Sobrecarga de información

Día a día estamos expuestos a una gran cantidad de información. Cómo podemos hacer para aprovecharla y reconocer lo que es realmente importante. Una nueva columna de Rosa Monfasani.


¿Concepto nuevo o concepto viejo? Por qué comienzo con una pregunta sobre lo que en la actualidad se manifiesta tan asiduamente como una sobrecarga de información o lo que se conoce también como infoxicación.

Recuerdo que hace muchos años, en nuestra profesión, ya había surgido lo que se denominaba como explosión de la información. Veamos un poco como lo conocemos. Van Dijk y Van Slype lo habían detectado en los años 70 donde ya existía una preocupación por el crecimiento de la información y la necesidad de automatizar los procesos. En 1972 luego de unos seminarios ofrecidos en nuestro país y preocupados por esta problemática se publica en español la obra sobre el servicio de documentación para facilitar en la automatización del tratamiento de la información. Ellos lo manifiestan cuando dicen que: “… el centro de gravedad de la masa bibliográfica se desplaza del libro al artículo de revista.

En 1970, Alvin Toffler (1928-2016), sociólogo y futurólogo estadounidense, acuñó el término sobrecarga de información (“information overload”), siempre preocupado por el impacto de la tecnología. Él decía que: “La sociedad necesita todo tipo de habilidades que no son sólo cognitivas, son emocionales, son afectivas” y que “No podemos montar la sociedad sobre datos”.

Se podría decir que la infoxicación es la gran cantidad de información disponible en la actualidad y que lo difícil es filtrar correctamente lo que consumimos, debido a la gran cantidad de información que recibimos a diario desde la llegada y masificación de Internet. 

La siguiente imagen es un diagrama explicativo de la infoxicación en relación con sus variables. 

Fuente: https://www.researchgate.net/figure/Figura-2Diagrama-explicativo-de-la-infoxicacion-en-relacion-con-sus-variables_fig1_284015449 

Con el pasar del tiempo y el rápido avance de las herramientas tecnológicas y la difusión acelerada de los datos en forma virtual se llega a la sobrecarga de información. Ya no se trata de la gran cantidad de publicaciones que se encuentran en las bibliotecas y como recuperarlas para brindar un servicio rápido, sino que los individuos no pueden procesar e internalizar todo el bagaje de información que los rodea en cualquier tipo de soporte. Si además, agregamos lo que generan las comunicaciones con la gran cantidad de datos que circulan, por ejemplo, no solo por medio de los mensajes enviados a través del correo electrónico sino lo producido por las noticias periodísticas, lo que transita en las redes sociales y lo que se da en la sociedad en general en diferentes ámbitos públicos y privados, sean culturales, económicos y políticos, a nivel nacional e internacional.

Como parte de la información a la que se puede acceder, se muestran algunas imágenes a nivel nacional como por ejemplo una encuesta sobre una muestra de 4.400 casos, realizada por la Agencia sobre el Acceso a la Información Pública (AAIP) en 2019.


Para ampliar este aspecto se menciona que en 2022 un estudio realizado en nuestro país sobre como solicitar información pública, solo cuatro provincias: Formosa, La Pampa, San Juan y Tucumán, no poseen normas de acceso a la información. 


Lo dicho hasta aquí se da como complemento de la información que habitualmente se consume y que también se puede acoplar a la gran masa de datos recibidos, en especial a los que pueden tener acceso casi ilimitado como sucede con los profesionales de la información.

Alfons Cornella en su libro sobre Infoxicación (1ª ed. 2004 y 2ª ed. 2010) recoge un centenar de “leyes” relativas al uso de las tecnologías y de la información en las organizaciones, las que ordena en seis grandes secciones:

1. Evolución de la tecnología.
2. Construcción de sistemas.
3. Usabilidad y visualización.
4. Redes.
5. Evolución infosocial.
6. Valor de la información.

Hasta aquí solo he presentado algunos conceptos ya que en el día a día es complejo hacer una comparación de los contenidos. También se trata de reflejar la dificultad creativa debido muchas veces a la imposibilidad de filtrar información y a comprobar la verosimilitud de los datos. Concentrarse es un verdadero reto y puede provocar problemas de dispersión y desconfianza hacia los diferentes medios de información. Estamos en una crisis dónde es necesario saber que elegir y que no, para tratar de estar menos desinformados.

Identificar en ese contexto no es sencillo y me permito citar un texto de Alvin Toffler en La tercera ola.


Siento que todo esto fue presentado en forma enmarañada, porque quizás mi mente en este momento se encuentra en un desborde de información por lo que me resulta dificultoso hacer una columna acorde con el tema. 

