¿Cuál es la esencia del bibliotecario? ¿El bibliotecario argentino tiene un ADN especial? ¿Qué opinan sobre este tema? Una nueva columna de opinión de Rosa Monfasani.
Sobre el porqué del ADN
Este es un tema que hoy preocupa y está siendo desarrollado en todo el colectivo bibliotecario, cada uno desde su perspectiva, pero ofreciendo nuevos ingredientes o reafirmando una posición.
Por la consulta de algunas fuentes, y sin profundizar por desconocimiento del significado del tema en este caso del ADN (ácido desoxirribonucleico) van algunas enunciaciones como, por ejemplo, cuando se dice que contiene la información hereditaria en los humanos y en casi todos los demás organismos.
Seguramente han escuchado hablar o leído sobre el Proyecto del Genoma Humano, como una iniciativa de investigación internacional que determinó la secuencia del genoma humano e identificó los genes que contiene; estimó que los humanos tienen entre 20.000 y 25.000 genes.
El ADN transporta información genética para el desarrollo y el funcionamiento de un organismo y está compuesto por dos cadenas complementarias que se enrollan entre sí y parecen una escalera de caracol. Fue aislado por primera vez durante 1869, por el médico suizo Friedrich Miescher, mientras trabajaba en la Universidad de Tubinga (Alemania).
El ADN Bibliotecario
Nos preguntamos si sería diferente, y decimos en principio que no. El ADN por supuesto está en todos sino no seríamos quienes somos al recibir esa información hereditaria. Pero cuando nos referimos al bibliotecario es decir a su ADN, un poco queremos determinar que existen otros factores que son constantemente aplicados en la información y el conocimiento. Que se da específicamente en el acercamiento y la comunicación hacia las personas que concurren o no a la biblioteca. Los bibliotecarios son quienes dan a luz o destapan las ideas que allí se albergan.
Salas Granado cita la opinión de Schütz (1932): “El espacio y el tiempo se configura un repositorio de conocimientos disponibles que consisten en el almacenamiento pasivo de experiencias”.
Allí se hospeda esa cadena de datos que se transforman en información y constituyen una cadena similar a la que podría encontrarse en un ADN. Para lograr su cometido debe funcionar sin fallas para que el que recibe esa información la transforme en nuevo conocimiento.
No es tan complejo, sino que como siempre digo esa es la esencia del ser bibliotecario.
El ADN del Bibliotecario argentino
Por qué si he generalizado anteriormente sobre esa cadena hago una distinción del bibliotecario argentino.
Porque pienso que no solo aquí sino en los diferentes lugares de donde sea nativo el bibliotecario las circunstancias serán diferentes. No estoy diciendo nada novedoso porque como decía allá por 1914 Ortega y Gasset “Yo soy yo y mis circunstancias y si no la salvo a ella no me salvo yo”, frase muy discutida y con variadas interpretaciones desde donde se mire. Pero si la trasladamos al entorno donde nos movemos esas circunstancias estarían teñidas con el ADN de quienes en ella se manifiestan.
Pensemos que el bibliotecario argentino, como cualquier otro en cierto lugar, se desarrolla en su sociedad ubicada en algún punto del país, lo que la hace también diferente. Su esencia y ADN bibliotecario en este caso es el mismo pero el espacio donde se mueve y sus ideas harán que posiblemente deba adaptarse al medio que lo circunscribe. Inclusive si se mencionara lo educativo, lo social, lo cultural, lo económico y lo político, esto lo haría actuar de maneras diferentes.
Tal se da, por ejemplo, en el tipo de bibliotecas escolares, universitarias, públicas, especializadas, populares, entre otras, allí sus circunstancias son diferentes, su entorno es diferente. Y eso hace que el ADN bibliotecario tenga otro tipo de consistencia, ni mejor ni peor, solo diferente.
El desarrollo profesional que viene después se debe a las experiencias que se van incluyendo, y eso también provoca un cambio de preferencias en el ADN donde intervienen diferentes aspectos que hacen a lo personal, a la empatía hacia los demás, al crecimiento constante y a otros sentidos humanísticos, científicos, filosóficos, que se van sucediendo en el día a día.
Si esperaban encontrar un ADN del bibliotecario argentino distinto a otros, no es así, solo somos una extensión de nuestro ser que responde a las circunstancias del lugar donde nos toque actuar y muchas veces de lo que deseamos actuar.
