Los asesinos silenciosos de los libros

Las bibliotecas y los archivos concentran en sus libros una inagotable fuente de alimento para varias familias de insectos: la celulosa, así como el almidón de los pegamentos con que se encuadernan los libros y constituyen el sustento ideal para la invasión de esta fauna de insectos, también llamados bibliófagos.

Por: Lic. Mónica Elisabet Medina (*)



Los coleópteros constituyen el grupo más abundante dentro de los insectos y han desarrollado tantas estrategias evolutivas, que se convirtieron en los animales más exitosos en cuanto a su adaptación, alimentación, reproducción y supervivencia. Pertenecen al orden coleóptera expresión del griego κολεός (koleos=vaina/estuche)  (pterón=ala).  

Este Orden de Insectos comprende a  los escarabajos, juanitas o boticarios, cascarudos, luciérnagas, tucos, bichos cortadores, gorgojos o picudos, catitas, taladros, etc. Son de tamaño variable, que va desde los muy pequeños (mm) como son los Anóbidos, Derméstidos, Lyctidos, hasta grandes como los Cerambycidos. 

Generalmente de tegumento endurecido. Representados por aproximadamente 360 mil especies descriptas y que se reconocen por las siguientes características generales:

• Miden entre 7 y 10 mm según la especie
• Ojos de tamaño y forma variables
• Primer par de alas esclerotizado, llamadas élitros lo que les otorga una apariencia acorazada que les  sirve de protección al abdomen. La  alas posteriores son membranosas y pueden ser cortas o atrofiadas
• Cabeza que puede ser libre o estar oculta por debajo del protórax (primer segmento de los tres que forman el tórax )
• Aparato bucal de tipo masticador
• Antenas de forma y longitud variables
• Dentro de su ciclo vital colocan huevos de los que nacen las larvas cuyos colores son blanco y blanco amarillento, de cuerpo blando y con abundante pilosidad según la especie, con tres pares de patas cortas, a veces muy reducidas. Estas larvas viven escondidas en galerías durante toda su vida. Integrando su ciclo vital está también la fase de pupa que puede permanecer dentro de una  cámara o vivir en estado libre.


¿Cuáles son sus hábitos alimenticios?

Poseen hábitos de alimentación muy diferentes. Por ejemplo:

• Depredadores (se alimentan de otros insectos a los que cazan, pero también de huevos y larvas)
• Detritívoros (se alimentan de materia orgánica en descomposición)
• Fitófagos (se alimentan de vegetales)
• Necrófagos (se alimentan de cadáveres, cueros, pieles) 
• Xilófagos (se alimentan de madera)
• Algunos prefieren alimentarse de harina, fideos y granos

¿Cuál es su función en la Naturaleza?

• Cumplen un papel importante en el ecosistema como organismos que aceleran la descomposición de árboles que han muerto, al permitir la entrada de bacterias y hongos, los que, favorecidos por el debilitamiento de la madera generado por las galerías que estos insectos construyen en el interior de los troncos para obtener alimento, terminan la descomposición  ayudados  además, por factores climáticos como la lluvia y el rocío.
• Otros viven en excrementos animales, en nidos, etc.


¿Por qué se los ha encontrado en las bibliotecas?

• Porque debido a su capacidad de adaptación algunas especies han sido capaces de colonizar otros  lugares y vivir a expensas de nuestros recursos incluso sin que nos demos cuenta.

Ahora bien, ¿son las  colecciones existentes en las bibliotecas parte de su dieta alimentaria?

• Si, exactamente, porque las bibliotecas y los archivos concentran en sus libros una inagotable fuente de alimento para varias familias de insectos: la celulosa, así como el almidón de los pegamentos con que se encuadernan los libros y constituyen el sustento ideal para la invasión de esta fauna de insectos, también llamados bibliófagos. Además, poseen preferencia por los documentos más antiguos y valiosos, realizados con papel poco tratado industrialmente y con cubiertas de cuero. Si a esto le  sumamos las condiciones no controladas de temperatura y Humedad y a la presencia de hongos en la biblioteca, el éxito de estos insectos está asegurado.

¿Cuáles son  estos coleópteros y cómo los reconocemos?

Los Derméstidos

• Generalmente pequeños, ovales, convexos
• Revestidos por escamas o pelos distribuidos por los èlitros y el pronoto (placa que constituye la primera parte superior o dorsal de otra llamada protórax), formando patrones de manchas de colores marrón, marrón y blanco, etc
• La larvas densamente pilosas, tienen cerdas largas que frecuentemente se agrupan en mechones en la parte posterior del cuerpo.
• En la naturaleza, tanto las larvas como los adultos, viven en excrementos animales, bajo la corteza de los árboles, en nidos de aves, etc.; algunas especies se alimentan de larvas de abejas y avispas, también de huevos de arañas o de polen. Otros luego de emerger de las pupas, sólo beben agua y no vuelven a alimentarse
• Pueden causar daños irreversibles a museos donde devoran plumas de aves embalsamadas, colecciones entomológicas, restos de carne adheridas a los huesos, etc. Suelen devorar alfombras y tapizados, cueros, pieles, etc



¿Cuál es el daño que producen en los libros?

