, que estaba orientado a evitar la fuga de divisas. "Provocó que en los últimos años los costos de producción locales se volvieran menos competitiva a nuestra industria, a la vez que desalentó la exportación de libros al exterior", sostuvieron.
"El levantamiento de la restricción dará recursos y modernizará la industria local de manera que puedan ofrecer un servicio competitivo en su precio y en su contenido, que es lo que en definitiva interesa a los lectores", indicaron.
El ministro de Producción, Francisco Cabrera, aseguró que "además de aislarnos (la medida) hizo caer a la industria editorial". Y agregó: "El libro tiene un enorme valor cultural, pero además genera miles de empleos calificados que queremos promover: autores, editores, correctores, ilustradores y diseñadores argentinos entre otros. Queremos que desarrollen su talento, en comunicación con el mundo".
"Los lectores argentinos van a tener acceso a la mayor oferta bibliográfica disponible, sin obstáculos burocráticos ni limitaciones que impedían la libre circulación de las ideas, encareciendo innecesariamente los libros impresos en otros países", observó Pablo Avelluto, ministro de Cultura.
La Cámara Argentina del Libro, la Cámara Argentina de Publicaciones, editores independientes, libreros y autores estuvieron de acuerdo en la necesidad de eliminar trabas y poder acceder de ese modo a más y mejor diversidad bibliográfica. Según el comunicado, el Gobierno evalúa lanzar líneas de crédito, capacitación y promoción de exportaciones desde distintas áreas de ambos ministerios.
La nota conjunta de Cultura y Producción se envió con un cuadro anexado que revela que los más vendidos (best-sellers) en la Argentina cuestan en promedio un 50% más que en Brasil y Uruguay y un 27% más que en Chile.
Fuente: Infobae
Crédito: Shutterstock |
Basada en un supuesto contenido de plomo en tinta, la prohibición se dio en sintonía con el cepo cambiario, que estaba orientado a evitar la fuga de divisas. "Provocó que en los últimos años los costos de producción locales se volvieran menos competitiva a nuestra industria, a la vez que desalentó la exportación de libros al exterior", sostuvieron.
"El levantamiento de la restricción dará recursos y modernizará la industria local de manera que puedan ofrecer un servicio competitivo en su precio y en su contenido, que es lo que en definitiva interesa a los lectores", indicaron.
El ministro de Producción, Francisco Cabrera, aseguró que "además de aislarnos (la medida) hizo caer a la industria editorial". Y agregó: "El libro tiene un enorme valor cultural, pero además genera miles de empleos calificados que queremos promover: autores, editores, correctores, ilustradores y diseñadores argentinos entre otros. Queremos que desarrollen su talento, en comunicación con el mundo".
"Los lectores argentinos van a tener acceso a la mayor oferta bibliográfica disponible, sin obstáculos burocráticos ni limitaciones que impedían la libre circulación de las ideas, encareciendo innecesariamente los libros impresos en otros países", observó Pablo Avelluto, ministro de Cultura.
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La nota conjunta de Cultura y Producción se envió con un cuadro anexado que revela que los más vendidos (best-sellers) en la Argentina cuestan en promedio un 50% más que en Brasil y Uruguay y un 27% más que en Chile.
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