Enclavado en el monte Sinaí de Egipto, es un lugar sagrado para las tres grandes religiones monoteístas y es Patrimonio de la Humanidad.
Ubicado en un cañón, a la sombra del monte Sinaí, se encuentra uno de los lugares sagrados más fascinantes para las tres religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islam. El Monasterio de Santa Catalina, también conocido como el Monasterio de la Transfiguración, ha estado allí desde el año 565, cuando el emperador Justiniano I ordenó su construcción para proteger la capilla. Esta capilla fue levantada en el lugar donde la tradición cuenta que Moisés habló con Dios a través de la "zarza ardiente". Según un documento conservado en el monasterio, el propio Mahoma otorgó su protección al lugar después de encontrar refugio allí de sus enemigos. Por lo tanto, este es uno de los monasterios habitados más antiguos del mundo, un oasis de historia y espiritualidad: el Monasterio de Santa Catalina en el monte Sinaí.
El monasterio ha experimentado pocos cambios desde su construcción. La misma puerta de madera original sigue cerrando el portal occidental, y el techo de madera descansa sobre vigas grabadas en honor al emperador Justiniano y su esposa Teodora, del siglo VI. Las inscripciones fueron observadas y comentadas por los viajeros que pasaron allí hasta el siglo XVIII, pero no fue hasta 1958 cuando se realizó una expedición que estudió detenidamente las escrituras de las vigas, revelando su contenido, que menciona al "emperador más piadoso" refiriéndose a Justiniano, y a "su difunta emperatriz", refiriéndose a Teodora. El monasterio debió construirse por lo tanto entre la muerte de la emperatriz y la del emperador, es decir, entre 548 y 565.
En el Monasterio de Santa Catalina se pueden encontrar los restos de una mezquita de los siglos X y XI, donde se han descubierto cruces cristianas durante los estudios arqueológicos. También se encuentra la Capilla de San Trifón, que se utiliza como osario para los monjes fallecidos.
Este conjunto arquitectónico es una suma de diferentes construcciones que se han ido solapando a lo largo del tiempo gracias a la ubicación remota del monasterio, a una altitud de 1600 metros, que dificulta su acceso u posibilitó su mantenimiento. A finales del s. XIX, llegar al monasterio requería una caravana de camellos, suministros, porteadores y guías desde la ciudad más cercana, Suez, y un viaje de diez días a través del desierto. Sin embargo, en las décadas de 1970 se construyó una carretera que facilitó el acceso, con lo que aumentó el número de visitantes. Sin embargo, el lugar aún sigue siendo como una isla con respecto al resto de Egipto, todavía es necesario realizar un tortuoso viaje de al menos seis horas y pasar por algunos controles policiales desde El Cairo. Solo un desvencijado autobús diario lo conecta con un pueblo próximo.
UNA BIBLIOTECA ÚNICA EN EL MUNDO
No es solo su asombroso linaje divino lo que hace especial al Monasterio de Santa Catalina. Más allá de sus muros de piedra, se encuentra la biblioteca, un verdadero tesoro lleno de misteriosos y antiguos códices que es la segunda colección más extensa de códices y manuscritos del mundo, solo superada en número de ejemplares por la Biblioteca Vaticana.
En el pasado, los preciados manuscritos del monasterio se guardaban en tres lugares diferentes: las copias de los evangelios y de los libros que se necesitaban para el culto a menudo dormían en un depósito de su pequeña pero opulenta iglesia; las obras que los monjes podían tomar prestadas para leer, en un recinto central; y los códices más antiguos, en una torre al norte del convento. Pero en 1734, uno de los monjes ortodoxos reservó una serie de salas en la parte central del monasterio y pidió que todos los manuscritos se recopilaran allí, dando así inicio al origen moderno de la biblioteca del Monasterio de Santa Catalina.
El conjunto de documentos que atesora la biblioteca suma más de 3.000 manuscritos en griego, copto, armenio, hebreo, árabe, etíope o siríaco, lo cual parece indicar que el lejano Occidente y el Medio Oriente estuvieron mucho más conectados durante la Edad Media de lo que se cree. Cuenta también con 12.000 libros antiguos — 8.000 en griego y 1.000 en latín—, y 10.000 volúmenes impresos. Está considerada una de las bibliotecas más importantes del mundo en términos de contenido histórico y cultural y una de las más antiguas del mundo en servicio ininterrumpido. Aquí se encuentran biblias medievales bellamente ilustradas, tratados teológicos, textos filosóficos, documentos legales y correspondencia de papas y líderes religiosos de siglos pasados.
Entre los iconos que guarda se encuentran algunos de los más antiguos del mundo, datados de los siglos siglo v y vi, destacando el Pantocrátor del Sinaí, del siglo vii o el libro de La escalera del divino ascenso, un icono del siglo xii del libro de San Juan Clímaco. Cada uno de estos libros es una ventana al pasado, una conexión tangible con los pensamientos y las creencias de aquellos que los escribieron y que dejaron este mundo hace muchos siglos.
LA MAYOR CONCENTRACIÓN DE PALIMPSESTOS DEL MUNDO
Los palimpsestos son joyas lingüísticas e históricas ocultas bajo diferentes capas de textos que han sido reveladas gracias a técnicas modernas de luz ultravioleta e infrarroja que revelan los casi indistinguibles rastros de tinta y raspado de las páginas anteriores. ¿Qué mostrarán esos misteriosos códices del monasterio más antiguo del mundo? Como el pergamino era caro y su producción requería mucho tiempo, los monjes borraban ciertos textos con zumo de naranja o los raspaban y escribían encima.
Aunque pareciera imposible recuperar aquellas escrituras tapadas, las páginas han sido escaneadas, una técnica ardua que ha dado como fruto el descubrimiento de casi dos centenares de estos palimpsestos, con más de 6800 páginas de textos recuperados. Destacan un centenar de poemas griegos hasta ahora desconocidos y la receta más antigua conocida atribuida al médico griego Hipócrates.
¿PERO POR QUÉ SE ACUMULARON EN ESTE RINCÓN DEL MUNDO TANTOS LIBROS?
El Monasterio de Santa Catalina nunca fue destruido, así que se trata de una lenta acumulación a lo largo de los siglos. Pero también se debe a que el Sinaí ha sido el destino de peregrinos llegados de todo el mundo, que algunas veces se quedaban y producían sus propios manuscritos, además de los que llevaban en el viaje. La biblioteca del monasterio ha sido cuidadosamente conservada a lo largo de los siglos, gracias al clima seco y aislado del desierto. Ha resistido a incendios, saqueos y guerras, pero sigue en pie, sirviendo como un faro de conocimiento en medio de la adversidad.
¿Y CÓMO SE CONSERVAN ACTUALMENTE?
A principios de este siglo, un equipo de expertos en conservación de libros llegó a la conclusión de que el mejor método para conservar los manuscritos según las condiciones locales sería, tras descartar el cartón de archivo y la tela, fabricar cajas de acero inoxidable, todas de estética similar pero adaptadas al formato de cada manuscrito, que queda protegido en su interior por un segundo envoltorio de cartón. También se desarrolló un programa informático especial para encontrar la forma más eficiente de ordenar todas las cajas, pues se seleccionaron 2000 obras en total. El proyecto se desarrollará durante varios años. Una biblioteca que se remonta muy atrás en el tiempo como clave de conservación para las bibliotecas futuras.
Fuente: National Geographic (Por: José Alejandro Adamuz)
Excelente nota Rodrigo, muy interesante!!
ResponderEliminarMe alegro que el artículo haya sido de tu interés. Saludos Federico.
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