Este es el primer y más completo retrato de una carrera cuyos éxitos trascienden los límites del deporte. Mientras Manu transita su retiro después de 23 años en el deporte, esta edición definitiva no solo explica su trayectoria o sus triunfos, sino que proyecta un legado que ya es tan o más impactante que sus logros e imagina el devenir de su futuro. Esta completa biografía de Manu, estará en las librerías a partir del 1° de septiembre.
Título: Manu
Subtítulo: El cielo con las manos
Autor: Daniel Frescó
Sello: AGUILAR
Precio sin IVA: $ 499,00
Fecha publicación: 09/2018
Idioma: Español
Formato, páginas: RÚSTICA, 384
Medidas: 15,5 X 23 mm
ISBN: 9789877352030
Temáticas: Biografías, Deportes
Colección: Aguilar
SINOPSIS:
Se trata de un relato apasionante y exhaustivo, pleno de anécdotas que revela aspectos desconocidos de Ginóbili: la vocación casi genética por el básquet, la obsesión por crecer y la audacia por alcanzar un destino para el que se sabía predestinado.
La fuerza de voluntad, la decisión inconmovible de triunfar, el talento, la inteligencia y una rara habilidad para llegar al lugar indicado en el momento justo confluyeron para dar forma al destino singular de Emanuel Ginóbili, el más grande jugador de básquet de la Argentina de todos los tiempos y uno de los mejores del mundo. El escritor y periodista Daniel Frescó reconstruye esa vida única mediante una minuciosa investigación que incluye testimonios de familiares, amigos y compañeros, desde la llegada de su bisabuelo a Bahía Blanca, la integración y desarrollo de su familia en la ciudad, y su infancia hasta la consagración en el básquet mundial con la obtención de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Grecia y cuatro anillos de la NBA. El resultado de esta investigación demuestra que la forja de una personalidad como la de Manu no es producto del azar o la buena fortuna sino de la tenacidad individual, de sus orígenes, de un entorno, de un momento y hasta de un país.
Su ascenso es el paradigma del argentino que conquista el mundo pero detrás de la imagen pública se esconde una persona humilde, fiel a sus afectos y dispuesto a superar todos los contratiempos a fuerza de inteligencia y constancia. Este relato apasionante y exhaustivo, pleno de anécdotas, revela aspectos desconocidos de Ginóbili: la vocación casi genética por el básquet, la obsesión por crecer y la audacia para alcanzar un objetivo para el cual, de algún modo, se sabía predestinado. Manu. El cielo con las manos, el primer y más completo libro sobre Emanuel Ginóbili, entrega el retrato preciso de una vida y de una carrera cuyos éxitos trascienden los límites del deporte. A trece años de su publicación y cuando Manu transita el retiro de la actividad, se impone una edición definitiva no simplemente para explicar su trayectoria o sus triunfos sino para realizar una proyección de un legado, que ya es tan o más impactante que sus logros, e imaginar el devenir de su futuro. Grandes estrellas y leyendas de la NBA; entrenadores de altísimo nivel; compañeros y excompañeros de los Spurs y la Selección Argentina; los jóvenes basquetbolistas que toman su bandera; atletas que compartieron con él Juegos Olímpicos; referentes nacionales e internacionales de otros deportes y actividades terminan de redondear con valiosísimos conceptos la trascendencia de su figura. Todo ello para completar un libro que abarca generaciones, atraviesa los siglos XX y XXI, y muestra al Manu íntegro que delinea un inmenso legado que perdurará por siempre.
