Al conmemorarse el 4 de enero el aniversario del nacimiento de Luis Braille, este se ha establecido como el Día Mundial del Braille.
Desde los primeros tiempos de la historia, el ser humano buscó dejar testimonio escrito de su paso por la Tierra. Tras los primitivos ejemplos de imágenes rupestres, comenzaron a aparecer mensajes que emplearon códigos diversos, los cuales fueron permitiendo que tales mensajes pudieran ya ser interpretados por más personas y al aumentar su tamaño, registrar mayor cantidad de datos.
Desde los primeros tiempos de la historia, el ser humano buscó dejar testimonio escrito de su paso por la Tierra. Tras los primitivos ejemplos de imágenes rupestres, comenzaron a aparecer mensajes que emplearon códigos diversos, los cuales fueron permitiendo que tales mensajes pudieran ya ser interpretados por más personas y al aumentar su tamaño, registrar mayor cantidad de datos.
Las personas ciegas, sin embargo, permanecimos por muchos siglos alejadas del acceso a la información, ya que a diferencia de las personas sin discapacidad visual, quienes accedieron a la lectoescritura hace cinco mil años, nosotros pudimos recién concretar esa conquista hace menos de dos siglos, gracias a la creación del sistema braille y a su posterior difusión.
Pese a que en los primeros años hubo quienes pensaron que se convertiría en un factor de segregación, Con el paso del tiempo, el braille se afianzó y quedó más que demostrado que, lejos de segregarnos, este sistema se convertiría en un factor decisivo en nuestra inclusión en el mundo de la educación y la cultura.
Al hablar de la importancia del braille, nos referimos en primer lugar a la relevancia que tiene en la alfabetización de todas las personas con discapacidad visual, preferentemente en los niños que nacen con esta discapacidad o que la adquieren a muy temprana edad. Asimismo, nos referimos también a la importancia que este sistema adquiere para garantizar la autonomía e independencia de los adultos ciegos, permitiéndoles identificar y tomar con seguridad sus medicamentos, localizar sus habitaciones en hoteles, emplear adecuadamente los ascensores, escoger por sí solos el menú en un restaurante, revisar sus estados de cuenta, etc.
Es por ello, que al conmemorarse el 4 de enero el aniversario del nacimiento de Luis Braille, este se ha establecido como el Día Mundial del Braille.
En esta ocasión, celebramos que en abril de 2016 la Asamblea General de ULAC aprobara en forma unánime una Resolución acerca de la vigencia absoluta del braille como único sistema de lectoescritura para las personas ciegas, reconocido a su vez en los artículos sobre definiciones, accesibilidad, acceso a la información y educación de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Pero afortunadamente, este no es el único gran logro alcanzado en 2016 que tenemos que celebrar. En efecto, el 30 de setiembre entró en vigor el Tratado de Marrakech generado por la lucha incansable de personas y organizaciones mundiales y latinoamericanas en el ámbito de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Este nuevo e importante instrumento internacional obliga a aquellos países que lo han ratificado y lo ratifiquen en el futuro, a tornar disponibles publicaciones en formato accesible y aunque suele vincularse esta posibilidad únicamente con libros en soportes digitales, en realidad esto significa también que será posible tanto imprimir localmente un número cada vez mayor de publicaciones en braille a partir del formato digital, como intercambiar materiales braille ya impresos entre países, sin necesidad de solicitar autorización a los titulares de derechos de autor y derechos conexos. A los efectos de facilitar el intercambio de material braille ya impreso, esperamos que los países que aún no lo han hecho, adopten las disposiciones sobre Cecograma de la Unión Postal Internacional.
En este Día Mundial queremos subrayar la necesidad de promover la difusión y el correcto empleo del braille, a través de su enseñanza por parte de docentes debidamente calificados y de la implementación de medidas que garanticen la calidad de las publicaciones en este sistema. Creemos que la mejor manera de honrar a Luis Braille es trabajar por un braille cada vez mejor utilizado y disfrutado cada vez por más personas ciegas, convencidas de la utilidad de esta maravilla hasta ahora no superada.
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