El cine está lleno de historias en las que los bibliotecarios son los protagonistas o, al menos, juegan un papel crucial. Una manera del séptimo arte de homenajear su labor callada para promocionar la lectura, difundir y proteger la cultura, aunque para ello tengan que convertirse en intrépidos aventureros o bibliotecarios atípicos.
Y si no que se lo pregunten a Richart Tyler, el pequeño protagonista de El Guardián de las Palabras, quien atrapado en una biblioteca durante una tormenta, vivirá todas las grandes aventuras que esconden sus libros de la mano del excéntrico bibliotecario, el Sr. Dewey.
Porque un bibliotecario te puede cambiar la vida, abriéndote la puerta a infinitos mundos y guiándote hacia el conocimiento, tal y como hizo el Sr. Koreander con Bastian en La Historia Interminable al descubrir el libro con poderes mágicos con el que comienza todo.
El bibliotecario aventurero
Aunque a veces también responden a ese perfil de personas cultas y tranquilas, en el cine y la televisión hay bibliotecarios que acaban envueltos en todo tipo de aventuras. En El Carnaval de las Tinieblas, por ejemplo, un bibliotecario viejo que vive por y para sus libros ayudará a salvar a su pueblo valiéndose de sus conocimientos de literatura.
También encaja en el estereotipo de bibliotecario erudito y un tanto temeroso Rupert Giles, mentor y vigilante de la protagonista de la serie adolescente Buffy Cazavampiros, y también su mejor apoyo, al ayudarla con su sabiduría y sus libros a vencer a los enemigos que en cada episodio llegan del otro mundo para alterar la tranquilidad de Sunnydale.
Algo más aventureros son los bibliotecarios de The Librarians, una serie de televisión en la que un grupo de libreros se encarga de proteger todo tipo de artefactos antiguos y misteriosos, o el protagonista de The Librarian, un telefilm en el que, muy al estilo de Indiana Jones, su protagonista se embarca en una aventura para recuperar la Lanza Sagrada que ha sido robada de su biblioteca.
Bibliotecarios poco convencionales
Quizás la bibliotecaria menos convencional que ha aparecido en el cine haya sido Mary, la protagonista de la película Party Girl, una "viva la vida" neoyorquina que acaba trabajando en la biblioteca con su madrina para devolverle el dinero de la fianza tras una fiesta loca. Al principio lo odia y no consigue encajar, pero al final hasta acaba dominando el complejo Sistema Dewey de clasificación.
También podríamos calificar de libreros atípicos a los personajes de Fahrenheit 451, ambientada en un futuro distópico en el que las bibliotecas y los libros son destruidos por las autoridades, surgiendo una sociedad en la que cada miembro se aprende un libro de memoria para poder transmitirlo y preservarlo, convirtiéndose en el último bastión para salvaguardar la cultura.
Tampoco es un bibliotecario típico Andy, el protagonista de Cadena Perpetua, quien consigue transformar la biblioteca de la cárcel (apenas un carro lleno de viejos libros) en una auténtica biblioteca bien nutrida, destacando su importancia no solo como fuente de conocimiento y alfabetización, sino también como centro social.
Bibliotecarios como antagonistas
Pero no todos los bibliotecarios son buenos, los hay también malvados o que, por lo menos, resultan una piedra en el camino para los intereses del protagonista. Así, por ejemplo, en Billy Elliot, la bibliotecaria del bibliobús se niega a prestarle un libro de danza, que al final Billy debe robar para dar rienda suelta a su pasión.
Sin embargo, si hay un bibliotecario malvado por antonomasia ese es el de El Nombre de la Rosa, un monje viejo y conservador que decide envenenar el borde de las páginas de La Poética de Aristóteles, para así matar a todo aquel que lo lea.
Los bibliotecarios están presentes en la pantalla. Pero estos, son solo unos pocos ejemplo. ¿Nos ayudan a recordar más filmes?