EL ADIÓS DE MANU:
PRÓLOGO A LA EDICIÓN DEFINITIVA
Cuando a fines de 2004 comencé a dar forma a la idea de un libro sobre Emanuel Ginóbili, enseguida me convencí de que para poder entender las claves de un fenómeno de tal magnitud tendría que hacer una investigación exhaustiva que no se agotara en el relato de su historia de vida. El hecho de que un jugador argentino hubiese llegado a la elite del básquet mundial y obtuviese logros inéditos hasta entonces hacía imprescindible esa búsqueda. No se trataba sólo de desentrañar la génesis de sus proezas deportivas —muchas de las cuales aún estaban por llegar— sino de intentar una aproximación que pudiera explicar la dimensión que había alcanzado en un plano más integral y completo. Me motivó también una curiosidad personal y profesional de conocer a fondo la historia de quien viniendo del básquet, un deporte que no es de los más populares del país, había logrado conquistar el corazón de los argentinos e ingresar en el reducido círculo de los máximos ídolos. Suponía que detrás de sus resonantes triunfos debía haber una historia que merecía ser contada.
Debo reconocer que los resultados de la investigación superaron ampliamente mis expectativas. Es que el fenómeno Ginóbili sólo resulta entendible buceando en sus raíces más profundas y en el contexto en el que Emanuel nació y se desarrolló. Si su historia fascina, es porque constituye una parábola sobre el destino, la fuerza de voluntad, la obsesión sin límites, el talento, la inteligencia y la paciencia para tejer un objetivo para el cual, de algún modo, se está predestinado. No es la historia de alguien común sino de alguien muy singular.
Hurgar en el surgimiento de Bahía Blanca, su ciudad natal; adentrarme en el mundo de la masiva inmigración italiana de comienzos del siglo XX, época en la que David Nazareno Ginóbili, su bisabuelo, llegó a la Argentina; poder confirmar la voluntad y el esfuerzo de quienes vinieron con una mano atrás y otra adelante para integrarse a un nuevo país y lograr desarrollarse, fueron retazos ineludibles que me permitieron comenzar a encontrar las respuestas que buscaba. Si a eso se suma el surgimiento de los clubes de barrio como una de las formas más acabadas de aquella integración, con dirigentes pioneros como lo fue su abuelo Primo Ginóbili, y vinculado también con la aparición del básquet que llegó de la mano de los ingleses que trabajaban en el ferrocarril y que se ramificó en cada esquina de la ciudad y que su hijo Jorge, el papá de Manu, practicó con pasión, el cuadro empieza a completarse. Y que termina de entenderse en el contexto en el que Manu surgió. Es que Emanuel Ginóbili nació en una familia especial, en cuya casa del Pasaje Vergara 14, de Bahía Blanca —considerada por todos como una prolongación del club de barrio—, se respiraba básquet en cada rincón. El padre, Jorge, fue jugador, técnico y directivo y transmitió a sus hijos a través del ejemplo cotidiano el amor por ese deporte y una filosofía de vida regida por conductas virtuosas sutiles pero rígidas. Raquel, la madre, que acompaña con dulzura el fervor de su familia, se ocupó con gran esmero de la formación intelectual y moral de sus hijos y supo poner límites cuando fue necesario. Los dos hermanos mayores, Leandro y Sebastián, se entusiasmaron desde pequeños con el básquet y lo jugaron con calidad. Fueron dos espejos en los cuales Manu buscó reflejarse. Como si se tratara de una extensión natural de la familia, creció entre un grupo incontable de amigos, muchos de ellos personajes importantes de este deporte, que se reunían en esta mítica casa para seguir los partidos en la charla posterior, las anécdotas y las estrategias.
A ese entorno familiar hay que agregar el club de barrio, Bahiense del Norte, ubicado apenas a cien metros del domicilio de los Ginóbili y segundo hogar de Manu, ejemplar formador de jóvenes, que preserva desde su fundación un clima difícil de encontrar en otros lugares. Todo esto ocurre además en una ciudad, Bahía Blanca, considerada capital nacional del básquet, donde este deporte despierta la misma pasión que el fútbol o incluso más. Así, desde muy chico, Emanuel supo aprovechar al máximo este contexto y extraer lo mejor de él. Si se suman su inteligencia, su mentalidad ganadora, su sacrificio y entrega, no es extraño que Manu haya apostado siempre, con humildad, a ser el mejor de todos.
