En el presente siglo se ha planteado como concepto el de la biblioteca verde, una expectativa adecuada y razonable para los tiempos en los que vivimos marcados por fenómenos de alto impacto como el cambio climático.
A la complejidad de los avances de la Bibliotecología y las Tecnologías de la Información y la Comunicación se ha sumado el horizonte de la sostenibilidad medio ambiental económica y social. En el presente siglo se ha planteado como concepto el de la biblioteca verde, una expectativa adecuada y razonable para los tiempos en los que vivimos marcados por fenómenos de alto impacto como el cambio climático.
Así lo expuso, Miguel Armando López Leyva, coordinador de Humanidades de la UNAM, quien explicó que la biblioteca verde hace referencia a una agenda que incluye una serie de rasgos que considera la confluencia entre los metadatos y la sostenibilidad.
Al encabezar la inauguración del Congreso Internacional sobre Metadatos (CIM) 2024. “Comunidades sostenibles y el movimiento de la biblioteca verde: oportunidades y retos para la organización de la información y del conocimiento”, organizado por el Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI) de la UNAM, compartió: “El intercambio entre las comunidades bibliotecarias, archivísticas y museográficas mediante las tecnologías de la información, y la comunicación se ha robustecido desde finales del siglo XX, sobre todo en cuanto la administración, organización, preservación y acceso a la información y conocimiento, con características propias del siglo XXI”.
Fundamentales para los ODS
En su oportunidad, Georgina Araceli Torres Vargas, directora del IIBI, subrayó que las bibliotecas verdes representan un tema central para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030, adoptados por la ONU.
Entre los lineamientos de las bibliotecas verdes se advierte que la información relevante y actualizada debe ser de fácil acceso para los usuarios, que los objetivos ambientales también deben de ser smart, específicos, medibles, alcanzables, realistas y de duración determinada, y que las rutinas y los procesos operativos sean también ambientalmente sostenibles, dijo.
“De acuerdo con la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA, por sus siglas en inglés), una biblioteca verde y sostenible es aquella que tiene en cuenta la sostenibilidad medioambiental económica y social”.
Tienen que contar, enumeró, con una agenda de sostenibilidad clara que incluya entre otros los siguientes aspectos: edificios y equipamientos ecológicos; procedimientos de gestión ecológica; economía y servicios bibliotecarios sostenibles; sostenibilidad social; gestión ambiental; compromiso con los objetivos y programas ambientales generales.
A su vez, Ariel Alejandro Rodríguez García, investigador del IIBI y coordinador del Congreso, refrendó que para la IFLA las bibliotecas son esenciales para los logros de los ODS, porque con su infraestructura basada en tecnologías de la información y el conocimiento, es posible ayudar a las personas a desarrollar la capacidad de usar la información de forma eficaz.
“Desde inicios de siglo se dio a conocer lo que pone a discusión este congreso, que es el movimiento de la biblioteca verde, la cual establece compromiso con los bibliotecarios, bibliotecas, comunidades y universidades en reducir gradualmente la ecodegradación con base en los postulados del desarrollo, uso sostenible y eficiente de recursos de construcción, mantenimiento y en general la vida estructural de las bibliotecas”, concluyó.
Fuente: Gaceta UNAM
Excelente esta publicación sobre la biblioteca verde, útil para tomar conciencia sobre el cuidado del planeta tan importante en esta época. Como siempre las bibliotecas dando un punta pie inicial.
ResponderEliminarMe ha encantado este tema de bibliotecas verdes, ya que trabajo en una biblioteca y todo está ligado al medio ambiente y en esa base trabajamos, está muy interesante el tema, me gustaría tener más información al respecto.
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