Pensando en nuestra profesión y en los cambios tecnológicos que nos afectan, nos preguntamos: ¿En qué lugar va a quedar la función del bibliotecario? ¿Qué opinan? Una nueva columna de Rosa Monfasani.
Hace poco tiempo, un amigo y colega me dijo cuál será nuestra función en las olas que vienen. Considerando que las formas de búsqueda y respuestas están cambiando aceleradamente. ¿En qué lugar va a quedar la función del bibliotecario?
Es una pregunta que nos hacemos a diario. Pero yo lo extendería a cualquier profesional de la información que debe atravesar los caminos que conducen a conocer y proveer acceso a la información y al conocimiento.
Tenemos que cumplir con ciertos requisitos para poder ejercer la profesión, en realidad, como acontece con cualquiera que sea. ¿Es necesario definirlos aquí? Creo que no tiene sentido, ya que conocemos y sabemos las asignaturas que moldearon nuestras competencias y contamos con la experiencia adquirida en los lugares de trabajo.
Pero sí podríamos decir que es necesario poseer:
- Conocimientos de las técnicas y de la ciencia propiamente dicha que hacen que apliquemos nuestros saberes en la búsqueda y obtención de las respuestas acertadas. Las diferentes unidades de información: biblioteca escolar, universitaria, especializada, pública, popular, instituciones de investigación, dependencias gubernamentales y organizaciones nacionales e internacionales, entre otras, posibilitan diseñar y ofrecer infinidad de productos y servicios.
- Conocimientos de las disciplinas humanísticas que nos permiten situarnos en el contexto social que requiere la biblioteca. En este sentido, Ayala Pérez dice que “Referirse a las humanidades en el siglo XXI no es novedoso si se considera que estas han sido objeto de estudio durante siglos. No obstante, lo anterior, reflexionar respecto de las humanidades desde la era digital, cuando pareciera que no tienen lugar, sí resulta pertinente”.
- Integrar la Empatía en la tarea diaria, que como se suele decir es “ponerse en el lugar/en los zapatos de los demás”. Interpretar y comprender sus necesidades. Coll, Gamberg y Reynoso (2021) manifiestan: “Aspiramos tener bibliotecas más humanas con bibliotecarios que puedan manejar además de sus conocimientos específicos, sus competencias emocionales y las de quienes tienen a su alrededor”.
- Valores éticos, las guías de conducta que engloban en principio: justicia, honestidad, lealtad, tolerancia, perseverancia, gratitud, solidaridad y respeto. Morán Reyes (2019) expresa: “El pensamiento ético, en general, trata sobre el actuar humano y la relación con los otros, y las implicaciones de las acciones humanas son las que nos determinan y nos hacen complejos”.
Es así, como por un lado se desarrollan los conocimientos que responden a las habilidades técnicas y por otro lo que los especialistas denominan habilidades “blandas” que responden a como se desenvuelven los individuos con relación a los demás.
https://www.sisbi.uba.ar/sites/default/files/sisbi/capacitacion/Monfasani_Juba%202019.pdf |
A estos conceptos es necesario incorporar algunas estrategias:
- Trabajo en equipo y cooperación para ampliar la información que se posee en la institución y que en forma colaborativa añade un valor agregado y potencia los documentos que se poseen.
- Gestión de procesos y servicios, como fuera planteado en la columna sobre proyectos para que en forma ordenada se puedan mejorar productos, actividades y servicios en el ámbito de actuación.
- Políticas bibliotecarias. Con la participación de Escuelas, Bibliotecas, Asociaciones de bibliotecarios, Colegios profesionales, Redes y Sistemas de bibliotecas, congresos, jornadas, encuentros y cualquier otro tipo de actividad bibliotecaria. Tal como fuera expresado en la columna de 2021 con la finalidad de tener presencia en las políticas públicas.
Respondiendo a la pregunta inicial ¿En qué lugar va a quedar la función del bibliotecario? Desde mi parecer la función no cambiará, solo se incorporarán otros conocimientos, otras formas de proceder.
