La increíble y moderna Biblioteca Pública de Calgary, en Canadá

En su interior puedes jugar, reír, inspirarte... o leer en el más absoluto silencio. Ofrecer espacios para todo tipo de personas y actividades, para la interacción y el intercambio social, para estudiar y aprender, para la tranquilidad y la introspección.

¿Puede una biblioteca ser el corazón de una ciudad? En el caso de Calgary, la urbe más grande de Alberta (en Canadá), parece que sí. Aquí, más de la mitad de la población -que consta de 1,2 millones de personas- posee tarjeta de usuario de alguna biblioteca pública, de modo que el lugar en el que se emplaza la Central Library, la más grande e importante de todas, se le ha prestado mucha atención. Tanto es así que su construcción ha resultado en la mayor inversión del Ayuntamiento desde que se celebraran allí los Juegos Olímpicos de Invierno, en 1988.

Belleza arquitectónica. © Snøhetta

Debido a su alta afiliación, el sistema público de bibliotecas de Calgary "desempeña un papel importante a la hora de conectar residentes procedentes de todos los ámbitos de la vida", explican desde Snøhetta, el estudio arquitectónico encargado de proyectar el edificio. "En consecuencia, la nueva Biblioteca Central fue catalizada a través de un importante proceso de compromiso público. En 2012 se llevaron a cabo una serie de programas en los que más de 16.000 personas aportaron información sobre lo que esperaban de la Biblioteca, sobre su papel y su función dentro de la comunidad".

El resultado es una construcción que atrapa la vista con su belleza orgánica, y en el que Snøhetta y la firma de diseño multidisciplinar DIALOG han conseguido "ofrecer espacios para todo tipo de personas y actividades, para la interacción y el intercambio social, para estudiar y aprender, para la tranquilidad y la introspección, para defender la función cívica única que las bibliotecas ofrecen hoy en día", según explican.

Una construcción que atrapa la vista © Snøhetta

Para ello, los creadores han tenido que integrar el tren que pasaba por la parcela en una trayectoria de media luna -partiendo la ciudad en dos- dentro del propio edificio. "En respuesta, el diseño levanta la entrada principal sobre la línea de tren encapsulada. Suaves pendientes con terrazas se elevan hasta el corazón del edificio, permitiendo que las personas que llegan desde todas las direcciones interactúen con la biblioteca. Anfiteatros al aire libre ubicados en las terrazas brindan espacios para que las personas se sienten y los programas de la biblioteca se derramen hacia afuera. Lo que se ha plantado, fuertemente relacionado con el paisaje nativo, acerca las montañas y praderas de Calgary hacia el paisaje urbano y alinea las calles circundantes de la plaza con olmos y álamos. Al servir como un portal y un puente, la plaza de entrada cura la costura que anteriormente dividía estos dos vecindarios y restablece las conexiones visuales y peatonales en todo el sitio", explican desde Snøhetta.

Dentro, además, la crudeza de la paleta de materiales -que se presentan con acabados sencillos, y se basan, sobre todo, en la madera- está destinada a dar a las personas la sensación de que "la biblioteca es un espacio de participación, en lugar de un depósito sagrado para los libros", continúan. Tanto es así, que su organización se ha llevado a cabo a partir de lo más divertido... hasta llegar a lo más serio.

"Organizado en un espectro que abarca desde 'Diversión' hasta 'Seriedad', el programa de la biblioteca ubica las actividades públicas más animadas en los pisos inferiores, pasando gradualmente a áreas de estudio más tranquilas en los niveles superiores, como una espiral hacia arriba. A nivel de la calle, una serie de salas de usos múltiples se alinean en el perímetro del edificio, mejorando la conectividad entre el interior y el exterior. En la planta baja, una biblioteca para niños ofrece casas de juegos con espacio para manualidades y actividades basadas en el dibujo, programas de alfabetización temprana y una experiencia de juego en el interior de todo el espacio".

Pensando en los niños © Snøhetta

De esta manera, en la planta más alta está la Gran Sala de Lectura, "concebida como un joyero escondido dentro de la biblioteca, que proporciona un espacio para el estudio concentrado y la inspiración. A ella se accede a través de un espacio de transición con luz y acústicas suavizadas", cuentan sus creadores, demostrando que en una biblioteca caben todo tipo de personas y de funciones... y dándonos unas ganas horribles de quedarnos a vivir en Calgary.