Las bibliotecas se adaptan a las nuevas tecnologías

* La red mundial de bibliotecas OCLC proporciona servicios tecnológicos compartidos, fondos documentales e investigación a la comunidad bibliotecaria. 
* Una de sus herramientas es WorldCat.Org, un catálogo colectivo con más de 347 millones de registros bibliográficos de 2.300 millones de ejemplares. 
* Por otro lado, WorldShare Management Services es una plataforma de servicios bibliotecarios en la nube que moderniza los procesos tradicionales.

Una de las doce plantas de la Biblioteca Nacional de España. (JORGE PARÍS)

No son pocos los objetos y lugares que han perdido parte de su razón de ser a causa de la era digital (los videoclubs, el correo postal, los SMS...). Muchos, para no desaparecer, han tenido que reinventarse, dar un paso hacia adelante y usar las nuevas tecnologías como herramienta para forjar modelos de negocio adaptados al siglo XXI.

Este ha sido el caso de las bibliotecas. Con ese gran portal de información que es Internet y la popularización de los libros digitales, estos antiguos centros de conocimiento se han convertido en algo mucho más moderno que un almacén de libros raídos y polvorientos.

"Durante siglos, la gente ha pensado en las bibliotecas como lugares en los que almacenar y usar libros impresos. Cualquier persona que no haya estado en una biblioteca recientemente se sorprendería de lo que hoy podría encontrar allí. Las bibliotecas ofrecen actualmente versiones impresas y digitales de libros y revistas, música y vídeos digitales, colecciones especiales... Además, algunas bibliotecas ofrecen lectores de libros electrónicos y tabletas, juegos de ordenador, material gráfico y mucho más", cuenta Erik Van Lubeek, vicepresidente de la red mundial de bibliotecas OCLC (Online Computer Library Center).

"Las bibliotecas también utilizan la digitalización y las tecnologías de investigación online para preservar y promover la historia local y materiales únicos tales como las publicaciones de las instituciones y gobiernos a los que sirven", explica.

Las nuevas tecnologías han hecho posible que los usuarios de bibliotecas para acceder a recursos electrónicos desde sus propios ordenadores y smartphones, pero también desde ordenadores facilitados por la biblioteca. De este modo, las bibliotecas de hoy pueden centrarse en proporcionar acceso a la información y no sólo en acumularla. "El acceso rápido y fácil a todo tipo de información y a los medios de comunicación a través de la web ha aumentado las expectativas del usuario. Las bibliotecas más exitosas son las que cumplen consistentemente con esas expectativas", asegura Van Lubeek. Las bibliotecas han adoptado las nuevas tecnologías y se han ajustado a los cambios en la forma en que los usuarios obtienen información. Han hecho que sea fácil para los usuarios acceder a los servicios desde fuera de la biblioteca, a través de un ordenador o dispositivos móviles, veinticuatro horas al día y siete días a la semana.

"Como un lugar físico, las bibliotecas también han cambiado para satisfacer las necesidades de los usuarios de hoy en día. El fundamento de una biblioteca sigue siendo el mismo, como un lugar seguro donde cualquier persona puede venir a aprender acerca de temas nuevos o poco conocidos, o explorar en profundidad los intereses que les apasionan. Las bibliotecas son el centro para el aprendizaje en un campus universitario y el centro cultural de una comunidad en las ciudades y pueblos de todo el mundo", señala el experto.

"A medida que el ritmo del cambio tecnológico continúa aumentando, las bibliotecas son también un recurso clave para el avance de la alfabetización digital y los medios de comunicación", comenta.

Herramientas de las bibliotecas del siglo XXI 

Como parte de esta modernización, la OCLC -entidad que agrupa a más de 72.000 instituciones en 170 países, entre los que se encuentran bibliotecas, archivos y museos (en España hay 92 centros asociados, incluidos la Biblioteca Nacional de España y el Instituto Cervantes, entre otros)- proporciona servicios tecnológicos compartidos, investigación y programas comunitarios a la comunidad bibliotecaria. Su objetivo es ayudar a las bibliotecas a mantener su relevancia y su competitividad, y apoyar a la sociedad a mantener vivo el conocimiento y hacerlo más fácil de compartir.

Para lograrlo, el grupo cuenta con un equipo multidisciplinar formado por bibliotecarios, tecnólogos, investigadores, escritores, gerentes, administradores y personas en formación que trabajan para construir un nuevo modelo que dé visibilidad a las bibliotecas. Ellos impulsan iniciativas en el uso de las tecnologías de la información dirigidas a aumentar la eficacia y facilitar la colaboración entre bibliotecas.

De todas estas soluciones destaca WorldCat.Org, un catálogo colectivo con más de 347 millones de registros bibliográficos correspondientes a 2.300 millones de ejemplares, que es la mejor muestra de cómo las bibliotecas pueden colaborar para reducir costes y ofrecer un mejor servicio a sus usuarios.

"WorldCat comenzó en el año 1971 como el primer catálogo online unificado, creado de forma cooperativa y mantenido por las bibliotecas para compartir los registros del catálogo y promover el intercambio de recursos. Las bibliotecas han estado aportando registros del catálogo de sus colecciones a WorldCat desde hace más de 40 años. Hoy en día, WorldCat es la red mundial más completa sobre las colecciones y servicios bibliotecarios, con textos en más de 400 idiomas", cuenta.

"Los usuarios pueden encontrar material en las bibliotecas cercanas a ellos a través de WorldCat.org en la web. Libros, libros electrónicos, revistas, revistas electrónicas, música, mapas, recursos genealógicos, herramientas culturales, imágenes digitales... Cualquier cosa que usted puede encontrar en una biblioteca puede ser descubierto a través de WorldCat.org gracias a que las bibliotecas han aportado documentos de sus colecciones a este maravilloso recurso", explica.

Por otro lado, WorldShare Management Services es una plataforma de servicios bibliotecarios en la nube que gestiona una nueva visión de las tecnologías para los procesos de trabajo tradicionales de la biblioteca: adquisición, catalogación, circulación, control de estadísticas, gestión de usuarios, etc. Con este servicio, todas las aplicaciones necesarias para administrar una biblioteca se encuentran alojadas en los centros de datos que la OCLC tiene en todo el mundo, por lo que la biblioteca no tiene que preocuparse por comprar y actualizar software constantemente.

"Además, debido a que está basada en la web, toda la funcionalidad del servicio está disponible en cualquier dispositivo con conexión a Internet, liberando así a los bibliotecarios para hacer su trabajo cuando tiene sentido y no teniéndolos atados a un escritorio", aclara OCLC. "Más de 380 bibliotecas en todo el mundo están utilizando WMS para compartir datos, recursos, innovaciones, aplicaciones e infraestructura de servicio a sus usuarios", añade.

Sin embargo, todas estas mejoras no cambian el fin último de la biblioteca. "Las bibliotecas seguirán siendo los lugares donde la gente se reúne para crear, innovar y aprender", sentencia el vicepresidente de OCLC.

Fuente: 20 minutos

Comentarios

  1. En primera sentencia no deberia ser fondos documentales de investigación?

    ResponderEliminar

Publicar un comentario