Poder escribir su vida fue una experiencia que me permitió conectarme con los mejores valores de esa familia, del club de barrio, de su gente y de toda una ciudad. Gracias a ellos, que me abrieron las puertas de sus casas y también sus corazones en prolongadas entrevistas, pude conocer detalles inéditos y reconstruir paso a paso cada una de sus etapas personales y profesionales; en otras palabras, saber cómo se gestó el ídolo...
SOBRE EL AUTOR:
Daniel Frescó (1960) ejerce el periodismo desde los dieciocho años. Se inició en Radio Continental, Radio Mitre y el diario Clarín, y luego pasó al periodismo televisivo. Fue cronista de Canal 11 y Telefé durante catorce años. Se desempeñó como productor ejecutivo en Telefé y América TV y como gerente de noticias de la Televisión Pública.
Su primer libro, Secuestros S. A. (2004), es una exhaustiva investigación sobre los secuestros extorsivos en la Argentina. En 2005 publicó Manu. El cielo con las manos, la primera biografía de Emanuel Ginóbili, que ahora completa con esta edición definitiva; en 2013, Sergio Kun Agüero. Mi Historia -traducido y editado luego en Inglaterra, China y Rusia- y en 2015, Enfermo de fútbol, su primera novela. Actualmente dirige su consultora de social media y de asesoría para medios de comunicación.
Twitter: @DanielFresco
Instagram: @danielfrescook
Daniel Frescó, autor de Manu, el cielo con las manos:
VÉASE ADEMÁS:
Dorados y eternos, de Pablo Pokorski y Matías Baldo
La historia de la Generación Dorada del básquet argentino que con jugadores como Ginóbili, Scola, Oberto y Nocioni venció al Dream Team estadounidense, ganó los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y llegó a la cima del deporte mundial.
Por: Rodrigo Lastreto
Reseña: click aquí
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Título: Manu
Subtítulo: El cielo con las manos
Autor: Daniel Frescó
Sello: AGUILAR
Precio sin IVA: $ 499,00
Fecha publicación: 09/2018
Idioma: Español
Formato, páginas: RÚSTICA, 384
Medidas: 15,5 X 23 mm
ISBN: 9789877352030
Temáticas: Biografías, Deportes
Colección: Aguilar
SINOPSIS:
Se trata de un relato apasionante y exhaustivo, pleno de anécdotas que revela aspectos desconocidos de Ginóbili: la vocación casi genética por el básquet, la obsesión por crecer y la audacia por alcanzar un destino para el que se sabía predestinado.
La fuerza de voluntad, la decisión inconmovible de triunfar, el talento, la inteligencia y una rara habilidad para llegar al lugar indicado en el momento justo confluyeron para dar forma al destino singular de Emanuel Ginóbili, el más grande jugador de básquet de la Argentina de todos los tiempos y uno de los mejores del mundo. El escritor y periodista Daniel Frescó reconstruye esa vida única mediante una minuciosa investigación que incluye testimonios de familiares, amigos y compañeros, desde la llegada de su bisabuelo a Bahía Blanca, la integración y desarrollo de su familia en la ciudad, y su infancia hasta la consagración en el básquet mundial con la obtención de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Grecia y cuatro anillos de la NBA. El resultado de esta investigación demuestra que la forja de una personalidad como la de Manu no es producto del azar o la buena fortuna sino de la tenacidad individual, de sus orígenes, de un entorno, de un momento y hasta de un país.
