Fueron grandes centros del saber en sus respectivas épocas pero hoy no queda nada de ellas debido, principalmente, al fanatismo. El saqueo y quema de bibliotecas ha sido una práctica tan ancestral como atroz. En algunos casos, estas instituciones han sido reconstruidas aunque jamás podrán recuperar el valiosísimo material perdido.
Fuente: Libertad Digital
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