4 estrategias de marketing bibliotecario que todo bibliotecario especial puede usar

Desde comprender a fondo a los usuarios hasta aprovechar el poder de los testimonios reales, el marketing bibliotecario se vuelve clave para que las bibliotecas ganen visibilidad, demuestren su valor y conecten de manera auténtica con sus comunidades. Estas cuatro recomendaciones, basadas en el trabajo de la bibliotecaria y académica Lauren Hays, ofrecen un punto de partida práctico y transformador.



El marketing bibliotecario no se trata de “vender”, sino de algo mucho más esencial: ayudar a que las personas descubran todo lo que la biblioteca puede hacer por ellas. Como afirma la especialista Kathy Dempsey, el corazón del marketing en bibliotecas está en acompañar a la comunidad para que encuentre recursos útiles y se anime a usarlos.

En ese espíritu, la bibliotecaria y profesora adjunta de Tecnología Educativa en la Universidad de Central Missouri, Lauren Hays, propone cuatro estrategias simples y aplicables a cualquier biblioteca especializada. Son recomendaciones que invitan a reflexionar sobre nuestras prácticas diarias y, sobre todo, a conectar de forma más efectiva con quienes atendemos.


1. Comprendé a tu audiencia: la base de todo

Conocer de verdad a quienes usan -o podrían usar- la biblioteca es el primer paso para cualquier acción de comunicación.

Este principio actúa en dos niveles:

* Permite ajustar los servicios a las necesidades y expectativas reales de la comunidad.

* Guía la forma de comunicar, para que los mensajes lleguen en el tono, el formato y el momento adecuados.

Cuando escuchamos, observamos y analizamos, dejamos de suponer. Y ahí empiezan las decisiones efectivas.


2. Comunícate estratégicamente: menos ruido, más impacto

No hace falta estar en todas las redes ni enviar correos de más. Lo importante es estar donde está la audiencia y elegir el formato correcto para cada información.

Si tu comunidad trabaja principalmente con correo electrónico, las actualizaciones por email serán la vía lógica. Pero si se mueven en Slack, Teams u otro canal interno, quizá un espacio dedicado para novedades sea más eficiente.

La clave es comunicar con intención, no por inercia.


3. Usá los datos como brújula

Las estadísticas son aliadas. Revisar tasas de apertura, visitas al sitio web, rebotes y consultas frecuentes permite:

* identificar qué canales funcionan mejor,

* ajustar contenidos,

* reformular la estructura del sitio,

* y adaptar servicios según la demanda real.

Las decisiones sostenidas en datos convierten la intuición en estrategia.


4. Potencia las historias reales

No hace falta pensar en influencers: lo poderoso está en los testimonios auténticos.

Cuando un usuario cuenta cómo la biblioteca impactó en su trabajo o en su vida, eso inspira a otros a acercarse.

Las experiencias personales generan confianza, cercanía y legitimidad. Son, en sí mismas, una forma de marketing orgánico.


Por qué importa todo esto en las bibliotecas especializadas

En entornos especializados, la competencia por la atención es cada vez mayor. Sin acciones planificadas de marketing, muchas bibliotecas corren el riesgo de volverse invisibles para potenciales usuarios que realmente podrían beneficiarse de sus recursos.

Explorar nuevas formas de comunicar, escuchar a la comunidad, medir resultados y visibilizar historias ayuda a que la biblioteca se vuelva más visible, más pertinente y más indispensable.


¿Te resultaron útiles estas estrategias?

Te invitamos a dejar tu opinión, compartir tus experiencias y difundir esta nota para que más bibliotecarios puedan inspirarse.

Cuanto más hablamos de marketing bibliotecario, más crece el impacto de nuestras bibliotecas.

Fuente: Lucidea


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