Olga Tokarczuk y Peter Handke, premios Nobel de Literatura

Ya hay fumata blanca en la Academia Sueca: Olga Tokarczuk y Peter Handke son los ganadores del premio Nobel de Literatura 2019, según anunció poco después de la una de la tarde Mats Malm, el secretario permanente de la Academia Sueca, quien destacó, de la autora polaca, “una imaginación narrativa que, con una pasión enciclopédica, simboliza la superación de las fronteras como forma de vida” y, del austriaco, una obra que “llena de ingenuidad lingüística, ha explorado la periferia y la singularidad de la experiencia humana”.



El galardón literario más prestigioso del mundo ha sido fallado (y duplicado) tras la suspensión de la convocatoria del 2018 por los escándalos internos de la institución sueca. Llega la hora de la literatura y del descubrimiento de los universos de sus obras, tras un culebrón poco edificante que ha incluido acusaciones de acoso sexual y violaciones, además de corrupción y filtración de algunos veredictos anteriores.

Olga Tokarczuk

La polaca Olga Tokarczuk, de 57 años, nacida en Sulechów, ganó el año pasado con su novela ‘Los errantes’ -que Anagrama publicará a finales de este mes en castellano, y Rata Books en catalán con el título de ‘Cos’- el Man Booker Internacional, cuyo jurado la definió como “una escritora de maravillosa agudeza, imaginación y estilo literario”. Licenciada en Psicología y especialista en Karl Jung, ha publicado ocho novelas, dos colecciones de cuentos y algún poemario.

Sus dos obras más conocidas hasta ahora son ‘Un lugar llamado antaño’ (1996) y ‘Sobre los huesos de los muertos’ (2009), un thriller metafísico y ecologista adaptado al cine por Agnieszka Holland y protagonizado por una ingeniera de caminos retirada que enseña inglés en una escuela rural del montañoso suroeste de Polonia, y que deberá afrontar una serie de asesinatos de cazadores furtivos.

La escritora Olga Tokarczuk. (AGENCJA GAZETA / Reuters)

La obra de Tokarczuk, muy variada, mezcla lo real con lo metafísico, une lo racional y lo irracional, con personajes cuyas biografías y personalidades se entrecruzan conformando un fresco de grandes dimensiones, una especie de puzzle trascendente. “No poseo propiamente una biografía muy clara –declaró la autora en un acto en el Instituto del Libro Polaco-, algo que pueda contar de modo interesante. Me compongo más bien de esos personajes que han surgido de mi mente, que me he inventado. Soy todos ellos, gracias a ellos tengo una biografía con muchas tramas, enorme, ellos me definen mejor que nada”.

Activista de izquierdas y vegetariana, es una firme opositora al gobierno conservador nacionalista del partido Derecho y Justicia (PiS). Hija de maestros y madre de un hijo, “es una mística que busca la verdad”, según ha declarado su amiga Kinga Dunin a Afp.

Peter Handke

El austríaco Peter Handke, de 76 años, residente en Chaville (Francia), fue polémico por sus posturas en la guerra de los Balcanes de los años 90, donde apoyó ciertas posiciones de Serbia, criticó la manipulación de los medios de comunicación occidentales y llegó a asistir al funeral de Slobodan Milosevic. Por ese motivo, se dijo que se había caído de las quinielas del premio Nobel. Él reflejó su postura, mucho más rica, compleja y matizada, en su libro ‘Un viaje de invierno a los ríos Danubio, Save, Morava y Drina, o justicia para Serbia’. Dramaturgo y novelista, es autor de obras como ‘El miedo del portero ante el penalty’ (1970), ‘En una noche oscura salí de mi casa sosegada’ (2000) o ‘La gran caída’ (2014). Como cineasta, realizó, junto a su amigo Wim Wenders, todo un clásico como ‘El cielo sobre Berlín’ (1987).

Gran conocedor de España, que visitó por primera vez en 1972,cuando asistió a una corrida de toros en Valencia, ha sido influido por Cervantes, Teresa de Jesús, Antonio Machado o María Zambrano. Escribió en Linares (Jaén) su ‘Ensayo sobre el cansancio’; y en Soria su ‘Ensayo sobre el jukebox’.

El novelista Peter Handke. (GEORG HOCHMUTH / EFE)

Un año con dos Nobel es lo más parecido a un planeta con dos soles. Los laureados compartirán honores y, en principio, deberán asistir a la ceremonia de entrega del 10 de diciembre -donde es tradición que el premiado en Literatura realice un brindis ante los reyes de Suecia y el resto de invitados- y, unos días antes, pronunciar su tradicional discurso de agradecimiento. Este año atípico, pues, se esperan dos discursos y dos brindis.

Fuente: La Vanguardia

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