Es una de las áreas principales de la biblioteca. En este lugar, los bibliotecarios ayudan e instruyen a los usuarios a encontrar y elegir aquella información que necesitan.
Por: Rodrigo Lastreto
El bibliotecario Samuel Green sentó las bases del servicio de referencia cuando publicó, en octubre de 1876, el artículo "Personal Relations Between Librarians and Readers" (en el primer volumen de Library Journal) sobre el servicio de referencia.
Fue en este artículo, donde Green sugirió que el referencista debía desempeñar cuatro funciones:
1) Instruir al lector en el uso de la biblioteca. En la actualidad se usa “formar” en vez de “instruir”. Instruir es parte de la formación, si al usuario no lo formo en la función de buscar, no va a ser productivo para su desempeño dentro de la biblioteca. También, usamos la palabra “usuario” en vez de “lector”, y cuando se refiere a la palabra “uso” es todo: el funcionamiento de la biblioteca, las instalaciones y los libros.
En la actualidad, las bibliotecas son mucho más complejas, contienen más recursos en más formatos y soportes y sirven a una mayor cantidad de usuarios en muy diversas localizaciones.
La clave será: “Formar al usuario en el uso de la Biblioteca”.
2) Asistir al usuario en sus preguntas. Hacer todos los pasos necesarios/profesionales para ayudarlo con sus dudas. Si uno no sabe o no está preparado hay que derivar al usuario a alguien más especializado, por ejemplo, a otras bibliotecas.
Ante la pregunta de un usuario tengo tres opciones:
a) Doy la respuesta;
b) intento llegar a una respuesta;
c) derivarlo.
El referencista debe tener en claro si la pregunta que hace el usuario: “es adecuada a nuestro servicio”.
3) Ayudar al usuario en la selección de obras buenas. “Seleccionar” es igual que “elegir”. Se selecciona para acrecentar la colección, para descartar, etc. Se trata del vínculo entre el conocimiento que el bibliotecario tiene de las colecciones y las necesidades de los usuarios.
Cuando se refiere a “Obras buenas” es igual a la “obra más adecuada”, lo que mejor represente el pedido del usuario. Con el aumento de recursos electrónicos, el referencista recomienda fuentes y estrategias de búsqueda en casi cada una de las interacciones con los usuarios de la biblioteca.
Lo primordial será: “Ayudarlo en la selección de la obra más adecuada”.
4) Promover la biblioteca dentro de la comunidad. “Promover” es igual que “publicitarla”, “recomendarla”, el boca a boca es lo más importante. Se debe realizar en cualquier comunidad donde esté presente la biblioteca.
La visibilidad de la biblioteca dentro de la sociedad es clave. La utilización de las diferentes redes sociales para lograr este objetivo es uno de los puntos más importantes a tener en cuenta por los bibliotecarios y las instituciones.
Aunque haya pasado más de una centuria de la publicación de este artículo de Samuel Green, estas cuatro funciones siguen siendo el núcleo duro del servicio de referencia en la actualidad.
Para concluir podemos decir que el servicio de referencia es:
Referencia:
García, Irma Luz; Portugal, Mercedes (2009) El servicio de referencia: una propuesta integradora. Buenos Aires: Alfagrama
Por: Rodrigo Lastreto
Sala de lectura Rose en la Biblioteca Pública de Nueva York. |
El bibliotecario Samuel Green sentó las bases del servicio de referencia cuando publicó, en octubre de 1876, el artículo "Personal Relations Between Librarians and Readers" (en el primer volumen de Library Journal) sobre el servicio de referencia.
Fue en este artículo, donde Green sugirió que el referencista debía desempeñar cuatro funciones:
1) Instruir al lector en el uso de la biblioteca. En la actualidad se usa “formar” en vez de “instruir”. Instruir es parte de la formación, si al usuario no lo formo en la función de buscar, no va a ser productivo para su desempeño dentro de la biblioteca. También, usamos la palabra “usuario” en vez de “lector”, y cuando se refiere a la palabra “uso” es todo: el funcionamiento de la biblioteca, las instalaciones y los libros.
En la actualidad, las bibliotecas son mucho más complejas, contienen más recursos en más formatos y soportes y sirven a una mayor cantidad de usuarios en muy diversas localizaciones.
La clave será: “Formar al usuario en el uso de la Biblioteca”.
2) Asistir al usuario en sus preguntas. Hacer todos los pasos necesarios/profesionales para ayudarlo con sus dudas. Si uno no sabe o no está preparado hay que derivar al usuario a alguien más especializado, por ejemplo, a otras bibliotecas.
Ante la pregunta de un usuario tengo tres opciones:
a) Doy la respuesta;
b) intento llegar a una respuesta;
c) derivarlo.
El referencista debe tener en claro si la pregunta que hace el usuario: “es adecuada a nuestro servicio”.
3) Ayudar al usuario en la selección de obras buenas. “Seleccionar” es igual que “elegir”. Se selecciona para acrecentar la colección, para descartar, etc. Se trata del vínculo entre el conocimiento que el bibliotecario tiene de las colecciones y las necesidades de los usuarios.
Cuando se refiere a “Obras buenas” es igual a la “obra más adecuada”, lo que mejor represente el pedido del usuario. Con el aumento de recursos electrónicos, el referencista recomienda fuentes y estrategias de búsqueda en casi cada una de las interacciones con los usuarios de la biblioteca.
Lo primordial será: “Ayudarlo en la selección de la obra más adecuada”.
4) Promover la biblioteca dentro de la comunidad. “Promover” es igual que “publicitarla”, “recomendarla”, el boca a boca es lo más importante. Se debe realizar en cualquier comunidad donde esté presente la biblioteca.
La visibilidad de la biblioteca dentro de la sociedad es clave. La utilización de las diferentes redes sociales para lograr este objetivo es uno de los puntos más importantes a tener en cuenta por los bibliotecarios y las instituciones.
Aunque haya pasado más de una centuria de la publicación de este artículo de Samuel Green, estas cuatro funciones siguen siendo el núcleo duro del servicio de referencia en la actualidad.
Para concluir podemos decir que el servicio de referencia es:
La ayuda personal que brinda el bibliotecario al usuario que busca información.
Referencia:
García, Irma Luz; Portugal, Mercedes (2009) El servicio de referencia: una propuesta integradora. Buenos Aires: Alfagrama
Muchas veces los usuarios internos y externos llegan desorientados a la biblioteca y uno como referencista es quién ubica al usuario sobre como buscar el material bibliografico así como orientarlo sobre el servicio de la biblioteca
ResponderEliminarMuy bueno el artículo!
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