Fuente: Coca Cola España
Véase además:
The Librarians: segunda temporada
Y si no que se lo pregunten a Richart Tyler, el pequeño protagonista de El Guardián de las Palabras, quien atrapado en una biblioteca durante una tormenta, vivirá todas las grandes aventuras que esconden sus libros de la mano del excéntrico bibliotecario, el Sr. Dewey.
Porque un bibliotecario te puede cambiar la vida, abriéndote la puerta a infinitos mundos y guiándote hacia el conocimiento, tal y como hizo el Sr. Koreander con Bastian en La Historia Interminable al descubrir el libro con poderes mágicos con el que comienza todo.
El bibliotecario aventurero
Aunque a veces también responden a ese perfil de personas cultas y tranquilas, en el cine y la televisión hay bibliotecarios que acaban envueltos en todo tipo de aventuras. En El Carnaval de las Tinieblas, por ejemplo, un bibliotecario viejo que vive por y para sus libros ayudará a salvar a su pueblo valiéndose de sus conocimientos de literatura.
También encaja en el estereotipo de bibliotecario erudito y un tanto temeroso Rupert Giles, mentor y vigilante de la protagonista de la serie adolescente Buffy Cazavampiros, y también su mejor apoyo, al ayudarla con su sabiduría y sus libros a vencer a los enemigos que en cada episodio llegan del otro mundo para alterar la tranquilidad de Sunnydale.
Algo más aventureros son los bibliotecarios de The Librarians, una serie de televisión en la que un grupo de libreros se encarga de proteger todo tipo de artefactos antiguos y misteriosos, o el protagonista de The Librarian, un telefilm en el que, muy al estilo de Indiana Jones, su protagonista se embarca en una aventura para recuperar la Lanza Sagrada que ha sido robada de su biblioteca.
Bibliotecarios poco convencionales
Quizás la bibliotecaria menos convencional que ha aparecido en el cine haya sido Mary, la protagonista de la película Party Girl, una "viva la vida" neoyorquina que acaba trabajando en la biblioteca con su madrina para devolverle el dinero de la fianza tras una fiesta loca. Al principio lo odia y no consigue encajar, pero al final hasta acaba dominando el complejo Sistema Dewey de clasificación.
También podríamos calificar de libreros atípicos a los personajes de Fahrenheit 451, ambientada en un futuro distópico en el que las bibliotecas y los libros son destruidos por las autoridades, surgiendo una sociedad en la que cada miembro se aprende un libro de memoria para poder transmitirlo y preservarlo, convirtiéndose en el último bastión para salvaguardar la cultura.
Tampoco es un bibliotecario típico Andy, el protagonista de Cadena Perpetua, quien consigue transformar la biblioteca de la cárcel (apenas un carro lleno de viejos libros) en una auténtica biblioteca bien nutrida, destacando su importancia no solo como fuente de conocimiento y alfabetización, sino también como centro social.
Bibliotecarios como antagonistas
Pero no todos los bibliotecarios son buenos, los hay también malvados o que, por lo menos, resultan una piedra en el camino para los intereses del protagonista. Así, por ejemplo, en Billy Elliot, la bibliotecaria del bibliobús se niega a prestarle un libro de danza, que al final Billy debe robar para dar rienda suelta a su pasión.
Sin embargo, si hay un bibliotecario malvado por antonomasia ese es el de El Nombre de la Rosa, un monje viejo y conservador que decide envenenar el borde de las páginas de La Poética de Aristóteles, para así matar a todo aquel que lo lea.
Los bibliotecarios están presentes en la pantalla. Pero estos, son solo unos pocos ejemplo. ¿Nos ayudan a recordar más filmes?
Fuente: Coca Cola España
Véase además:
The Librarians: segunda temporada
Muy divertido e interesante post. ¡Gracias!. Pues esta también "La belleza de la vida", aunque no he tenido oportunidad de verla
ResponderEliminarhttps://www.ennetflix.mx/la-belleza-de-la-vida/29978