De cara al próximo ciclo lectivo, especialistas proponen recomendaciones para despertar o reforzar el hábito de lectura entre los más chicos, en una era monopolizada por las nuevas tecnologías. Al mismo tiempo, advierten sobre los riesgos de la alta exposición a los dispositivos digitales y destacan la importancia de leer en formato papel.
En su libro Los chicos y las pantallas, Roxana Morduchowicz, doctora en Comunicación de la Universidad de París, le pone números a esta era de la imagen, potenciada tras el cambio de siglo. “En las casas argentinas hay más pantallas que libros. En todos los hogares con niños y adolescentes hay televisión (un 70% tiene más de un aparato televisivo), la mitad tiene DVD, casi el 40% computadora y un 20% cuenta con conexión a Internet. En cambio, en cuatro de cada diez domicilios manifiestan tener pocos o ningún libro y un 40% compra diarios, pero solo una o dos veces por semana”, asevera la autora, sin sorpresa, porque esta es la época “de la pantalla global: en todo lugar y momento. Nunca hemos tenido tantas, y no solo para ver el mundo, sino para vivir nuestra vida”.
Atendiendo a este diagnóstico, y ante el inminente inicio del ciclo lectivo 2017, el Diario Hoy consultó a especialistas en literatura infantil y juvenil, quienes ofrecieron sugerencias a padres, delinearon métodos de incentivación lectora en formato papel y, al mismo tiempo, explicaron por qué la “muerte del libro” se transformó en una profecía incumplida.
El hogar, el primer espejo
Para la presidenta del Comité Organizador de la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires, la licenciada Betina Cositorto, entre la “imitación” y el “compartir” de los primeros años están las claves para despertar el hábito lector: “La transmisión efectiva siempre es incidental y profunda. En una casa en la que hay tiempo de diálogo, lectura y escritura, los niños enriquecen su vocabulario. Ellos juegan, además, desde las conductas emulativas y se entusiasman con descubrir el universo que despliegan los libros. Es muy natural el juego de imitación, antes de que aprendan a leer y escribir”, precisó.
Para la creadora de la editorial Nazhira Primera Infancia, “el arte es una experiencia esencial en los primeros años y por esto recomiendo que los adultos encuentren tiempo para compartir lecturas con los más chicos; que visiten librerías, ferias, museos, teatros con ellos; que regalen libros con envoltorios atractivos, con la misma intención y sorpresa con la que se regalan juguetes”.
También, el director institucional y cultural de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, Oche Califa, destacó el efecto “imitación”, porque “si el adulto lee, el niño seguramente lo hará”.
Aunque consideró “mejor la formación temprana”, el escritor y periodista aclaró que “la pasión lectora puede despertarse en cualquier etapa de la vida. Hay mucha gente que comienza en la tercera edad. Se puede vivir sin esta costumbre, pero una persona que lee es alguien con mejores proteínas y por eso trabajamos para que más personas lo hagan”.
Por su parte, la editora de Literatura Infantil y Juvenil de Penguin Random House, María Amelia Macedo, sostuvo que “no hay recetas infalibles” para incentivar el hábito, pero “es verdad que hogares y entornos lectores favorecen ese descubrimiento que es, en definitiva, muy subjetivo”.
En este sentido, resulta importante que los más chicos se relacionen con “adultos que no solo lean, sino que comenten sus lecturas, porque pueden transferir el disfrute; con maestros que amen la lectura y se apasionen por transmitir ese gusto. En definitiva, que estén en contacto con el mundo de los libros, la palabra, las ilustraciones, puede atraer a los niños a este universo”.
La profecía incumplida
Para Betina Cositorto, en esta época digital es “fundamental” buscar un equilibrio entre el tiempo dedicado a las pantallas y a los libros físicos, que también implica que los educadores hagan el “enorme esfuerzo” de acercarse a las nuevas tecnologías “para aprovecharlas como poderosas herramientas alfabetizadoras”.
No obstante, recordó que tanto la Organización Mundial de la Salud como los pediatras “desaconsejan que los niños menores a dos años estén frente a las pantallas y, además, es importante prestar atención a los tiempos, a veces excesivos, que pasan los chicos sentados solos frente a ellas”.
Y, aunque el e-book (libro digital) puede ser una alternativa estimulante de este siglo, Cositorto advirtió que el “boom” de la literatura juvenil consumida por nativos digitales igualmente elige los soportes físicos. “Así que la muerte del libro fue una profecía incumplida. Hoy, el formato papel está más vivo que nunca”, aseguró.
En otra línea, María Amelia Macedo sostuvo que “lo importante es centrar el foco en que los chicos lean. Entonces, el formato en el que logren hacerlo es variable. Hoy, sabemos que los libros infantiles y juveniles son los que más aumentaron su venta a nivel mundial; podemos decir que los jóvenes leen y mucho, y que consumen apasionadamente libros en ambos soportes”.