En esta era de vertiginosos cambios tecnológicos, solo sugiero:
- Adaptarse a las circunstancias.
- Conocer lo que aparece e incorporarlo prudentemente a los procesos y servicios.
- Saber cómo es más conveniente utilizar lo nuevo.
- Evitar los posibles sesgos personales en el acceso a la información.
- Investigar para ofrecer lo adecuado en cada caso.
- Comunicar y relacionarse en y con la institución u organización.
- Difundir las experiencias, para optimizar la gestión bibliotecaria.
- Otros.
En esta oportunidad fue difícil encontrar un título atractivo, pero que mejor que una sola palabra que nos identifica y nos posibilita tener presencia: Bibliotecarios.
Nuevamente los invito a reflexionar y como siempre les digo sus comentarios no sólo producen un interesante intercambio, sino que nos enriquecen para continuar reflexionando sobre los temas que nos preocupan.
9 de julio de 2024
Día de la Independencia Argentina
* Rosa Monfasani es Bibliotecaria y Profesora en Ciencia de la Información por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Mi Facebook: @RMonfasani
Referencias:
Ayala Pérez, T. (2019). Algunas consideraciones sobre las humanidades desde la era digital. Universum, 34(1)39-64. https://www.scielo.cl/pdf/universum/v34n1/0718-2376-universum-34-01-00039.pdf
Coll, M.G., Gamberg, P.M., Reynoso, M.M. (2021). Inteligencia emocional en las unidades de información. Revista Prefacio, 5(7), 62-68. https://revistas.unc.edu.ar/index.php/PREFACIO/article/view/35730/35849
López, M.B., Arán Filippetti, V., Richaud, M.C. (2014). Empatía: desde la percepción automática hasta los procesos controlados. Avances en Psicología Latinoamericana/Bogotá (Colombia) 32(1)37-51. http://www.scielo.org.co/pdf/apl/v32n1/v32n1a04.pdf
Monfasani, R.E. (2020). ¿Inciden las comunidades bibliotecarias en las políticas públicas? Buenos Aires: Alfagrama, 22 p. https://alfagrama.com.ar/wp-content/uploads/2020/12/Incidencia-comunidades-bibliotecarias-en-politicas-publicas-final.pdf
Morán Reyes, A.A. (2019). Eticidad y filosofía de la información: fundamentación ética para la Bibliotecología. Buenos Aires: Alfagrama Ediciones, 213 p.
UNIR. (2024). Qué son los valores éticos y por qué es importante fomentarlos. Arte y humanidades,12 de marzo. https://www.unir.net/humanidades/revista/valores-eticos/
Gran tema, creo la pandemia nos dejó una nueva realidad a los Bibliotecarios ante los nuevos usuarios que más allá de información necesitan una escucha, empatia, solidaridad y adaptación a los cambios, que serán constante en esta revolución de la información... a estar atentos colegas a no quedarnos fuera de esta nueva sociedad.
ResponderEliminarBuen día Graciela. Coincidimos totalmente, esa fue la idea de presentar al bibliotecario con estos tips que hacen a su relación con el mundo que lo rodea. Abrazo y muchas gracias.
Eliminar¿Qué agregar a una síntesis tan completa, como universal de nuestra profesión? Como siempre Rosa Monfasani pones en palabras lo cada uno de nosotros como bibliotecarios sentimos. Sólo a modo personal agregaría que la información se transforma con cada aporte, como bibliotarios debemos unirnos y transformarnos constantemente. ¡¡¡Brillante Rosa!!!
ResponderEliminarGracias Norma por tu comentario y conceptos hacia estas columnas. La idea es que nos pongamos a reflexionar sobre nuestra profesión y salir de nuestra zona de confort. Gran abrazo.
EliminarMe gusta leer sus artículos. En mí opinión como estudiante aún de la carrera de Bibliotecologo es que hoy en día creo que la palabra "biblioteca" y "bibliotecario/a" está caducada. Nuestra profesión que tanto cuesta que sea valorada como quisiéramos debería llamarse "profesional de la información" y las bibliotecas "centros de información". Se que ya se utilizan estos términos pero no se adoptan en la sociedad. Gracias por el espacio de opinión.
