Disfrutar de un libro en ocasiones no es tan sencillo como parece. En regiones deprimidas o aisladas, el acceso a la lectura puede convertirse en un verdadero lujo. Gracias a algunos de estos curiosos programas o iniciativas ambulantes con animales, alrededor de todo el planeta, la biblioteca pública llega a esas zonas sin recursos haciendo una encomiable labor de fomento de la lectura.
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Los precursores |
Uno de los primeros programas de estas características lo puso en marcha la agencia
Works Projects Administration en el este de
Kentucky, en la zona de las
montañas Apalaches, tras la
Gran Depresión: el
Pack Horse Librarians. Mediante esta iniciativa que comenzó en 1935, las
“señoras de los libros”, cabalgando por difíciles y tortuosos caminos, llevaban la biblioteca pública a las zonas pobres donde solo se podía acceder a pie, a caballo o con una mula. Aunque fue un éxito, el programa terminó en 1943 con el desmantelamiento de la
WPA.
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En burro. |
El
Biblioburro es un proyecto que comenzó en 1997 en
La Gloria (
Magdalena,
Colombia) de la mano del profesor
Luis Humberto Soriano. Su idea era hacer llegar a los niños los libros para poder hacer la tarea, pues ellos no tenían en sus casas material con el que investigar. Los otros miembros imprescindibles del proyecto son
Alfa y
Beto, dos burros que llevan a sus lomos 120 libros cada uno. El
biblioburro, además de facilitar libros a las comunidades de la zona, tiene como objetivo estimular la lectura, y aportar y enriquecer el conocimiento comunitario.
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En camello. |
Jambyn Dashdondog es un escritor infantil muy conocido en
Mongolia, autor de más de 100 libros, que viaja por las vastas extensiones de su país haciendo llegar cuentos a los niños de las comunidades de pastores nómadas y de las áreas remotas del
desierto de Gobi. Y todo, a lomos de un camello.
The Mongolian Children’s Mobile Library ha recorrido alrededor de 50.000 millas durante los últimos 20 años. Según
Jambyn,
"las paredes de esta sala de lectura están hechas de montañas cubiertas de bosques, el techo es el cielo azul, el suelo es una estepa cubierta de flores, y la bombilla de lectura es el sol".
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En elefante. |
En
Laos, las
ONGs Room to Read, ElefantAsia y
Action with Lao Children sumaron esfuerzos para implementar la
Elephant Mobile Library, con un doble objetivo: concienciar a la población sobre la situación de riesgo de los elefantes asiáticos, en peligro de extinción, y ayudar a la alfabetización en las zonas rurales. Los elefantes son idóneos para esta tarea, pues pueden transportar hasta 150 kg, lo que supone una gran cantidad de libros, y además son capaces de acceder a zonas remotas donde las carreteras y vías de acceso son inexistentes. La primera misión se llevó a cabo con gran éxito en 2010 en la
provincia de Sayaboury.
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A caballo. |
En
Indonesia, en las zonas rurales de la
isla de Java,
Ridwan Sururi -cuidador de caballos- y
Luna -un caballo salvaje domesticado-, comparten camino todos los martes, miércoles y jueves, acercando su
biblibioteca de libros donados a las escuelas de los pueblos remotos. El proyecto, llamado
Kudapustaka (
“biblioteca a caballo”), se puso en marcha en 2015. En un principio,
Ridwan sólo tenía alrededor de 130 libros, pero ahora, gracias a la difusión de su labor por los medios de comunicación, el número de las donaciones de libros ha crecido hasta el millar.
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En dromedario o camello arábigo
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Una caravana con tres dromedarios viaja a través de la
zona oriental de Kenia llevando la cultura a las comunidades nómadas con una baja tasa de alfabetización. Uno de los animales transporta las cajas con 400 libros, y los otros, el material necesario para montar la biblioteca itinerante. El
Servicio Nacional de Bibliotecas de Kenia comenzó el programa en 1985 y tiene en activo tres caravanas.
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En mula. |
El proyecto
Bibliomula, en
Mérida, se viene desarrollando desde el año 2010, en tres escuelas rurales de los
Andes venezolanos. Su objetivo es promocionar, fortalecer y fomentar la lectura y escritura en los niños y docentes, a través de visitas semanales donde se realizan actividades de cuenta cuentos, todos encaminados a la animación de la lectura. Acompañan a la
mula “Estrella”, con su alforja llena de libros infantiles de poesía, literatura, cuentos, leyendas y teatro, el equipo especialista: un promotor de lectura y el
blibliomulero. Semanalmente emprenden el camino por las montañas del páramo andino.
Fuente:
Érase una vez
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Las bibliotecas móviles más extravagantes
Bibliocamello
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