Existen distintos tipos de personas: las que leen un libro y al terminarlo, el libro queda en las mismas condiciones en las que estaba; las que lo agarran y al concluirlo tiene todas las esquinas dobladas y páginas en proceso de descomposición; las que tienen los libros llenos de anotaciones, subrayados, caricaturas, etc. ¿Cómo tienen ustedes sus libros?
El polvo, elemento con el que siempre se encontrarán
Los libros son de esos objetos que se colocan en un sitio y se quedan ahí durante mucho tiempo. Esto trae consigo que las partículas de polvo se adhieran a hojas y cubiertas. Estas partículas pueden oxidar el libro e incluso traer huevos de insectos. Por ello, se recomienda limpiar regularmente la parte superior de los libros con un plumero para evitar una gran acumulación de polvo.
La luz y la humedad son enemigos declarados de los libros
Hay que elegir bien a la hora de donde colocar los libros. No es aconsejable en lugares húmedos, ni donde haya una gran cantidad de luz así como evitar las fuentes de calor. Es por ello que deben tener cuidado de no ponerlos justo enfrente de una ventana por la que entre mucha luz, ya que dicha luz, hace que se pierda la calidad del papel e incluso estropea las tapas.
La humedad es el gran enemigo y uno de los elementos de los que más deben cuidarse pues pueden destruir el libro por completo. Para ello, es aconsejable evitar sótanos, lugares cercanos a cañerías, etc. Además, es recomendable que los libros no entren en contacto directo con la pared, sino que haya algún material como madera entre ellos.
Los post-it que colorean a los libros tienen pegamento
Ojo con la gran cantidad de libros llenos de post-it (el mejor siempre será el que marca las muertes de la saga Juego de Tronos). Pues bien, amantes de los post-it, ¡no son buenos! Por el simple hecho de que van pegados, por consiguiente llevan pegamento y eso degrada el papel.
Cuando los transporten, que estén protegidos
El mayor peligro de los libros en tapa blanda se encuentra cuando quieren transportarlo y lo meten en una bolsa, mochila cualquiera que no se ajuste a su tamaño. Esto hace que el libro se mueva con el traqueteo de la bolsa o mochila y que el libro esté en continuo movimiento y rozando las esquinas. Por ello, se aconseja que, cuando quieran sacar el libro de su casa, lo envuelvan en una bolsa de forma que quede totalmente ajustada al libro o que utilicen algún tipo de bolsita del tamaño del libro donde apenas tenga espacio para moverse y chocar.
Los libros deben ir en fila india y con holgura
Tienen la opción de colocar los libros tanto horizontal como verticalmente pero no intenten hacer una diagonal o lo único que conseguirán es deformar el libro. Algo también muy importante y que no se suele tener en cuenta, es que los libros, como las personas, necesitan su espacio para respirar. ¡No fuercen a que los libros entre en un sitio! Dejen que entre libro y libro haya cierta libertad de movimiento, que puedan sacar dicho libro sin tener que arrastrar el de al lado.
Para tener un libro impoluto
Como ya se ha dicho, hay personas que les gusta tener sus libros como nuevos, sin arrugas ni marcas ni nada de nada, como recién sacado de la librería. Estos consejos también los ayudarán:
Fuente: Actualidad Literaria
Véase además:
Los libros también se enferman
Cómo limpiar los libros
El polvo, elemento con el que siempre se encontrarán
Los libros son de esos objetos que se colocan en un sitio y se quedan ahí durante mucho tiempo. Esto trae consigo que las partículas de polvo se adhieran a hojas y cubiertas. Estas partículas pueden oxidar el libro e incluso traer huevos de insectos. Por ello, se recomienda limpiar regularmente la parte superior de los libros con un plumero para evitar una gran acumulación de polvo.
La luz y la humedad son enemigos declarados de los libros
Hay que elegir bien a la hora de donde colocar los libros. No es aconsejable en lugares húmedos, ni donde haya una gran cantidad de luz así como evitar las fuentes de calor. Es por ello que deben tener cuidado de no ponerlos justo enfrente de una ventana por la que entre mucha luz, ya que dicha luz, hace que se pierda la calidad del papel e incluso estropea las tapas.
La humedad es el gran enemigo y uno de los elementos de los que más deben cuidarse pues pueden destruir el libro por completo. Para ello, es aconsejable evitar sótanos, lugares cercanos a cañerías, etc. Además, es recomendable que los libros no entren en contacto directo con la pared, sino que haya algún material como madera entre ellos.
Los post-it que colorean a los libros tienen pegamento
Ojo con la gran cantidad de libros llenos de post-it (el mejor siempre será el que marca las muertes de la saga Juego de Tronos). Pues bien, amantes de los post-it, ¡no son buenos! Por el simple hecho de que van pegados, por consiguiente llevan pegamento y eso degrada el papel.
El mayor peligro de los libros en tapa blanda se encuentra cuando quieren transportarlo y lo meten en una bolsa, mochila cualquiera que no se ajuste a su tamaño. Esto hace que el libro se mueva con el traqueteo de la bolsa o mochila y que el libro esté en continuo movimiento y rozando las esquinas. Por ello, se aconseja que, cuando quieran sacar el libro de su casa, lo envuelvan en una bolsa de forma que quede totalmente ajustada al libro o que utilicen algún tipo de bolsita del tamaño del libro donde apenas tenga espacio para moverse y chocar.
Los libros deben ir en fila india y con holgura
Tienen la opción de colocar los libros tanto horizontal como verticalmente pero no intenten hacer una diagonal o lo único que conseguirán es deformar el libro. Algo también muy importante y que no se suele tener en cuenta, es que los libros, como las personas, necesitan su espacio para respirar. ¡No fuercen a que los libros entre en un sitio! Dejen que entre libro y libro haya cierta libertad de movimiento, que puedan sacar dicho libro sin tener que arrastrar el de al lado.
Para tener un libro impoluto
Como ya se ha dicho, hay personas que les gusta tener sus libros como nuevos, sin arrugas ni marcas ni nada de nada, como recién sacado de la librería. Estos consejos también los ayudarán:
- No abrir el libro en un ángulo de 180º, es decir, cuando apoyan un libro en una mesa y cada página toca la mesa. A pesar de ser una mejor forma de lectura, muchos lomos de libros se resienten ante tal forzado.
- Para marcar por donde van, nada mejor que un marcapáginas, o una etiqueta, o un papel que tengas por ahí, cualquier cosa menos doblar las esquinas.
- A pesar de quedar muy bonito, no es recomendable guardar hojas y pétalos de rosa entre las páginas de los libros porque éstas se descomponen y degradan el papel.
- No comer ni beber cerca de los libros, así como no estornudar, toser, etc. ¡Qué nada excepto aire pase por su libro! Si pueden evitar llevar los libros a la playa o la piscina mejor que mejor, sino procuren que no le entre arena ni lo toquen con las manos húmedas. Y si tienen el pelo largo, ¡cuidado!, puede caer una gota de agua cuando menos se lo esperan.
- Por último, si de verdad les gusta tenerlos igual que en su librería favorita, no subrayen ni escriban. Sobre todo no lo hagan con marcador o bolígrafo, si lo hacen háganlo con lápiz que al menos se puede borrar.
Claro queda que el tiempo afectará a los libros hagamos lo que hagamos pero si seguimos estos consejos, le estaremos dando más vida, será como echarle una crema rejuvenecedora.
Fuente: Actualidad Literaria
Véase además:
Los libros también se enferman
Cómo limpiar los libros
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