La directora de la Biblioteca Nacional de España asegurço que: «Tenemos que ser capaces de contar lo que esa tecnología puede hacer para acercar al público a la biblioteca; descarga de contenidos, acceso a textos y lectura de forma legal».
Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. Con esa filosofía, la directora de la Biblioteca Nacional de España, Ana Santos, lleva desde 2013 inmersa en un proceso de apertura y actualización de este centro para adaptarse «a la sociedad Google».
Santos llegó el miércoles a Alicante para abrir la II Jornada sobre Fondos Documentales que acoge el Instituto Juan Gil-Albert en la Casa Bardín y aprovechó su estancia para visitar la Casa Museo Azorín en Monóvar.
La directora de la BNE apuntó que si el año pasado fueron más de 200.000 ejemplares físicos los que se consultaron en las salas de lectura de la biblioteca, la cifra de descargas de documentos de sus fondos alcanzó los 5 millones. Es consciente, no obstante, de que la tecnología aleja al público de las bibliotecas ya que no es preciso acudir a un centro para conseguir esos ejemplares o documentos.
Y esa es, asegura, una parte imprescindible de su función. «Es importante porque no queremos solo que la gente venga a consultar por consultar sino que es fundamental que nuestras colecciones sirvan para generar un nuevo conocimiento. Y nos quedan cientos de miles de ejemplares por digitalizar».
Las bibliotecas. Lugares del saber, espacios de cultura es el título de la conferencia que dio y dejó un mensaje bastante explícito de lo que tiene que ser el nuevo concepto que debe regir estos centros.
En este sentido, todo es fruto de una evolución y, en su caso, de su empeño personal por abrir la BNE que ha llevado a aprobar un nuevo estatuto para el centro este mismo año. «El concepto es que la Biblioteca Nacional tiene un patrimonio de gran riqueza y un valor cultural incalculable que muestra la capacidad de nuestro país de crear, de pensar; ahí está reflejada la evolución del pensamiento que hemos sido capaces de desarrollar. Tenemos que hacerlo accesible incluso a los que solo trabajan con Google y piensan que lo que no está en Google no existe».
Por eso, esta licenciada en Geografía e Historia que ha dirigido algunas de las bibliotecas más importantes del país, considera fundamental el trabajo con niños y jóvenes, además de promover las actividades que atraigan a los ciudadanos, como exposiciones, charlas o visitas.
La jornada que se celebró en la Casa Bardín contó con las intervenciones de José Luis Pellín, Ignacio Beltrán y Alicia Cerdá, responsables de de las bibliotecas municipales de Novelda, Altea y Monóvar, respectivamente. Para terminar se organizó una mesa redonda, bajo el título Experiencia, innovación, problemas, soluciones y retos en el uso de la biblioteca pública como espacio de cultura, que contó con Soledad Carrión, de la biblioteca de Torrellano; Joaquín Ronda, del Centro Salvà Ballester de Callosa d'En Sarrià, y Susana Llorens, directora del Archivo Municipal de Alicante.
Fuente: Información
Véase además:
Biblioteca Nacional de España
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| Ana Santos firma en el libro de visitas de la Casa Museo Azorín. |
Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. Con esa filosofía, la directora de la Biblioteca Nacional de España, Ana Santos, lleva desde 2013 inmersa en un proceso de apertura y actualización de este centro para adaptarse «a la sociedad Google».
Santos llegó el miércoles a Alicante para abrir la II Jornada sobre Fondos Documentales que acoge el Instituto Juan Gil-Albert en la Casa Bardín y aprovechó su estancia para visitar la Casa Museo Azorín en Monóvar.
«Tenemos que ser capaces de contar lo que esa tecnología puede hacer para acercar al público a la biblioteca; descarga de contenidos, acceso a textos y lectura de forma legal».
La directora de la BNE apuntó que si el año pasado fueron más de 200.000 ejemplares físicos los que se consultaron en las salas de lectura de la biblioteca, la cifra de descargas de documentos de sus fondos alcanzó los 5 millones. Es consciente, no obstante, de que la tecnología aleja al público de las bibliotecas ya que no es preciso acudir a un centro para conseguir esos ejemplares o documentos.
«Hemos conseguido contener el descenso de visitas físicas, aunque continúa, pero hemos aumentado la demanda de servicios digitales y de proyectos de investigación».
Y esa es, asegura, una parte imprescindible de su función. «Es importante porque no queremos solo que la gente venga a consultar por consultar sino que es fundamental que nuestras colecciones sirvan para generar un nuevo conocimiento. Y nos quedan cientos de miles de ejemplares por digitalizar».
Las bibliotecas. Lugares del saber, espacios de cultura es el título de la conferencia que dio y dejó un mensaje bastante explícito de lo que tiene que ser el nuevo concepto que debe regir estos centros.
«El disfrute de la cultura y sobre todo esa oportunidad que debemos dar desde las bibliotecas para que toda aquella persona que por los motivos que sea en su vida no se ha podido formar, lo pueda hacer en un momento determinado, que sepa que eso existe y que está ahí para ellos».
En este sentido, todo es fruto de una evolución y, en su caso, de su empeño personal por abrir la BNE que ha llevado a aprobar un nuevo estatuto para el centro este mismo año. «El concepto es que la Biblioteca Nacional tiene un patrimonio de gran riqueza y un valor cultural incalculable que muestra la capacidad de nuestro país de crear, de pensar; ahí está reflejada la evolución del pensamiento que hemos sido capaces de desarrollar. Tenemos que hacerlo accesible incluso a los que solo trabajan con Google y piensan que lo que no está en Google no existe».
Por eso, esta licenciada en Geografía e Historia que ha dirigido algunas de las bibliotecas más importantes del país, considera fundamental el trabajo con niños y jóvenes, además de promover las actividades que atraigan a los ciudadanos, como exposiciones, charlas o visitas.
«La sociedad se pregunta para qué sirven las bibliotecas y es nuestra responsabilidad demostrar su inmenso valor y lo que pueden aportar a la sociedad».
La jornada que se celebró en la Casa Bardín contó con las intervenciones de José Luis Pellín, Ignacio Beltrán y Alicia Cerdá, responsables de de las bibliotecas municipales de Novelda, Altea y Monóvar, respectivamente. Para terminar se organizó una mesa redonda, bajo el título Experiencia, innovación, problemas, soluciones y retos en el uso de la biblioteca pública como espacio de cultura, que contó con Soledad Carrión, de la biblioteca de Torrellano; Joaquín Ronda, del Centro Salvà Ballester de Callosa d'En Sarrià, y Susana Llorens, directora del Archivo Municipal de Alicante.
Fuente: Información
Véase además:
Biblioteca Nacional de España
Muchas gracias por éste artículo. Pero quiero saber cuál es la manera más legal y segura. gracias
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