Vecinos se unieron y fundaron una biblioteca popular

“Raíces del Saber” se llama este espacio que surgió para propiciar el acceso a contenidos educativos en una zona donde no todos tienen Internet. Pasen a conocer esta historia.

Manuela Roa, Karol Schlaffke y Alejandro Chini en la biblioteca popular en el living de Lucía Silva. (Foto: Natalia Guerrero).

Porque las buenas historias abren puertas a otros mundos posibles, y porque los libros guardan entre sus páginas muchas respuestas pero sobre todo son el trampolín a nuevos interrogantes para quienes leen con ojos curiosos, hallar una biblioteca es siempre una celebración del conocimiento y la imaginación. 

Así lo consideraron habitantes del barrio 508 Viviendas de Itaembé Guazú (Posadas, Misiones), que fundaron la Biblioteca Popular “Raíces del Saber”, en el living de la casa de la vecina Lucía Silva.

La obra fue impulsada por mujeres que tienen niños que asisten a la primaria del barrio del Oeste capitalino y para esta labor contaron con el apoyo de la asociación civil Preservar Nuestras Raíces, que trabaja en la promoción de la cultura, educación y desarrollo de emprendedores. 

También, el personal de otras bibliotecas aportó el asesoramiento para esta iniciativa, como el caso de Leo Duarte, encargado de la Biblioteca Pública Daniel Stefani, especializada en autores misioneros, que donó ejemplares para los anaqueles de estreno. 

Entre las vecinas que se movilizaron para hacer posible la biblioteca están Lucía Silva y Manuela Roa, mientras que la ONG Preservar Nuestros Orígenes se hizo presente con muebles, textos y un cronograma de apoyo escolar con voluntarios. 

Necesidad real del barrio 

“La idea de abrir la biblioteca la empezamos a trabajar desde los últimos meses del año pasado, y nos contactamos con la asociación civil que enseguida nos ofreció su apoyo”, relató Roa que añadió que esta propuesta surgió para dar alguna solución a una necesidad real del vecindario. 

“Estamos lejos del centro y son muchos los chicos que no tienen Internet en su casa y que tienen que hacer la tarea y buscar información. Y en este momento en que la situación económica está difícil para las familias trabajadoras, pagar un pasaje para ir a otro lugar a buscar material o mandar a los niños solos en colectivo no es una opción muy viable para todos, y por eso necesitábamos la biblioteca”. 

Una vez detectada esta situación, las vecinas comenzaron a buscar un espacio para crear la biblioteca, obtener donaciones de libros y mobiliario y de esta manera propiciar el acceso de los chicos a información para cumplir con las consignas de la escuela y además, ofrecer clases de apoyo escolar para los que necesiten practicar y profundizar en algunos contenidos. 

Y Silva no dudo, “yo dije que abro mi casa para que los chicos puedan venir a leer y estudiar acá, soy mamá y tengo chicos en edad escolar y sé que a veces encontrar la información para hacer la tarea no es fácil, y bueno mi casa es sencilla pero de corazón ofrezco este lugar para que todos los chicos puedan estudiar y aprender”. 

En tanto, Alejandro Chini, presidente de Preservar Nuestros Orígenes, expresó que hace unos años vienen realizando en la provincia y en la región actividades culturales, de alfabetización, inclusión y reinserción escolar. 

“Nosotros desde la asociación estamos apoyando esta iniciativa, pero lo que hay que hacer hincapié es que es una idea y un compromiso de los vecinos del barrio, y eso es muy importante para que un proyecto tenga éxito y se desarrolle y mantenga en el tiempo, y también genere identidad, porque es algo que surge desde las mismas familias”, expuso. 

Convocatoria a voluntarios

La biblioteca convoca a voluntarios que vivan en cercanías del barrio para dar las clases de apoyo. “Nosotros tenemos programas de apoyo escolar y alfabetización en varios barrios, como en San Isidro, y si a veces el voluntario tiene que ir desde muy lejos, se hace un poco más complejo, en cambio si los voluntarios viven cerca, si conocen la realidad de su barrio se genera más fácil esta cuestión de comunidad”, indicó Chini. 

Solidaridad que viene de lejos

Uno de los voluntarios que trabaja en la organización civil es Karol Schlaffke, un joven alemán que mediante un programa de su país eligió Misiones para desarrollar su voluntariado. “Vengo de Alemania para hacer un voluntariado de un año, es un proyecto del Estado alemán que consiste en alentar a los jóvenes a viajar a otras partes del mundo, conocer el idioma y la cultura y realizar actividades solidarias y de voluntariado”, explicó Schlaffke y detalló que en proceso conoció a Chini y el trabajo de la organización civil. “Estamos trabajando en la asociación en cuestiones de educación y también como tenemos la Pre Fiesta Nacional del Chamamé, estamos mucho con los artistas y estoy aprendiendo mucho de la música de acá también, es una oportunidad linda de conocer a la gente y conocer diferentes lugares y hacer este intercambio de experiencias, entre lo que uno puede ayudar y lo que las personas te brindan”.  

Servicios y proyectos

La biblioteca ya cuenta con alrededor de un centenar de títulos, entre libros, manuales, revistas infantiles como comics y otros. “Estamos haciendo el catálogo con ayuda de otra biblioteca, que nos enseña el sistema para poder  tener el inventario y prestar los libros y que los chicos los lean en sus casas”, contó Roa.

Asimismo, los chicos que precisan acompañamiento escolar pueden asistir por la tarde. La biblioteca se ubica en calle Paraíso 5162 y Pino Paraná del barrio 508 Viviendas y recibe donaciones para seguir creciendo.

Los protagonistas de esta apuesta por los derechos de la infancia destacaron que un próximo desafío es poder contar con Internet.          

PARA AGENDAR: 

Sumarse a la biblioteca

La biblioteca se ubica en calle Paraíso 5162 y Pino Paraná, del barrio 508 Viviendas de Itaembé Guazú (Posadas, Misiones), quienes tengan material bibliográfico, didáctico y útiles escolares para donar pueden comunicarse al teléfono: 376 4-759184 y 3765-396311. 

Fuente: El Territorio (Por: Silvia Godoy)