Acceso abierto ¿Nos cuestionamos?

En su nueva columna de opinión, Rosa Monfasani plantea una serie de interrogantes relacionados a esta temática que es de gran importancia, tanto para los profesionales de la información como para los usuarios.


Fuente: Amelica.org

No me considero una fuente experta en este tema. Desde hace mucho tiempo el Acceso Abierto (AA) es tratado en profundidad por muchos colegas, especialistas e instituciones. Tanto en nuestro país como en América Latina y otros países del mundo continúan abocados al AA u Open Access (OA), como es conocido, con el fin de lograr acceder a la literatura científica. 

El otro día, hablando sobre el AA con Gustavo Gómez, de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), Córdoba, surgieron algunas inquietudes que aquí traslado.

¿A quién beneficia realmente el Acceso Abierto?
¿Existen estadísticas sobre quiénes son los que más producen en AA?
¿Hay estudios sobre que "el AA incrementa la citación"? ¿Dónde? ¿En qué países?
¿Se evaluó el impacto real del AA en las investigaciones de la ciencia de la periferia?

No tengo, ni tenemos una respuesta a todo esto, y quizás en mi búsqueda no la encuentre, por ello citaré a algunos de los especialistas tratando de presentar su lucha por el AA y quizás, allí se encuentre algo de lo que nos inquieta.

Fushimi en abril de 2023 planteaba en el Conversatorio “¿Por qué pagamos por publicar?”, organizado por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) que “…el acceso abierto fue punta de lanza y vanguardia para algo mucho más abarcativo que es la ciencia abierta, …, un nuevo paradigma en el cual lo que cambia sustancialmente es la forma en la cual construimos el conocimiento científico de forma abierta, colaborativa, y hecha por y para la sociedad”.

Esto, quizás tiene que ver con quienes deben beneficiarse y como el fruto del trabajo académico es tomado por las grandes editoriales. Por eso, nos preguntábamos a quién beneficia.

Un cuadro elaborado por Pilloni presenta una evolución del AA, se da simplificado, pero se puede consultar in extenso en las referencias:


La Oficina de Conocimiento Abierto (OCA), de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), tiene como propósito contribuir y mejorar el sistema de comunicación científica actual, visibilizar la producción académica y científica producida por la comunidad universitaria y revalorizar los fondos históricos que hablan de su memoria localizados en sus bibliotecas, museos y archivos. 

“Asesora y capacita a toda la UNC en el uso de programas de código abierto…, apoya y promueve la edición de revistas científicas en formato digital y de acceso abierto…, y sobre el Derecho de autor”, entre otros.

CLACSO con larga trayectoria en el acceso abierto al conocimiento lo ofrece en el campo de las Ciencias Sociales y en la difusión de la producción académica de los investigadores que integran esa red. 

Entre sus objetivos sostiene nuevas alternativas de difusión del conocimiento y de producción y circulación de publicaciones; contribuye a la actualización profesional y el intercambio de experiencias en comunicaciones académicas en entornos digitales; promueve el debate e incentiva el reconocimiento como bien público garantizando el acceso; construye y mantiene un espacio bibliográfico de referencia y entre otros, brinda a los centros miembros, la comunidad científica y académica y al público en general el acceso a un repositorio de la especialidad de América Latina y el Caribe.

SciELO (Scientific Electronic Library Online) es una biblioteca electrónica que reúne artículos de investigación de América Latina, España, Portugal, el Caribe y Sudáfrica. Su objetivo es dar acceso a revistas científicas y al texto completo de los artículos, y reconocer, promocionar y mejorar las revistas editadas por universidades, sociedades científicas y asociaciones profesionales.

Como es de público conocimiento, existe la ley 26.899 que fue promulgada en diciembre de 2013. En su articulado refiere a los organismos que deben desarrollar repositorios institucionales digitales de acceso abierto, la producción científico-tecnológica, el financiamiento y los tipos de documentos que lo integrarán que sean resultado de actividades de investigación. Asimismo, deberán establecer políticas de acceso, estándares de interoperabilidad, promoción, y brindar asistencia técnica, entre otros.

En la breve investigación que realicé no encontré estadísticas sobre quiénes producen más en Acceso Abierto, por lo presentado hasta aquí se podría decir que se da en el campo de las ciencias sociales y humanidades.

El MINCYT, hoy Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, posee una biblioteca electrónica y da la siguiente información correspondiente a 2008-2022:

- 93 instituciones habilitadas 
- 80.771 libros 
- 24.099 actas de congreso
- 33.399 revistas 
- 23.471 tesis 
- 51.282.054 consultas bibliográficas

A ese organismo nacional le correspondería continuar con las estadísticas e incorporar nuevas para responder a las inquietudes mencionadas en esta columna.

