Hacia una Biboogle

En su nueva columna, Rosa Monfasani nos propone un nuevo término (que no existe) para lograr que la biblioteca se acerque más al usuario. 




Qué término para esta columna, diría casi indefinible. No lo busquen, no existe. Por eso continuamos dando vueltas para lograr que la biblioteca se acerque más al usuario.

En mis locos devaneos y leyendo todo o casi todo lo que aparece en línea, o escuchando los comentarios de los colegas o simplemente hablando con la almohada, quería reflejar algo que desde hace mucho me está rondando.

Ustedes me dirán si, pero hacemos búsquedas bibliográficas para quienes la demandan, por ejemplo: identificamos la necesidad de información y formulamos la pregunta, buscamos en bases de datos o en otro tipo de recursos, definimos una estrategia y buscamos en el mar de datos, analizamos la información y de ser necesario redefinimos la búsqueda para responder a la pregunta.

Pero puestos a pensar nos damos cuenta que no somos una Biboogle, para que las colecciones de las bibliotecas tengan presencia en la web. Veamos que arrojó el paso del tiempo, podemos ir muy atrás, pero tomémoslo a partir de la aparición de la AACR2.  

1. AACR2. Conjunto de reglas que se aplican a la descripción bibliográfica: da la forma que deben adoptar los encabezamientos, determina los puntos de acceso en un catálogo y presenta pautas para describir distintos tipos de documentos. (versión en español 2004, actualización en inglés 2005). ¿Recuerdan cuando volcábamos los datos en los registros de los catálogos manuales y hacíamos separación por áreas para prepararlas para una futura automatización?
2. RDA. Descripción y acceso al recurso (2009). Se desarrolla como un nuevo standard para operar en el entorno digital. Así fue y todos los catalogadores abocados no solo a capacitarse en estas nuevas normas, sino tratar de alcanzar una estructura extensible y flexible para describir recursos digitales. No haré una descripción detallada, quienes leyeron o utilizaron lo recordarán.
3. FRBR. Modelo conceptual del universo bibliográfico creado en IFLA para describir entidades, relaciones y atributos (metadatos). Barbara Tillet dice: “…da una nueva visión del universo bibliográfico, usando un lenguaje más preciso que nos ayuda a clarificar los conceptos y términos que hemos usado en el pasado y nos ayuda a explorar nuevos medios para alcanzar los objetivos del catálogo”. ¿Se alcanzaron con esta tentativa? Aunque todo ha sido dar un paso más para que el usuario acceda a información pertinente.
4. FRAD. Una expansión de FRBR para definir los requerimientos funcionales de los registros de autoridad. (Informe final en inglés 2009). Otra área de estudio para completar por los bibliotecarios. 

En las bibliotecas, al menos de nuestro país, mientras tanto se estaba viendo como armar las bases de datos/catálogos automatizados, que software utilizar, que formatos de entrada de datos, etc. etc.

5. CDS/Isis / WinIsis. Pocas bibliotecas, solo las grandes o con presupuesto podían acceder a software comerciales. Por eso se optó por este, provisto en forma gratuita por la Unesco. CDS/Isis (en ambiente DOS, 2003 para países en desarrollo) y WinIsis (en ambiente Windows) ejecutable en una sola computadora en una red de área local o en la nube de Dropbox, sistema computarizado para construir y administrar bases de datos bibliográficas. Facilitó el almacenamiento y recuperación de información. ¿Se sigue usando o todos pasaron a Koha?
6. Formatos para entrada de datos. Para normalizar el ingreso de información se crearon los formatos de entrada de datos. CEPAL (con campos enteros) y Marc (desagregado en campos y subcampos), son los más usados y conocidos. En fin, ese es otro cantar. En nuestro país se desarrollaron otros asentados en los anteriores.
7. Koha. Sistema integrado de gestión de bibliotecas basado en la web. Creado en 1999, funciona bajo Linux y Windows, es gratuito. Posibilita búsqueda simple y avanzada mediante OPAC, un módulo de adquisiciones, gestión de publicaciones seriadas, gestión de préstamo. y permite la elaboración de estadísticas e informes sobre su utilización. Listo, la solución que se esperaba, solo ponerlo en marcha, armar nuestro sistema, pasar los miles de datos a Marc, recrearnos en una nueva gestión de datos. En fin, ahí estamos.

Hoy la Reingeniería, como proceso nuevo fundamentado en las TIC y el Benchmarking para evaluar productos, servicios, procesos de trabajo en organizaciones y empresas, con el propósito de perfeccionamiento organizacional. Implica copiar nuevas prácticas de la competencia. Estos ocupan espacios importantes en el desarrollo de nuevos sistemas.

Hay mucho más, pero con todo esto y ese más la biblioteca aún no ha llegado a ser Biboogle, que aquí me atrevo a definir como la biblioteca con un motor de búsqueda casi completo que recoja la información y la devuelva en forma accesible, sencilla, rápida e inclusiva. Al estilo casi de ese buscador tan conocido y usado.

En el acceso a la información no todo está perdido, por el contrario, aunque reunida y desperdigada estaremos pensando siempre en brindar la necesaria y pertinente para el usuario. Seguiremos ordenando el conocimiento, guardándolo y difundiéndolo, pero claro tantos cambios, tantas plataformas nuevas, tantas mejores propuestas en el día a día, provocan un desconcierto en los bibliotecarios y en el usuario que avanza en forma descontrolada por la Internet, que bien fue descripta como una tela de araña.

Los especialistas de la información están centrados en el acceso abierto y en la ciencia abierta, ¿qué tema no? Pero eso merece un tratamiento aparte.

A lo dicho se le ha sumado una visión diferente de la biblioteca, el nuevo quehacer y ¿qué hacer? Quizás para encontrar el camino adecuado e incorporar a estas dudas la biblioteca híbrida que instaló la pandemia y que está transformando la información y el acceso al conocimiento.

Nos encontramos en la próxima y a lo mejor con el trabajo de todos podremos alcanzar la Biboogle que deseamos.

Como siempre, gracias por estar y participar.


* Rosa Monfasani 
es Bibliotecaria y Profesora en Ciencia de la Información por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Mi Facebook: @RMonfasani


Comentarios

  1. El neologismo es adecuado para describir un sitio y una actividad entrelazados. Muy ocurrente!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario. Me sale la denominación anónimo, por eso te pregunto quien eres?

      Eliminar
  2. Adhiero al neologismo y apuesto a que nuestra expertise, en determinados aspectos, no debe envidiar al famoso buscador sino complementarlo. Brenda Ramirez, Paraná, ER

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Encantada Brenda. Totalmente de acuerdo con lo que expresas.

      Eliminar

Publicar un comentario