Fundada por Felipe V en 1711, la institución cuenta entre los pasillos, sótanos y cámaras acorazadas de su interior con un total de 35 millones de documentos. En su mayoría, libros de todas las épocas.
Poema del Cid en la BNE. |
La Biblioteca Nacional de España (BNE) no tiene nada que envidiar a los bastiones del libro más grandes del mundo. Página Dos se adentra por los pasillos de su patrimonio bibliográfico, una colección extensísima y muy valiosa. Fundada por Felipe V en 1711, la institución cuenta entre los pasillos, sótanos y cámaras acorazadas de su interior con un total de 35 millones de documentos. En su mayoría, libros de todas las épocas.
Unas cifras que aumentan a diario. Cada día se registra una media de 1.000 libros. Es decir, en un año ingresan en su biblioteca cerca de medio millón de ejemplares de todo tipo. Cualquier cosa que se haya impreso y distribuido en nuestro país tiene cabida en la BNE. Y no solo libros. Fotografías, periódicos, mapas, menús o incluso paipáis, un método de comunicación íntimo que se popularizó durante las primeras décadas del siglo XX.
El testimonio más antiguo de la literatura en castellano
El departamento más importante de la BNE es el de manuscritos, incunables y raros. Un lugar único y muy especial que conocemos por dentro de la mano de Isabel Ruiz de Elvira. Entre sus tesoros destaca El poema del Cid, uno de los testimonios más antiguos de la literatura castellana, que se custodia en una cámara acorazada de la que sale en contadas ocasiones.
Las vías de adquisición son varias. “La principal es el depósito legal que es la obligación que tienen todos los editores de entregar dos ejemplares de libros, revistas, periódicos… todos los soportes de distribución. Y luego está la compra, canje o donativo”, explica José Luis Bueren, director técnico del BNE.
Donaciones, canjes, donativos o depósitos legales
"Hay muchos autores contemporáneos que donan sus archivos. Consideran que están mejor custodiados en la BNE que en sus casas. Es el caso de Rosa Montero, Sánchez Ferlosio o Antonio Muñoz Molina”, apunta Ruiz de Elvira. Este último llegó a donar todo su archivo, en el que se puede ver la correspondencia que mantenía con otros autores. “También es muy importante el archivo de la Editorial Tusquets que nos da una idea de toda la vida literaria española”, añade.
Desde 2007, la BNE está volcada en la digitalización de sus archivos |
Desde hace años, la BNE ha ido poniendo en marcha diferentes servicios digitales con el propósito de acercar su basto material bibliográfico a todos los públicos. En 2007 se pone en marcha La Biblioteca Digital Hispánica junto a la Hemeroteca Digital. En estos archivos virtuales se pueden consultar la colección digitalizada de obras de la Biblioteca Nacional. “Este proyecto ha supuesto un avance muy importante y ha dado un acceso universal a los archivos de la biblioteca”, concluye Bueren.
Fuente: RTVE
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