Los investigadores, docentes y gran parte de la sociedad desconocen cuáles y cómo son sus derechos de autor y cómo funcionan las licencias Creative Commons. Por tal motivo, continúan con la firma de las cesiones de derechos a diferentes instituciones y especialmente a las empresas editoriales. También desconocen dónde y cómo son citados.

Quizás, esto se fundamenta un poco a partir de las preguntas iniciales, pero no tenemos respuestas, estadísticas y conocimiento respecto a ello.

Si he podido apreciar y no está todo dicho que existe una gran promoción del Acceso Abierto al conocimiento. Por ejemplo, este año, también se ha incorporado el tema en la 22ª Jornada sobre la Biblioteca Digital Universitaria (JBDU), realizada en la UNCuyo, Mendoza. La programación trató sobre el acceso abierto, la cultura digital, la investigación abierta, la interoperabilidad de los datos, las revistas en AA, los libros electrónicos, la comunicación científica y su impacto en el sector editorial, la inteligencia artificial, los portales de investigación, la gestión de datos de investigación, y la función educativa. Pero tampoco se habló de los temas que se plantean aquí, quizás quedó un poco soslayado.

Volviendo al principio, veo que solo he hecho una enumeración de las instituciones que promueven y tratan el AA, pero soy consciente de que en estas inquietudes estamos como al inicio. En fin, queda para los expertos responder dentro de sus posibilidades a estos planteos y motivar para que esos datos lleguen a la sociedad. Muchos temas colaterales relacionados con el tema se han tratado en otras columnas, léase IA, ética, falsedad, sesgos, etc. Nos leemos, reflexionamos, debatimos y aportamos. 

Gracias Gus por las ideas y como siempre a todos, gracias por estar.

29 de noviembre de 2024

* Rosa Monfasani 
es Bibliotecaria y Profesora en Ciencia de la Información por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Mi Facebook: @RMonfasani


Referencias:
Argentina. MINCYT. Recursos en acceso abierto. https://biblioteca.mincyt.gob.ar/recursos/accesoabierto 

Argentina. Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (2013). Ley 26.899. Repositorios digitales institucionales de acceso abierto. Sancionada: nov.13. Promulgada: dic.3. https://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/220000-224999/223459/norma.htm 

Becerril García, A. (2022). Favorecer los canales de publicación y distribución inclusivos de manera que nunca se excluya a los autores por motivos económicos: el Acceso Abierto “verde” y “diamante” en América Latina en el marco de BOAI20. TyR, Tramas y Redes: Revista de CLACSO, 3. https://www.clacso.org/favorecer-los-canales-de-publicacion-y-distribucion-inclusivos-de-manera-que-nunca-se-excluya-a-los-autores-por-motivos-economicos/ 

CLACSO (2024). Acceso Abierto al Conocimiento. https://www.clacso.org/acceso-abierto-al-conocimiento/ 

Fushimi, M. (2023). 20 años de Acceso Abierto: avances, bifurcaciones y problemáticas. C. Unzurrunzaga y C. Monti (Eds.), ¿Por qué pagamos por publicar? Apuntes para debatir el sistema de publicación y evaluación de la ciencia. (p. 7-15: gráf. col.). La Plata: Secretaría CyT. UNLP. https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/libros/pm.6452/pm.6452.pdf 

JBDU (2024). Programa 22 JBDU. https://sid.uncu.edu.ar/sid/jbdu2024/programa.pdf 

OCA. Oficina de Conocimiento Abierto (s.f.). Institucional. Propósitos. https://oca.unc.edu.ar/video-institucional/  

Pilloni, L. (2019). Acceso abierto: libertad de las cosas o libertad de las personas. Voces AmeliCA. https://amelica.org/index.php/pt/2019/04/22/parte-2-quem-e-que-e-publicado-em-acesso-aberto/ 

SciELO Argentina. Scientific Electronic Library Online CAICYT-CONICET https://www.scielo.org.ar/scielo.php 

UNESCO (s.f.). Una puerta abierta hacia los conocimientos de la UNESCO
https://www.unesco.org/es/open-access 

UNLP (2022). Ordenanza no. 302/22. Política institucional de acceso abierto a la producción científica, académica e institucional para toda la Universidad Nacional de La Plata. Blog Acceso Abierto en movimiento. https://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/147517  

Comentarios

  1. Gracias a la autora por formular preguntas interesantes cuestiones sobre el Acceso Abierto. Recomiendo leer el trabajo: Could defeat be snatched from the jaws of victory? de Richard Poynder, investigador británico especializado sobre el tema. Puede accederse al documento en este enlace: https://digitalcommons.unl.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1132&context=scholcom

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  2. Gracias a ti Antonio por leer la columna y sugerir otras lecturas que enriquecen. Saludos

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