¿Y si nos preparamos para entender el mundo que nos rodea y actuamos en ese entorno?
¿Y si continuamos descubriendo esos pensamientos
de los ADN que están guardados en las estanterías físicas o en las de la virtualidad?
¿No estaremos ante nuevas circunstancias?
Dejo este pensar porque siempre en mi ADN se constituye un yo de mis circunstancias que me lleva a conectarme con ustedes y a charlar sobre diferentes temáticas.
17 de julio de 2023
* Rosa Monfasani es Bibliotecaria y Profesora en Ciencia de la Información por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Mi Facebook: @RMonfasani
Referencias:
MedlinePlus. ¿Qué es el ADN?
National Human Genome Research Institute. Ácido desoxirribonucleico (ADN)
Salas Granado, F. A. (2023) Cromosomas bibliotecarios. 24 enero
Hermoso Rosa. Como siempre tus escritos nos dejan reflexionando sobre nuestra profesión.
ResponderEliminarMuy interesante.
Hola Juan Pablo. Me alegra que te haya gustado, son cosas que van surgiendo con el ver de todos los días. Abrazo
EliminarValiendome de la frase de Ortega y Gasset “Yo soy yo y mis circunstancias y si no la salvo a ella no me salvo yo”, los Bibliotecarios somos según nuestras circunstancias y si no las salvamos no salvaremos la profesión.
ResponderEliminarEl ADN es nuestra esencia profesional ante un otro más allá del contexto, me encantó tu tema y el desafío de pensar lo que propones.
Hola Grace. Gracias por el comentario. La idea es provocar un intercambio y hacernos pensar en nuestra profesión. No olvidar que somos bibliotecarios. Abrazo.
EliminarFelicitaciones Rosita!! Siempre tan acertada en tus opiniones y circunstancias.
ResponderEliminarMuchas gracias Anna, viendo de ti con grandes conocimientos sobre una disciplina prima de la información como es la archivística es un lujo recibir tu comentario. Abrazo grande.
EliminarHola Rosita! Muy original tu publicación. Me parece que el entorno influye directamente pero hay circunstancias que son comunes a todas las bibliotecas. Por eso, es fundamental trabajar conjuntamente para que el ADN de la/los bibliotecarios/as pueda ser más transparente y claro para la sociedad. Así, la ciudadanía puede comprender el rol que desempeñan las bibliotecas y su importancia para la comunidad. Muchas gracias. Leticia Dobrecky
ResponderEliminarLety es verdad lo que decís. Con un grupo de bibliotecarios estamos trabajando en el tema deontológico que tiene mucho que ver con todo esto. Me alegra que esta columna haya despertado interés en los colegas. Tendré en cuenta tus comentarios. Abrazo. Rosa Monfasani.
EliminarMuy interesantes tus reflexiones. Por mi parte te pregunto: ¿a lo largo de nuestra experiencia y de los diferentes puestos que desempeñamos, no tuvimos que adecuarnos a las circunstancias? En mi caso, respondo que siempre lo hice y no por imposición sino por elección. Gracias
ResponderEliminarHola Pau. Gracias por avisar que no habías puesto tu nombre. Si claro es lo que acabo de manifestar en la columna cuando digo de adecuarnos a nuestra circunstancia y concuerdo contigo siempre nos adecuamos y eso es justamente el ADN bibliotecario. Abrazo.
EliminarBuenas tardes. Me encanta leerla las veces que puedo. Es interesante pensar en ese ADN...a lo largo de la carrera uno va aprendiendo de los teóricos que nos muestran en sus escritos lo que debería ser una biblioteca según su tipología, pero sumado a lo aprendido sumamos las circunstancias, la realidad de cada una de ellas...cada biblioteca con su bibliotecario y las circunstancias. Cada profesional bibliotecario a la hora de trabajar... pone su impronta. Felicitaciones Rosa.
ResponderEliminarGracias Mónica. De dónde eres? Cómo dices cada profesional viene con su ADN pero en su desarrollo personal y en su trabajo del día a día pone su impronta. Saludos. Rosa Monfasani
ResponderEliminarBuenas tardes Rosa. Soy de la localidad de Florencio Varela. Provincia de Buenos Aires.
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