ResponderEliminarEstimada Silvana, agradezco que como estudiante ya tengas inquietudes por nuestra carrera. Creo que a lo mejor vamos a disentir en cambiarnos el nombre, pienso que la palabra bibliotecarios nos identifica. Profesionales de la información es un concepto muy amplio que engloba a otros que se encuentran proveyendo de alguna manera datos, noticias, conocimiento, etc. o como sea algún tipo de información. Prefiero a pesar de los años vividos y tratando de leer y escuchar en el día a día lo que aparece sobre lo nuevo y lo no tanto, denominarme Bibliotecario. En fin son pareceres y como siempre me haces reflexionar y como dice el editor de este blog "siempre encuentras en los comentarios algo más para escribir". Gracias, encantada de conocerte y a tu disposición.
EliminarMuy buena la columna que nos has compartido Rosa! Creo que en nuestra profesión debemos hacer mucho hincapié en el desarrollo de las destrezas, tanto técnicas como humanas. Hoy en día, las curriculas de las carreras de bibliotecología lamentablemente no están siendo actualizadas en estas competencias. Debemos trabajar dentro de la comunidad bibliotecológica en forma más activa y comprometida egresadas/os y docentes para lograr un nuevo perfil profesional del/de la bibliotecario/a.
ResponderEliminarHola Adrián coincidimos totalmente especialmente en lo que se refiere a lo de las carreras/escuelas de Bibliotecología, si además consideramos como lo manifestó y lo digo siempre que inclusive los planes de estudio tienen muchas veces contenidos diferentes y les cambian los nombre a las materias, en particular a las técnicas. Imagínate si en otras profesiones muy tradicionales hicieran lo mismo. Esa es una de las cuestiones por la que además no nos conocen, suelen pensar que son cosas diferentes. Creo debemos plantarnos como corresponde. Gracias por tu comentario. Abrazo.
ResponderEliminarLa adaptación a la realidad, y la investigación para conocer las posibles soluciones o mejoras, para quienes ya estamos en ejercicio de la profesión; e incorporar esos resultados de manera inmediata a los Diseños curriculares, para quienes estamos en la docencia. Con la finalidad de, si no podemos anticiparnos, al menos acompañar la realidad, pero no ir atrás , que es lo pasa por lo general. En nuestra profesión menos que en ninguna, ya que nos cabe una gran responsabilidad en este cambio. Gracias Rosita por dar acceso a este espacio de reflexión y debate.
ResponderEliminarAgradezco Graciela tus aportes. Es verdad que desde muchas aristas de la profesión y resalto lo de la realidad e investigación, haya aspectos fundamentales que contribuyen a mejor el trabajo diario en cualquier situación en que nos movamos y en especial en la docencia para poder transmitir lo nuevo. Contenta con este este espacio de reflexión y debate, esa es la idea que todos los profesionales puedan participar e intercambiar ideas. Abrazo a la distancia.
EliminarHola Rosa: muy interesante la reflexión que proponés en tu artículo. Para sumar al perfil de los bibliotecarios, me gustaría mencionar el pensamiento prospectivo: es decir, imaginar cómo va a ser el futuro dadas las tendencias actuales, y desarrollar una visión para la biblioteca desde el presente. Creo que este pensamiento estratégico es muy importante para tratar de influir en los hechos futuros.
ResponderEliminarHola Nicolás, es verdad todo suma, especialmente en esta época compleja de cambios abruptos y complejos. Tu mirada coincide con la mía en cuanto al pensamiento estratégico y es algo que justamente estoy volcando en una nueva columna que creo versará sobre el acceso a la información. Me alegra mucho que en el blog podamos intercambiar y reflexionar sobre diferentes conceptos de la profesión y agradezco siempre tu mirada con visión de futuro. Abrazo y nos mantenemos en contacto.
Eliminar