En la Argentina, se produce un libro cada 18 minutos

En 2015 se publicaron casi 29.000 novedades editoriales, de las cuales 12.000 fueron para venta comercial, una tendencia que favorece la bibliodiversidad pero que entra en contradicción con la disponibilidad de metros cuadrados de las librerías, según un informe de la Cámara Argentina del Libro.



En los últimos 18 años, la producción de libros en Argentina duplicó la cantidad de novedades y en 2015 se elevó al pico de los títulos registrados desde 1997, con la cifra exacta de 28.966 nuevos títulos, lo que se traduce en la publicación de un libro cada 18 minutos -en el mundo el fenómeno se da cada 15 segundos- y el ingreso de unos mil tomos por mes a las librerías del país.

Sucede que sólo 12.000 de las 29.000 novedades registradas ingresan a las librerías y espacios tradicionales de venta, dado que el resto son títulos de tipo institucionales o de autor. Y a pesar de reducirse el número de los que se comercializan, para las librerías esto sigue causando complicaciones porque aunque aumentan las novedades no lo hacen los metros cuadrados para su exhibición.

"Esto genera un cuello de botella; cada vez es más difícil llegar a la tercera mesa de exhibición", explicó Luis Quevedo durante la presentación del informe de la Cámara Argentina del Libro, que se realiza en base a los registros de libros realizados por las editoriales en la Agencia Argentina de ISBN, acompañado por la presidenta Graciela Rosenberg, Diana Segovia, Luis Quevedo, Martín Gremmelspacher y Marí­a Teresa Carbano.

Si bien la estadística en materia de producción de libros creció en 2015 con 956 nuevos títulos publicados, el informe revela una caída de más de 40.000 títulos en la cantidad de ejemplares en relación a 2014. La compra masiva de ejemplares por parte del gobierno nacional en ese período puede ser la clave que permite interpretar ese batacazo sobre las tiradas, desglosan desde la cámara.

Otros de los datos que aportó el informe es que los lectores siguen eligiendo libros en papel, ya que del total publicado por el sector comercial sólo el 15 por ciento lo hizo en formato digital. Más aún si se tiene en cuenta que en 2013 fue el 16 por ciento y en 2014 el 18. Sin dudas, la lectura en ebook sigue siendo la "milanesa de soja", como catalogaba el Negro Fontanarrosa y recordaban en la presentación.

En cuanto a los lugares de edición, la tendencia se mantiene con poca federalización: el gran centro editor continúa encabezado con creces por la provincia y la ciudad de Buenos Aires, seguido con enormes distancias por Córdoba con el 5 por ciento; Santa Fe con el 3 por ciento; y San Juan también con el 3 por ciento, aunque es mérito reconocer que desde el año 2012 esa región creció notoriamente.

Como desde hace años la literatura lidera la edición de libros, tras la cual se galopan cerca las ciencias sociales y la literatura infantil y juvenil, continuadas por texto, derecho y arte. Un fenómeno llamativo asociado con los sellos comerciales es la presencia irrefutable de títulos de astrología, esoterismo y autoayuda que en 2015 marcaron su presencia en los gráficos estadísticos.


Un 47 por ciento de la producción se repartió entre publicaciones de microemprendimientos, universidades, fundaciones, ONGs u organismos oficiales, mientras que un 42 por ciento estuvo bajo la órbita de editoriales comerciales


A pesar de mantener más o menos las tendencias, el informe de la Cámara Argentina del Libro registró en 2015 una cifra sugerente: la significativa irrupción de libros editados por sus autores. Tanto es así que en tres años estas ediciones con no más de 300 ejemplares y sobre todo de literatura duplicaron su producción. Una de las explicaciones son los cambios tecnológicos y el sostén equilibrado de la economía.

Sin embargo, aún con el crecimiento de la autoedición, la producción se repartió el sector de títulos en un 47 por ciento con publicaciones de microemprendimientos, universidades, fundaciones, ONGs u organismos oficiales, mientras que un 42 por ciento estuvo bajo la órbita de editoriales comerciales, aquellas que venden en librerías comerciales.

Con respecto a la producción de grandes, medianos y pequeños sellos que llegan a los lectores por canales de venta, el informe arrojó que en 2015 las 12.000 novedades editoriales fueron principalmente de literatura e infantil y juvenil con más de 29.000 ejemplares declarados.

La concentración de nuevos libros la encabezó Planeta, seguido de Penguin Random House, Grupo Prisa y los internacionales Holtzbrinck, Longseller y Thomson Reuters.

Así y todo, la Argentina demostró ser bastante diversa en cuanto a novedades. A costa de las concentraciones, el 76 por ciento de los nuevos títulos fueron editados por medianas y pequeñas editoriales, lo cual refleja el modo en que supieron conquistar nichos propios y grupos de lectores que no manejan las grandes empresas con sus ventas masivas.

Finalmente, el informe refleja que en la evolución del comercio exterior de libros entre 2002 y 2015 hubo altas y bajas, sobre todo en los últimos años con la restricción de importaciones.

Sin embargo, el levantamiento del cepo y la quita del 5 por ciento de retención impulsada en enero de este año por el gobierno nacional no evidenciaron todavía, al menos en el primer bimestre, un cambio significativo.

Más bien los primeros datos parciales del año, según adelantaron desde la cámara, mostraron un aumento de la importación y una baja de la exportación. Si bien el panorama aún no es claro, el sector por un lado celebra la ventaja de la quita de retenciones pero a la vez exige políticas públicas que licúen las trabas, al tiempo que advierte que la llegada masiva de títulos no sea a costa de la producción nacional.

Fuente: Télam

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