¿Tiene importancia si la capacitación se hace de manera presencial o virtual? ¿A qué debemos prestar atención? Una nueva columna de Rosa Monfasani.
Hace un mes que no nos comunicamos, sea por la falta de un tema para debatir o simplemente porque a veces nos encontramos en infinidad de actividades. Pero extrañaba este contacto que nos permite compartir, reflexionar y debatir sobre los diferentes aspectos que inciden en nuestra profesión. En esta columna cuando me refiero a lo presencial y a lo virtual lo hago con relación a la enseñanza tradicional, a los encuentros, a las jornadas u otra modalidad de capacitación que se ofrece de una u otra forma o con la combinación de ambas. En tales circunstancias, la asistencia suele ser diferente. Eso es lo que me motivó a repensar esas situaciones.
1. Capacitación presencial. Es la tradicional, a la que estábamos acostumbrados. A diferencia de la virtual posibilita ese acercamiento persona a persona, si visualizan directamente los gestos de los disertantes y de los participantes. Esta modalidad permite el intercambio directo entre unos y otros, por lo que se establece una forma diferente de empatía, de relacionarse. Quien imparte los conocimientos puede apreciar de una forma más directa el interés y la participación de los asistentes. La evaluación se hace más sencilla.
2. Capacitación virtual. Todos sabemos que la modalidad de enseñanza a distancia existe desde hace bastante tiempo, pero esta modalidad se acentuó en época de pandemia cuando comenzaron a utilizarse diferentes plataformas de comunicación. Aquí, el expositor hace su presentación en línea y los comentarios y preguntas se expresan a través de un foro o del chat. Surge la modalidad del presentador y/o moderador que replica lo que aparece en el chat para que el disertante responda. Se establece una relación diferente. La evaluación es más compleja para determinar si los asistentes se interesaron o aprendieron.
No estoy diciendo algo novedoso, solo que ha cambiado la forma de relacionarse. En la virtualidad se anticipa la pregunta y todos los asistentes pueden conocer de esa forma el pensamiento de los demás. Eso genera también un intercambio de opiniones adelantadas en el chat y despierta nuevas preguntas. Surge otro tipo de motivación.
Durante el encierro obligatorio, apareció no solo la necesidad de capacitarse en línea, sino que lo novedoso de la situación llevaba a conectarse con los otros y el número de asistentes fue mayor. Vueltos a la presencialidad hubo un apremio por tener ese contacto perdido de persona a persona, por comunicar y compartir.
Esas diferentes situaciones pudieron determinar una mayor o menor afluencia de público.
Lo llamativo en la actualidad es la disminución de participantes sea en forma presencial o virtual cuando la modalidad es mixta. Aún no he podido determinar a qué se debe, bueno eso no es lo más importante.
Lo significativo es que se amplía el espectro para poder acceder y capacitarse. Lo problemático es realizar una evaluación de la comprensión e incorporación de los nuevos contenidos. A tal efecto, se suelen otorgar constancias de asistencia que sirven como justificación laboral o para reafirmar conocimientos. Los certificados o diplomas se expiden para una capacitación regular como es el caso de la enseñanza sistemática.
Las tecnologías para estas y otras cuestiones del ámbito profesional emergen a pasos agigantados. Se amplían las aplicaciones que pueden utilizarse en los procesos y servicios de la biblioteca. La cuestión es comprender cuáles son las más convenientes, ¿Qué herramientas utilizamos para capacitar a los usuarios? ¿Cómo lo hacemos? ¿Modificamos los procesos y servicios? ¿De qué manera efectuamos el marketing para interesar a los usuarios en lo que ofrece la biblioteca?
Surgen más preguntas porque nos encontramos ante nuevos cambios que debemos internalizar, adaptar y adoptar para optimizar el acceso a la información y al conocimiento.
¿Tiene importancia entonces si la capacitación cualquiera sea
se hace de manera presencial o virtual?
¿A qué se debe prestar atención en estas circunstancias?
Existen conceptos y actitudes a las que debemos prestar atención para que los cambios que se avecinan no vayan más rápido que lo que se pueda afrontar. Vuelvo a ser reiterativa en algunos aspectos, aquellos que en la mayoría de las circunstancias no practicamos, metodologías que llevan al aprendizaje continuo, como el trabajo en equipo, el inter y multidisciplinario. Destaco en todo ello lo que encierra el trabajo cooperativo ya que posibilita conocer y aprender de los otros para ampliar y optimizar la gestión bibliotecaria y fortalecer todos los procesos. Bueno empecé con un planteo de capacitación Presencial vs. Virtual y veo que lo principal en todo ello es que estén presentes de una u otra forma. Aquí los espero con sus comentarios para dilucidar o ampliar este tema. Gracias por estar.
29 de octubre de 2023
* Rosa Monfasani es Bibliotecaria y Profesora en Ciencia de la Información por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Mi Facebook: @RMonfasani
Todo un tema la capacitación. Interesante planteo. Por más capacitación de calidad sea cual sea el modo utilizado. Y por supuesto apostar 100% al trabajo en equipo e interdisciplinario. Nada mejor para aprender y crecer en conocimientos. Vamos por mas!
ResponderEliminarStella, si, entre otras apunté al trabajo interdisciplinario y cooperativo porque es lo que nos nutre y permite crecer a la comunidad donde estamos insertos y por ende extenderse hacia la sociedad de la cual formamos parte. Gracias por tu apoyo y comentario. Abrazo.
EliminarMuy lindo tu escrito Rosa. Como te comenté en algún momento, la virtualidad en mi caso fue muy útil para poder auto gestionarme en la realización de cursos de perfeccionamiento. Pero también entiendo la importancia del contacto humano en lael proceso de enseñanza aprendizaje. En fin, creo que las dos formas pueden coexistir. Siempre en última instancia depende del compromiso personal de los involucrados
ResponderEliminarJuan Pablo, de acuerdo con la coexistencia de ambas modalidades presencial y virtual y en especial la importancia del compromiso de cada uno en lo que haga, hable, escuche y aplique. Gracias.
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