Hola, allá por el año 1996. Había terminado la secundaria en Córdoba, Argentina, y el papá de un amigo de entonces estudiaba Bibliotecología en la Universidad Nacional de Córdoba. Me mostró sus libros, apuntes, el plan de estudios . Ahí me decidí, al año siguiente comenzaría. Hace 21 años que me dedico a esto, porque me considero bibliotecario desde el 1er día de aquél febrero del ´97. Después vino la etapa de cursar, rendir libre por falta de horarios, de obtener el título de Bibliotecólogo y después ... mucho después ... el de Licenciado . Espero les guste ... Saludos a todos los colegas.
Desde los 15 años trabajé en la biblioteca popular que mi abuela y otras personas de la comunidad habían creado en una ciudad del conurbano de Buenos Aires: Luis Guillón. Cuando tenía 28 años, y otra profesión, fui presidente de la institución y sentí la responsabilidad de conocer un poco más del mundo de las bibliotecas, pero de un lado más profesional. Me decidí a estudiar un año para ser auxiliar de bibliotecología. Hubo una profesora que despertó mi entusiasmo, (y sólo me muevo por el entusiasmo), me habló de "bibliotecas sin muros". Desenmarañar ese concepto me llevó a terminar la tecnicatura y luego la licenciatura. Gracias Prof. Mirta Pérez Díaz
Hola, allá por el año 1996. Había terminado la secundaria en Córdoba, Argentina, y el papá de un amigo de entonces estudiaba Bibliotecología en la Universidad Nacional de Córdoba. Me mostró sus libros, apuntes, el plan de estudios . Ahí me decidí, al año siguiente comenzaría. Hace 21 años que me dedico a esto, porque me considero bibliotecario desde el 1er día de aquél febrero del ´97. Después vino la etapa de cursar, rendir libre por falta de horarios, de obtener el título de Bibliotecólogo y después ... mucho después ... el de Licenciado . Espero les guste ... Saludos a todos los colegas.
ResponderEliminarDesde los 15 años trabajé en la biblioteca popular que mi abuela y otras personas de la comunidad habían creado en una ciudad del conurbano de Buenos Aires: Luis Guillón. Cuando tenía 28 años, y otra profesión, fui presidente de la institución y sentí la responsabilidad de conocer un poco más del mundo de las bibliotecas, pero de un lado más profesional. Me decidí a estudiar un año para ser auxiliar de bibliotecología. Hubo una profesora que despertó mi entusiasmo, (y sólo me muevo por el entusiasmo), me habló de "bibliotecas sin muros". Desenmarañar ese concepto me llevó a terminar la tecnicatura y luego la licenciatura. Gracias Prof. Mirta Pérez Díaz
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