Su ascenso es el paradigma del argentino que conquista el mundo pero detrás de la imagen pública se esconde una persona humilde, fiel a sus afectos y dispuesto a superar todos los contratiempos a fuerza de inteligencia y constancia. Este relato apasionante y exhaustivo, pleno de anécdotas, revela aspectos desconocidos de Ginóbili: la vocación casi genética por el básquet, la obsesión por crecer y la audacia para alcanzar un objetivo para el cual, de algún modo, se sabía predestinado. Manu. El cielo con las manos, el primer y más completo libro sobre Emanuel Ginóbili, entrega el retrato preciso de una vida y de una carrera cuyos éxitos trascienden los límites del deporte. A trece años de su publicación y cuando Manu transita el retiro de la actividad, se impone una edición definitiva no simplemente para explicar su trayectoria o sus triunfos sino para realizar una proyección de un legado, que ya es tan o más impactante que sus logros, e imaginar el devenir de su futuro. Grandes estrellas y leyendas de la NBA; entrenadores de altísimo nivel; compañeros y excompañeros de los Spurs y la Selección Argentina; los jóvenes basquetbolistas que toman su bandera; atletas que compartieron con él Juegos Olímpicos; referentes nacionales e internacionales de otros deportes y actividades terminan de redondear con valiosísimos conceptos la trascendencia de su figura. Todo ello para completar un libro que abarca generaciones, atraviesa los siglos XX y XXI, y muestra al Manu íntegro que delinea un inmenso legado que perdurará por siempre.
«Es un campeón, un gran competidor y uno de los mejores Spurs. Fue muy divertido jugar contra él todos estos años.»
LeBron James
«Manu será recordado por siempre.»
Lionel Messi
«Conservó ese fuego interno y ese deseo interior de seguir ganando.»
Roger Federer
«Su carrera nos dice a todos que se puede.»
Jorge Valdano
«Es un campeón. Soy fan de Manu. Quisiera saber dónde está esa fuente de la juventud.»
Stephen Curry
EL ADIÓS DE MANU:
Con una gran mezcla de emociones les cuento que decidí retirarme del básquet. ENORME GRATITUD para mi familia, amigos, compañeros, DTs, staff, aficionados y todos los que fueron parte de mi vida en estos 23 años. Fue un viaje fabuloso que superó cualquier tipo de sueño. GRACIAS! pic.twitter.com/FtFqpTwFRq— Manu Ginobili (@manuginobili) 27 de agosto de 2018
PRÓLOGO A LA EDICIÓN DEFINITIVA
Cuando a fines de 2004 comencé a dar forma a la idea de un libro sobre Emanuel Ginóbili, enseguida me convencí de que para poder entender las claves de un fenómeno de tal magnitud tendría que hacer una investigación exhaustiva que no se agotara en el relato de su historia de vida. El hecho de que un jugador argentino hubiese llegado a la elite del básquet mundial y obtuviese logros inéditos hasta entonces hacía imprescindible esa búsqueda. No se trataba sólo de desentrañar la génesis de sus proezas deportivas —muchas de las cuales aún estaban por llegar— sino de intentar una aproximación que pudiera explicar la dimensión que había alcanzado en un plano más integral y completo. Me motivó también una curiosidad personal y profesional de conocer a fondo la historia de quien viniendo del básquet, un deporte que no es de los más populares del país, había logrado conquistar el corazón de los argentinos e ingresar en el reducido círculo de los máximos ídolos. Suponía que detrás de sus resonantes triunfos debía haber una historia que merecía ser contada.
Debo reconocer que los resultados de la investigación superaron ampliamente mis expectativas. Es que el fenómeno Ginóbili sólo resulta entendible buceando en sus raíces más profundas y en el contexto en el que Emanuel nació y se desarrolló. Si su historia fascina, es porque constituye una parábola sobre el destino, la fuerza de voluntad, la obsesión sin límites, el talento, la inteligencia y la paciencia para tejer un objetivo para el cual, de algún modo, se está predestinado. No es la historia de alguien común sino de alguien muy singular.