Sé que los lectores podrán ordenar mis pensamientos y en sus comentarios ampliar o guiar a otras reflexiones. 

24 de junio de 2024

* Rosa Monfasani 
es Bibliotecaria y Profesora en Ciencia de la Información por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Mi Facebook: @RMonfasani


Referencias:
Argentina.gob (2019). Cuánto sabemos de acceso a la información. Encuesta. https://www.argentina.gob.ar/noticias/cuanto-sabemos-de-acceso-la-informacion 

Banco Mundial (2019). Índice de Acceso a la Información Pública en las Provincias Argentinas: un análisis de la calidad normativa. Washington. 46 p. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/indice_de_acceso_a_la_informacion_publica_en_las_provincias_argentinas-_un_analisis_de_la_calidad_normativa-web.pdf 

Cornella, A. (2010). Infoxicación: buscando un orden en la información. 2a. ed. Barcelona: Zero Factory S.L., 125 p. https://www.instituteofnext.com/wp-content/uploads/2018/02/948_infoxicacion.pdf 

Díaz Escoto, A.S. (2007). La explosión de la información: retos y propuestas para el bibliotecario. https://gredos.usal.es/bitstream/handle/10366/119881/MB3_N10_P36-40.pdf?sequence=1&isAllowed=y  

Toffler, A. (1979), La tercera ola. Barcelona: Plaza y Janés. 495 p.

Van Dijk, M.; Van Slype, G. (1972). El servicio de documentación frente a la explosión de la información. Buenos Aires: CNICYT, 263 p. 


Comentarios

  1. Comparto mis notas sobre Infoxicación https://docs.google.com/document/d/1OZJoLOqF9z9hpshwVJIvu5ov0hjW3qKIZ6f69DaY2pY/edit

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    1. Gracias Roberto por compartir tus notas sobre el tema. Un aporte que posibilita ampliar los contenidos expresados con buenas referencias. Saludos cordiales.

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  2. Tanto la desinformación como la infoxicación contribuyen al analfabetismo y a generar "opinólogos" porque no permiten construir y desarrollar el pensamiento crítico. El desafío del bibliotecario de hoy es acompañar a los usuarios para que puedan primero identificar, clarificar su necesidad de búsqueda, ya que muchas veces, ni lo saben y por ello consumen lo primero que encuentran.

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    1. Hola Biblioteca Julio Verne, coincido en lo que dices sobre acompañar a los usuarios en sus necesidades de búsqueda. Por eso es necesario el planteo y el llamado a la reflexión sobre este tema que hoy es tan acuciante y que como dices contribuye al analfabetismo y a generar "opinólogos", la idea es que entre todos podamos tomar conciencia y no olvidar en nuestra caso cual es nuestro fin último. Entre otros, salir de la zona de confort, cooperar y trabajar en equipo, para contribuir en brindar el mejor acceso a la información y al conocimiento. Gracias, saludos.

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  3. Hola Rosita. Como siempre, un placer leerte. La sobrecarga de información no es algo tan nuevo como uno tiende a pensar (al menos en mi caso). Como bien señalás en tu columna ya en el siglo pasado se hablaba de Infoxicación. La variable que entra en juego en la actualidad es la velocidad con la que circulan datos e información, ya que todas las personas no sólo consumimos sino que generamos datos e información a través del uso de diferentes herramientas tecnológicas. Así, este “padecimiento” ya presente en la sociedad se potencia aún más. En este escenario un tanto caótico el rol de las bibliotecas para curar contenidos resulta fundamental. Muchas gracias. Saludos. Leticia Dobrecky

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    1. Hola Lety. No se que me pasó ya tenía casi lista la respuesta y se me fue, no se si saldrá algo repetido. Empiezo de nuevo. Te decía que es verdad que siempre hubo sobrecarga de información y hoy aún más como dices por lo que recibimos y por lo que generamos. Creo tenemos un nuevo desafío y no es incorporar todo lo que aparece, sino prestar mucha atención para seleccionar lo más adecuado. Para ello aunque no se conozca alguna tecnología es fundamental conocerla y adecuarla aún más a las necesidades de los usuarios. Seguiremos ahondando en este y otros aspectos que hacen a la relación con quienes necesitan la información aunque de la sensación de que el dato preciso se encuentre más difuso. Aquí cobra importancia la relación con el usuario y como siempre digo salir de la zona de confort y establecer mayor empatía. Establecer un feedback con la institución, con el equipo de trabajo en la unidad de información y escuchar a los usuarios y no se trata de atraerlos sino de intercambiar con ellos. De esa forma nos enriquecemos todos. Por eso es importante este intercambio donde nos enriquecemos todos. Un fuerte abrazo. Rosita

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