Propuestas para cada gusto
A la hora de acercar un libro a los primeros lectores, los autores y editores consultados por el Diario Hoy recomendaron atender a las temáticas que son de interés de los chicos. “Es fundamental tener en cuenta sus gustos y preferencias: si les gustan los aviones, los barcos, los dinosaurios o las plantas; encontrar revistas, folletos, artículos y libros informativos que fortalezcan la curiosidad natural de los niños es una estrategia simple y muy eficaz para incentivarlos”, subrayó Betina Cositorto, quien además hizo hincapié en la necesidad de “evaluar que la dificultad del texto sea acorde a la competencia lectora”.
Mientras que María Amelia Macedo, editora de Literatura Infantil y Juvenil de Penguin Random House, resaltó el catálogo de más de 400 títulos que dirige desde su espacio, con propuestas para niños “muy pequeños”, con libros de plástico, cartón, texturas, etc.; de licencias de personajes televisivos; como otros destinados a lectores ya afianzados.
Y, aunque “todo dependerá del gusto del chico o del adulto mediador”, recomendó clásicos como María Elena Walsh, autores nacionales como Silvia Schujer, Canela, Ema Wolf, Ana María Shua, Laura Devetach, Gustavo Roldán, Luis María Pescetti, Chanti, Pablo Bernasconi o Norma Huidobro, “entre muchos otros que destacan por su calidad literaria, valor estilístico, uso de la palabra o gráfica”.
“Mentiras y moretones” (Sudamericana, 2016). Compuesto por 24 relatos ilustrados, el último libro de Pablo Bernasconi es una de las propuestas contemporáneas más atractivas. Con profundo sentido metafórico, temas universales y la referencia a escritores como Oscar Wilde o Marcel Proust, el autor interpela, con más preguntas que respuestas, tanto a niños como adultos.
Planes para padres e hijos
La promoción del libro y la lectura son dos de los objetivos centrales de la Fundación El Libro, impulsora tanto de la Feria Internacional de Buenos Aires -cuya 43ª edición se realizará entre el 27 de abril y el 15 de mayo próximos en La Rural, en el corazón de Palermo- como de la Infantil y Juvenil, que en vacaciones de invierno celebrará su 27º aniversario, probablemente en el CCK.
En La Plata, en tanto, un evento de similares características tendrá lugar también durante el receso invernal, cuando en el Pasaje Dardo Rocha se lleve a cabo la 5ª Feria del Libro Ciudad de La Plata.
Fuente: Diario Hoy
En su libro Los chicos y las pantallas, Roxana Morduchowicz, doctora en Comunicación de la Universidad de París, le pone números a esta era de la imagen, potenciada tras el cambio de siglo. “En las casas argentinas hay más pantallas que libros. En todos los hogares con niños y adolescentes hay televisión (un 70% tiene más de un aparato televisivo), la mitad tiene DVD, casi el 40% computadora y un 20% cuenta con conexión a Internet. En cambio, en cuatro de cada diez domicilios manifiestan tener pocos o ningún libro y un 40% compra diarios, pero solo una o dos veces por semana”, asevera la autora, sin sorpresa, porque esta es la época “de la pantalla global: en todo lugar y momento. Nunca hemos tenido tantas, y no solo para ver el mundo, sino para vivir nuestra vida”.
Atendiendo a este diagnóstico, y ante el inminente inicio del ciclo lectivo 2017, el Diario Hoy consultó a especialistas en literatura infantil y juvenil, quienes ofrecieron sugerencias a padres, delinearon métodos de incentivación lectora en formato papel y, al mismo tiempo, explicaron por qué la “muerte del libro” se transformó en una profecía incumplida.
El hogar, el primer espejo
Para la presidenta del Comité Organizador de la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires, la licenciada Betina Cositorto, entre la “imitación” y el “compartir” de los primeros años están las claves para despertar el hábito lector: “La transmisión efectiva siempre es incidental y profunda. En una casa en la que hay tiempo de diálogo, lectura y escritura, los niños enriquecen su vocabulario. Ellos juegan, además, desde las conductas emulativas y se entusiasman con descubrir el universo que despliegan los libros. Es muy natural el juego de imitación, antes de que aprendan a leer y escribir”, precisó.
Para la creadora de la editorial Nazhira Primera Infancia, “el arte es una experiencia esencial en los primeros años y por esto recomiendo que los adultos encuentren tiempo para compartir lecturas con los más chicos; que visiten librerías, ferias, museos, teatros con ellos; que regalen libros con envoltorios atractivos, con la misma intención y sorpresa con la que se regalan juguetes”.
También, el director institucional y cultural de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, Oche Califa, destacó el efecto “imitación”, porque “si el adulto lee, el niño seguramente lo hará”.