Hurgar en el surgimiento de Bahía Blanca, su ciudad natal; adentrarme en el mundo de la masiva inmigración italiana de comienzos del siglo XX, época en la que David Nazareno Ginóbili, su bisabuelo, llegó a la Argentina; poder confirmar la voluntad y el esfuerzo de quienes vinieron con una mano atrás y otra adelante para integrarse a un nuevo país y lograr desarrollarse, fueron retazos ineludibles que me permitieron comenzar a encontrar las respuestas que buscaba. Si a eso se suma el surgimiento de los clubes de barrio como una de las formas más acabadas de aquella integración, con dirigentes pioneros como lo fue su abuelo Primo Ginóbili, y vinculado también con la aparición del básquet que llegó de la mano de los ingleses que trabajaban en el ferrocarril y que se ramificó en cada esquina de la ciudad y que su hijo Jorge, el papá de Manu, practicó con pasión, el cuadro empieza a completarse. Y que termina de entenderse en el contexto en el que Manu surgió. Es que Emanuel Ginóbili nació en una familia especial, en cuya casa del Pasaje Vergara 14, de Bahía Blanca —considerada por todos como una prolongación del club de barrio—, se respiraba básquet en cada rincón. El padre, Jorge, fue jugador, técnico y directivo y transmitió a sus hijos a través del ejemplo cotidiano el amor por ese deporte y una filosofía de vida regida por conductas virtuosas sutiles pero rígidas. Raquel, la madre, que acompaña con dulzura el fervor de su familia, se ocupó con gran esmero de la formación intelectual y moral de sus hijos y supo poner límites cuando fue necesario. Los dos hermanos mayores, Leandro y Sebastián, se entusiasmaron desde pequeños con el básquet y lo jugaron con calidad. Fueron dos espejos en los cuales Manu buscó reflejarse. Como si se tratara de una extensión natural de la familia, creció entre un grupo incontable de amigos, muchos de ellos personajes importantes de este deporte, que se reunían en esta mítica casa para seguir los partidos en la charla posterior, las anécdotas y las estrategias.
A ese entorno familiar hay que agregar el club de barrio, Bahiense del Norte, ubicado apenas a cien metros del domicilio de los Ginóbili y segundo hogar de Manu, ejemplar formador de jóvenes, que preserva desde su fundación un clima difícil de encontrar en otros lugares. Todo esto ocurre además en una ciudad, Bahía Blanca, considerada capital nacional del básquet, donde este deporte despierta la misma pasión que el fútbol o incluso más. Así, desde muy chico, Emanuel supo aprovechar al máximo este contexto y extraer lo mejor de él. Si se suman su inteligencia, su mentalidad ganadora, su sacrificio y entrega, no es extraño que Manu haya apostado siempre, con humildad, a ser el mejor de todos.
Poder escribir su vida fue una experiencia que me permitió conectarme con los mejores valores de esa familia, del club de barrio, de su gente y de toda una ciudad. Gracias a ellos, que me abrieron las puertas de sus casas y también sus corazones en prolongadas entrevistas, pude conocer detalles inéditos y reconstruir paso a paso cada una de sus etapas personales y profesionales; en otras palabras, saber cómo se gestó el ídolo...
SOBRE EL AUTOR:
Daniel Frescó (1960) ejerce el periodismo desde los dieciocho años. Se inició en Radio Continental, Radio Mitre y el diario Clarín, y luego pasó al periodismo televisivo. Fue cronista de Canal 11 y Telefé durante catorce años. Se desempeñó como productor ejecutivo en Telefé y América TV y como gerente de noticias de la Televisión Pública.
Su primer libro, Secuestros S. A. (2004), es una exhaustiva investigación sobre los secuestros extorsivos en la Argentina. En 2005 publicó Manu. El cielo con las manos, la primera biografía de Emanuel Ginóbili, que ahora completa con esta edición definitiva; en 2013, Sergio Kun Agüero. Mi Historia -traducido y editado luego en Inglaterra, China y Rusia- y en 2015, Enfermo de fútbol, su primera novela. Actualmente dirige su consultora de social media y de asesoría para medios de comunicación.
Twitter: @DanielFresco
Instagram: @danielfrescook
Daniel Frescó, autor de Manu, el cielo con las manos:
VÉASE ADEMÁS:
Dorados y eternos, de Pablo Pokorski y Matías Baldo
La historia de la Generación Dorada del básquet argentino que con jugadores como Ginóbili, Scola, Oberto y Nocioni venció al Dream Team estadounidense, ganó los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y llegó a la cima del deporte mundial.
Por: Rodrigo Lastreto
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