En los libros su ataque se concentra en encuadernaciones de cuero y pergamino. La hembra coloca entre 40 y 80 huevos sobre el material atacado, de los que nacen  larvas  que realizan perforaciones de una profundidad entre 20 y 50 mm donde, después de un tiempo, nacen las pupas, último estadio del ciclo biológico antes de emerger el adulto, quien necesita de un corto tiempo para alcanzar su madurez sexual. Al salir de las galerías que excavan, dejan grandes orificios

Los anóbidos

• Grupo complejo y con muchas especies lo que dificulta su identificación. Conocidos como carcomas, perforan la madera en estado natural, se alimentan de papel
• Al tocarlos permanecen inmóviles, actitud que mantienen también por acción del calor o si son arrojados al agua. Al poco rato distienden sus patas y huyen. De allí su nombre científico de origen griego que significa "que resucita”
• Es el grupo más importante entre los insectos bibliófagos. Pueden digerir celulosa parcialmente, utilizando sus propios fermentos. La presencia de hongos, con los que se alimentan, favorece enormemente a todas las especies de Anóbidos Evitan la luz y viven en maderas de la construcción y en muebles, dejando intacta o casi intacta la superficie externa

Características:

• Pequeños y no tanto, su tamaño: oscila entre los 1,5-9mm
• Cuerpo piloso, tosco de coloración apagada. Colores marrones, pardo-rojizos, negruzcos
• Su cabeza se ubica bajo el pronoto (caperuza), lo que le da un aspecto tenebroso. Ventralmente tienen una cavidad donde se aloja esta cabeza
• Las antenas son filiformes
• Ojos grandes
• Patas delgadas, en algunas especies se pliegan y se ocultan en surcos
• Élitros que cubren todo el abdomen
• Las larvas tienen forma de C de color blanco, con segmentos de tamaño uniforme necesitando a veces varios años para completar su desarrollo

¿Dónde se encuentran en la naturaleza?

Los anóbidos, más conocidos vulgarmente como carcomas, son muy escasos en la naturaleza y su supervivencia está  muy ligada al ser humano; prefieren lugares alejados del agua y del frío, por lo que su entorno más favorable son las construcciones humanas siempre que haya madera.


¿Qué deterioro producen en los libros?

Excavan galerías largas y sinuosas en los libros y producen daños graves en papel y cuero. Dejan polvillo (aserrín y excrementos) alrededor de los objetos atacados y esto es una evidencia de su presencia ya que dejan agujeritos redondos a través de los cuales arrojan al exterior  este finísimo polvillo.


¿Cómo combatir a los Derméstidos y a los anóbidos?

Se utilizan los mismos métodos para todos los insectos ya que son susceptibles a las bajas temperaturas y a la  baja humedad.

La aplicaciones en frío como son los ciclos de frizado y la utilización de gases o atmósferas controladas (anoxia) junto con limpieza mecánica cuidadosa para remover en forma manual el material que se encuentra en estado vivo, tienden a detener la progresión de los daños que seguramente comienzan en la estación con altas temperaturas y que favorece el incremento de la reproducción y el desarrollo larvario.

El monitoreo permanente y el tratamiento del mobiliario debe ser en extremo cuidadoso con soluciones  insecticidas fumigantes evaluando bien las metodologías para evitar deteriorar más aún el material.

El correcto control de los factores ambientales y la higiene de libros y de estantes, junto con la aplicación de insecticidas y repelentes naturales, como una opción, en el caso de encontrarlos en  nuestros acervos documentales, evitará la aplicación de potentes químicos con la consiguiente contaminación de la salud, el ambiente y la alteración del material que compone a los libros.

¿Qué hacer si verificamos la presencia de bibliófagos en nuestras colecciones?

Si efectivamente corroboramos la presencia de insectos bibliófagos altamente perjudiciales, se deben tomar medidas urgentes para  evitar que a largo plazo el nivel de destrucción sea completo. Por lo que se recomienda en forma urgente la planificación e intervención más apropiada de las que conocemos para detener el biodeterioro.

¿Existen controles biológicos para estos insectos?

En la naturaleza, los principales enemigos  de los anóbidos son algunas especies de avispas, algunas larvas y adultos de otros coleópteros que son sus depredadores y algunos ácaros.

En estos casos, la huida provoca la apertura de camino en el interior de los libros, ocasionando un daño mayor, por lo que no es recomendable utilizar agentes de control biológico en la biblioteca.


Fotos: gentileza de Sofía Lacolla, de la Biblioteca del Observatorio de la Universidad Nacional de Córdoba.

(*) Mónica Elisabet Medina es Licenciada en Ciencias Biológicas, Profesora en Ciencias Biológicas y Bibliotecaria. 

Posee una amplia experiencia profesional y se desempeña en el Centro Regional de Preservación y Conservación del Patrimonio Cultural en obras sobre papel (Biblioteca Mayor. U N C. Córdoba); en el Instituto Superior del Profesorado Tecnológico (Córdoba); en el ISFD. Carlos Alberto Leguizamón y en la Sociedad de Entomología Argentina (SEA).

Pueden contactarse con la Lic. Mónica Elisabet Medina al siguiente mail: monicanidem@gmail.com


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