Tiene 71 años y cruza diariamente un río en canoa para ir a la biblioteca

Gabriel Horchler, veterano encargado de la Biblioteca del Congreso de Washington, conserva un espectacular estado físico y mental.

Photo: Matt McLain/Washington Post

¿A quién no le gustaría alcanzar la tercera edad manteniendo cuerpo y mente en las mejores condiciones posibles? El principal inconveniente es que conseguirlo requiere grandes cantidades de esfuerzo, dedicación y constancia, un peaje que no todo el mundo está dispuesto a pagar. Pero aquellos que sí lo hacen nos demuestran que no hay nada como el deporte para gozar de buena salud. Un magnífico ejemplo de ello es Gabriel Horchler, el veterano encargado de la Biblioteca del Congreso de Washington.

Todo comenzó hace tres lustros, una mañana en la que como en tantas otras se vio atrapado en un interminable atasco de camino al trabajo. Mirando a su alrededor se dio cuenta de que tenía ante sus narices un itinerario libre para llegar a su biblioteca, una vía que nadie estaba utilizando y que era prácticamente paralela a aquella que le estaba asfixiando con su lentitud y sus ruidos. No era una carretera secreta, sino el río Anacostia.

Aunque contaba ya 56 primaveras, el bibliotecario no lo dudó ni un instante más y comenzó a trabajar en su plan. Estudió el terreno con detenimiento y en poco tiempo tuvo un guión preparado, que alguno de sus conocidos calificó de locura. Pero Gabriel lo tenía muy claro: lo único propio de locos es encerrarse cada mañana en un atasco insoportable. «No me siento superior a la gente que prefiere usar el coche, pero aprecio la calma del agua y el sonido de los remos», explica con sencillez.

El camino de Gabriel Horchler comienza cada día con el amanecer. Sube a su bicicleta y pedalea hasta un parque próximo a su casa, donde recoge su equipo de remo y lo arrastra hasta el río. Navega aproximadamente 8 kilómetros hasta llegar a otro almacén, donde deja la canoa y sube a una segunda bicicleta. Y así, sobre dos ruedas y tras atravesar el Anacostia, el bibliotecario se presenta puntual y lleno de vitalidad en su puesto en la Biblioteca del Congreso.


Para volver a casa no hace el recorrido inverso, sino que combina metro y bicicleta. Al día siguiente sí cambia la ruta: va a trabajar usando metro y bici para regresar después remando.

Fuente: ABC de España

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