¿Cuántos libros deberían tener los niños para cosechar los beneficios de la lectura?

Tener libros en casa equipara a los jóvenes con gustos, habilidades y conocimientos que retendrán toda la vida, y que impactarán su capacidad literaria, numérica y en tecnologías de la comunicación y la información.


Tener libros en casa en la niñez impacta las capacidad literaria, numérica y para las tecnologías de la comunicación y la información. Foto: Shutterstock

¿Cree que los niños del siglo XXI necesitan otras habilidades prácticas por sobre la lectura de cuentos por placer? Las ciencias sociales le dirán que los niños inmersos en entornos orientados al libro se benefician en su posterior desarrollo educativo y en su posición profesional, según el Programa para la valoración internacional de competencias de adultos, que sondeó a personas de 31 países entre 2011 y 2015.


Tener libros en casa equipara a los jóvenes con gustos, habilidades y conocimientos que retendrán toda la vida, y que impactarán su capacidad literaria, numérica y en tecnologías de la comunicación y la información.


Los autores del sondeo multinacional estudiaron a 160.000 adultos y encontraron que no se trata de una enorme biblioteca. Entre 80 y 350 libros en un hogar resulta en adultos que, aunque apenas logren llegar a terminar la secundaria, “son tan hábiles en lectura, números y tecnología como graduados universitarios que crecieron con un puñado de libros”.


Ochenta libros son apenas un par de estantes. Los 350 tal vez se tomarán la pared de una habitación pequeña. Pero ocuparán un gran espacio en la vida de sus hijos.


El lector tiene derecho a preferir cualquier cosa, sean cómics o libros de biología. Foto: Shutterstock


A construir la primera biblioteca casera del niño

La educadora y promotora de lectura guayaquileña Rosa Elena Pogo, quien como parte del programa de promoción de lectura Sueños de Papel ha desarrollado la campaña “Rincones de lectura”, dice estar convencida de que el lector se forma en casa, “desde el momento en que los padres comparten sus primeras palabras, cantan sus primeras canciones, juegan sus primeros juegos de palabras”.


El adulto es el libro sin páginas del niño. “Se convierte en un acompañante de lectura para toda la vida, pues ha despertado en ellos un interés por los libros y las historias, y lo que viene a continuación es consecuencia de esa etapa”.


¿Qué viene a continuación? Rincones de lectura y miniblibiotecas, espacios mágicos y acogedores. Antes de que se desanime pensando que serán mucho trabajo, Rosa Pogo tiene algunas recomendaciones:


* No renuncie por falta de presupuesto. Es simplemente un lugar sencillo, el menos ruidoso de la casa (o en los alrededores de ella). Basta con una manta, almohadas, hamaca, colchoneta y libreros sencillos que se hacen con retazos de tela, cartones, gavetas…

* Use su creatividad, pero que no excluya a los niños de la construcción, porque deben ser los primeros participantes.

* No será la esquina para estudiar ni para hacer los deberes. Es el lugar de la lectura espontánea, por placer.


"Las personas pueden rechazar la lectura, pero la lectura no a las personas", Daniel Pennac. Foto: Shutterstock


Leer es más que estudiar

“Más importante es leer que estudiar”, sostiene la librera Margarita Barriga de Baquerizo, haciendo eco de la afirmación del popular escritor brasileño Ziraldo.


“Estoy convencida de que la literatura debe ser la prioridad en todos los estudios”, insiste Margarita“especialmente ahora que los niños, por la situación tan dura que nos ha tocado vivir, se han alejado de la lectura y de la compañía que ella puede brindarles en el proceso vivencial”.


Esto último significa escuchar a los niños sobre lo que disfrutan, los cuentos que les gustan, los libros que vuelven a leer siempre. “En esos temas”, dice Rosa Pogo, “podemos ir descubriendo las preferencias lectoras de los niños y así poco a poco haremos que ese rincón vaya creciendo, de acuerdo a esos intereses”.


¿Qué incluir en el rincón de lectura?

Primero que nada, inclúyase usted mismo. Aun si no hubiese para comprar libros, usted es el narrador y el referente para el niño. Una vez que hayan construido entre todos el rincón de lectura a su gusto, no deje al niño solo allí. Sea usted el primero en darle uso a ese espacio.


La mejor manera de formar lectores es con el ejemplo. “Podemos preparar todos los espacios posibles”, dice Pogo, “pero si no vivimos la lectura, si no es un placer, difícilmente se podrá despertar en los hijos este interés. Si nosotros no estamos animados, ¿cómo los animaremos?”.


A la hora de enriquecer ese espacio, además de los favoritos de los niños, introduzca elementos sorpresa.


* Libros especializados para los pequeños, con muchas imágenes y poco texto.

* Los primeros cuentos infantiles pueden ser los clásicos, sin embargo, hay muchos cuentos contemporáneos que realmente vale la pena descubrir.

* Los libros informativos con temas de interés de los niños.

* Los libros de poesía, de fábulas, de leyendas.

* Los libros que muchas veces piden en las escuelas y que no han logrado leer hasta ahora. No los deseche. Espere a que llegue el momento en que despierten el interés de su pequeño lector.

* Los libros regalados, los encontrados, los descubiertos.


Una niña del programa de promoción de lectura Sueños de Papel (Casa de la Cultura núcleo del Guayas) muestra su rincón de lectura en casa. Foto: Cortesía


¿No tiene libros ni la posibilidad de adquirirlos en este momento? Hay otra forma.


* Elaboren sus propios libros: “Pueden escribir en hojas el texto de alguna canción, poema, cuento, ilustrados por los niños o los adultos”.

* Adquiera libros usados a bajo costo.

* Enseñe a los niños que los ahorros pueden servir para comprar un libro.


Los rincones de lectura, si se mantienen vivos, estarán en constante construcción y exploración. Incluso si usted no fue en su niñez y adolescencia un ávido lector, puede iniciarse junto con su hijo. “Muchos adultos”, dice Pogo, “no han tenido la posibilidad de tener una infancia con experiencias lectoras placenteras, pero con los niños pueden ir descubriendo sus propios intereses e ir descubriéndose como lectores. La literatura infantil es mágica al momento de convertir en lector a un adulto no lector”.


Niños que leen, mentes brillantes

Luego de décadas de ser librera, con especial atención a la literatura infantil, Margarita Barriga opina que los libros deben estar al alcance de la mano de los niños. Pero no se limite a libros infantiles. En casa debe haber lecturas apropiadas para toda edad. “En algunos casos, los niños se nutren muchísimo de esta literatura, más ahora que no hay bibliotecas abiertas”, observa la también escritora.


Ella tiene una sugerencia. Hagan lo posible por tener en casa un baúl del tesoro (de madera, paja u otro material) la primera biblioteca del niño.


Otra recomendación: trate de que las portadas estén visibles, dice Fernando Insua, promotor de lectura.


* Tenga hojas y lápices de color cerca, para que los niños que gusten de dibujar puedan ilustrar lo que leen o hacer un afiche del libro (no los obligue o matará el gusto por la lectura). A medida que avancen en las lecturas, podrán armar una galería de ilustraciones.

* Si a su niño le gusta hablar de lo que lee, más que dibujar, propóngale hacer breves videos con los comentarios. Usted decide si guardar los videos para la familia o compartirlos por alguna otra vía. 


Fuente: El Universo (Por: Dayse Villegas)



Comentarios