Aunque consideró “mejor la formación temprana”, el escritor y periodista aclaró que “la pasión lectora puede despertarse en cualquier etapa de la vida. Hay mucha gente que comienza en la tercera edad. Se puede vivir sin esta costumbre, pero una persona que lee es alguien con mejores proteínas y por eso trabajamos para que más personas lo hagan”.
Por su parte, la editora de Literatura Infantil y Juvenil de Penguin Random House, María Amelia Macedo, sostuvo que “no hay recetas infalibles” para incentivar el hábito, pero “es verdad que hogares y entornos lectores favorecen ese descubrimiento que es, en definitiva, muy subjetivo”.
En este sentido, resulta importante que los más chicos se relacionen con “adultos que no solo lean, sino que comenten sus lecturas, porque pueden transferir el disfrute; con maestros que amen la lectura y se apasionen por transmitir ese gusto. En definitiva, que estén en contacto con el mundo de los libros, la palabra, las ilustraciones, puede atraer a los niños a este universo”.
La profecía incumplida
Para Betina Cositorto, en esta época digital es “fundamental” buscar un equilibrio entre el tiempo dedicado a las pantallas y a los libros físicos, que también implica que los educadores hagan el “enorme esfuerzo” de acercarse a las nuevas tecnologías “para aprovecharlas como poderosas herramientas alfabetizadoras”.
No obstante, recordó que tanto la Organización Mundial de la Salud como los pediatras “desaconsejan que los niños menores a dos años estén frente a las pantallas y, además, es importante prestar atención a los tiempos, a veces excesivos, que pasan los chicos sentados solos frente a ellas”.
Y, aunque el e-book (libro digital) puede ser una alternativa estimulante de este siglo, Cositorto advirtió que el “boom” de la literatura juvenil consumida por nativos digitales igualmente elige los soportes físicos. “Así que la muerte del libro fue una profecía incumplida. Hoy, el formato papel está más vivo que nunca”, aseguró.
En otra línea, María Amelia Macedo sostuvo que “lo importante es centrar el foco en que los chicos lean. Entonces, el formato en el que logren hacerlo es variable. Hoy, sabemos que los libros infantiles y juveniles son los que más aumentaron su venta a nivel mundial; podemos decir que los jóvenes leen y mucho, y que consumen apasionadamente libros en ambos soportes”.
Propuestas para cada gusto
A la hora de acercar un libro a los primeros lectores, los autores y editores consultados por el Diario Hoy recomendaron atender a las temáticas que son de interés de los chicos. “Es fundamental tener en cuenta sus gustos y preferencias: si les gustan los aviones, los barcos, los dinosaurios o las plantas; encontrar revistas, folletos, artículos y libros informativos que fortalezcan la curiosidad natural de los niños es una estrategia simple y muy eficaz para incentivarlos”, subrayó Betina Cositorto, quien además hizo hincapié en la necesidad de “evaluar que la dificultad del texto sea acorde a la competencia lectora”.
Mientras que María Amelia Macedo, editora de Literatura Infantil y Juvenil de Penguin Random House, resaltó el catálogo de más de 400 títulos que dirige desde su espacio, con propuestas para niños “muy pequeños”, con libros de plástico, cartón, texturas, etc.; de licencias de personajes televisivos; como otros destinados a lectores ya afianzados.
Y, aunque “todo dependerá del gusto del chico o del adulto mediador”, recomendó clásicos como María Elena Walsh, autores nacionales como Silvia Schujer, Canela, Ema Wolf, Ana María Shua, Laura Devetach, Gustavo Roldán, Luis María Pescetti, Chanti, Pablo Bernasconi o Norma Huidobro, “entre muchos otros que destacan por su calidad literaria, valor estilístico, uso de la palabra o gráfica”.
“Mentiras y moretones” (Sudamericana, 2016). Compuesto por 24 relatos ilustrados, el último libro de Pablo Bernasconi es una de las propuestas contemporáneas más atractivas. Con profundo sentido metafórico, temas universales y la referencia a escritores como Oscar Wilde o Marcel Proust, el autor interpela, con más preguntas que respuestas, tanto a niños como adultos.
Planes para padres e hijos
La promoción del libro y la lectura son dos de los objetivos centrales de la Fundación El Libro, impulsora tanto de la Feria Internacional de Buenos Aires -cuya 43ª edición se realizará entre el 27 de abril y el 15 de mayo próximos en La Rural, en el corazón de Palermo- como de la Infantil y Juvenil, que en vacaciones de invierno celebrará su 27º aniversario, probablemente en el CCK.
En La Plata, en tanto, un evento de similares características tendrá lugar también durante el receso invernal, cuando en el Pasaje Dardo Rocha se lleve a cabo la 5ª Feria del Libro Ciudad de La Plata.
Fuente: Diario Hoy
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