Querido Ibsen: soy Nora / El don, por Griselda Gambaro

En abril del 2017 se publicó Querido Ibsen: soy Nora y El don, dos obras de la dramaturga Griselda Gambaro. En esta nota comentaremos un poco sobre la versión en papel de estas obras de teatro y te preguntamos ¿todo lo que funciona en el escenario, funciona también a la hora de ser leído?

Por Morena Fournier


Griselda Gambaro estrenó en 2013 y 2015 sus obras Querido Ibsen: soy Nora y El don, respectivamente. Recién en abril de este año se publicaron en formato libro, de la mano de Alfaguara, en una edición que incluye fotos de las obras y los nombres del elenco original.

Henrik Ibsen, autor de Casa de muñecas (1879)
Querido Ibsen… es una obra sobre una obra. Algo así como un Inception* teatral, que no por poco innovador es menos jugado. La obra en la que se basa Gambaro es Casa de muñecas, de Henrik Ibsen, una obra de 1879 donde el autor realiza una crítica social y política sobre el rol de la mujer y el capitalismo. Muy analizada e interpretada a lo largo de la historia, el personaje principal, Nora, encarna al ama de casa de clase media-alta que se cuestiona su rol en la sociedad después de un conflicto marital. Resumiendo: Nora es extorsionada por otro personaje, Krogstad, quien amenaza con contarle a Torvald (marido de Nora) sobre el préstamo monetario que ella le pidió y la falsificación de la firma que utilizó para conseguirlo, préstamo que utilizó para salvar a Torvald años atrás. A lo largo de la obra, Nora sufre una transformación cuando se enfrenta con una realidad de la cual siempre estuvo un poco aislada, rodeada de algodones. La obra, ya un clásico, es atrapante y aún actual desde muchos puntos de vista.
Belén Blanco como Nora

Griselda Gambaro tomó esta historia y la reformuló: Nora está cansada y frustrada en su rol de madre y esposa, y llama a Ibsen para que la ayude a entender qué sucede. Este Ibsen gambaresco es casi tan machista como el resto de los personajes masculinos: sabe lo que Nora está por enfrentar y, a pesar de las súplicas del personaje, no la ayuda a solucionar el conflicto. La subestima y la obliga a volver al rol de sumisión en el que está durante la mayor parte de la obra. Esta Nora no se transforma porque es otra, completamente diferente a la original. Los personajes son conscientes de su ficcionalidad y de la presencia de su creador, a quien interpelan constantemente.

Dicho de este modo, se trata de una obra ambiciosa, arriesgada. Ahora bien, de tan grande corre el riesgo de aplastarse a sí misma, y esto es lo que sucede con la obra en papel.

Partiendo de la falta de didascalias, se genera un vacío en la mente del lector: no sé sabe si es igual que la obra original, si la escena es otra, si la imagen de clase media que buscaba Ibsen también va a estar acá o si se trata de despojar esto para buscar otro primer impacto. Otro problema es el que se produce cuando queremos introducir algo muy grande dentro de otra cosa más pequeña: Gambaro resume la obra de Ibsen a conversaciones que escupen la historia-base, donde los personajes se reducen a sí mismos. Entonces no está Casa de muñecas pero tampoco está esa otra obra: sólo un puñado de diálogos aburridos.

Elenco original de Querido Ibsen: soy Nora
Lentamente el sentido de la obra de Ibsen se pierde en la de Gambaro, y al final no sólo queda nada de aquella Nora revolucionaria, sino que nos encontramos con una adaptación absolutamente libre y despojada de la carga que el autor le puso para vernos enredados en una larga lista de monólogos y conversaciones rebuscadas y poco entretenidas.

Belén Blanco y Cristina Banegas como Márgara y Sonia en El don
El don, por otro lado, toma el mito de Casandra** representándolo en Márgara, una señora que predice cosas buenas para la humanidad. Pero estas predicciones chocan con un contexto de violencia, crueldad e individualismo que no lo dejan ser. En este caso, a diferencia del anterior, sólo se tomó el mito como base. Entonces, la obra es casi nueva y la historia, en sí, es otra. Da vueltas sobre sí misma y por momentos resulta estática, pero el mensaje es claro. La lectura de El don resulta más amena, pero no por eso mejor que la anterior. A veces parece un poco forzada y algunas escenas se extienden por demás o simplemente resultan confusas.

Finalmente, pareciera ser que aunque una obra funcione sobre las tablas, no implica que lo haga a la hora de ser leída.


Sobre la autora

Griselda Gambaro nació en Buenos Aires en 1928. Es narradora y dramaturga. Como novelista ha publicado, entre otros, los libros Una felicidad con menos pena (1968), Nada que ver con otra historia (1972), Ganarse la muerte (1976), Dios no nos quiere contentos (1979), Lo impenetrable (1984), El mar que nos trajo (2001), Promesas y desvaríos (2004) y Después del día de fiesta (2005). Entre sus libros de cuentos, figuran Lo mejor que se tiene (1998) y Los animales salvajes (2006). Es autora de las obras de teatro El campo, Antígona furiosa, Penas sin importancia y La señora Macbeth, entre muchas otras. Alfaguara publicó sus ensayos sobre teatro en el volumen El teatro vulnerable (2014), y sus Relatos reunidos (2016).

Ha recibido numerosas distinciones, como las otorgadas por el Estado de Puebla y Guadalajara, la Unesco (filial México), el Fondo Nacional de las Artes, Argentores, la Fundación Di Tella, la Academia Argentina de Letras y la Fundación Guggenheim.

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*Inception (El Origen) es una película estadounidense de ciencia ficción escrita, producida y dirigida por Christopher Nolan y estrenada en 2010. Más información en Wikipedia

**Sobre el mito de Casandra pueden leerse en Mitos y leyendas

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