La directora de la biblioteca pública de San Diego, Misty Jones, dice que el personal de la biblioteca está tomando un enfoque más empático para tratar con las personas sin hogar.
La recién estrenada película The Public le pegó fuerte a Misty Jones, directora de la Biblioteca Pública de San Diego.
“Me relacioné con todo, no sólo al nivel de biblioteca, sino también a nivel de las personas sin hogar”, dijo desde su oficina recientemente, justo el día en que se estrenó la película a nivel nacional. “Realmente está bastante atinada”.
La película destaca la relación que las personas sin hogar a menudo tienen con las bibliotecas, el único lugar en una gran ciudad donde pueden sentirse seguros y bienvenidos.
Es una relación que Jones conoce bien, al igual que cualquiera que frecuenta la Biblioteca Central en el vecindario East Village de San Diego, donde se puede encontrar a personas sin hogar cualquier día.
En la película, escrita, dirigida, producida y protagonizada por Emilio Estévez, un bibliotecario de Cincinnati permite que las personas sin hogar permanezcan dentro de su biblioteca durante una fuerte helada, cuando todos los refugios de la ciudad estaban llenos.
Jones, quien supervisa la Biblioteca Central y 35 sucursales alrededor de la ciudad, nunca ha tenido que convertir ningún recinto en refugio provisional, pero está acostumbrada a que las personas sin hogar frecuenten el edificio en Park Boulevard, cerca de Petco Park. Cuando la nueva biblioteca abrió sus puertas en el 2013, la ciudad esperaba que atrajera a más personas sin hogar que la biblioteca más antigua y más pequeña del centro de la ciudad, y se preparó ofreciendo servicios de salud mental en dicho lugar.
Hace unos años, la biblioteca comenzó a capacitar al personal para seguir un enfoque impulsado por la empatía para tratar a personas sin hogar como se describe en el libro, The Librarian’s Guide to Homelessness, de Ryan Dowd.
Más recientemente, la biblioteca tuvo otro acercamiento con la población sin hogar del área con Spring Into a New You, una feria de recursos y carreras que proporcionó ropa, maquillaje y cortes de cabello gratis para ayudar a las personas a prepararse para entrevistas de trabajo. El evento del 2 de abril fue organizado por San Diego Workforce Partnership y Think Dignity, una organización sin fines de lucro que ayuda a personas sin hogar y brinda clínicas legales mensuales en la biblioteca.
La información de atención médica para personas sin hogar se ofrece de 10 a 12 A.M. los miércoles en el Partner Service Desk y el servicio de referencia 211 San Diego ayuda a las personas a solicitar apoyo alimenticio de CalFresh en el lobby.
Jones vio la versión preliminar de The Public el año pasado en una conferencia de la American Library Association, donde Estévez discutió la película en un panel con Dowd, quien dirige un refugio en las afueras de Chicago. Unos años antes, dijo Jones, vio a Dowd hablar en otra conferencia y se fue inspirada para hacer cambios en la biblioteca donde trabaja. “Creo que cambia tu percepción porque te da una visión interna de lo que es estar sin hogar”, comentó.
La supervisora bibliotecaria Jennifer Jenkins leyó el libro de Dowd y lo identificó como un catalizador para el cambio. “Fue un cambio completo en nuestra comprensión de las personas sin hogar”, dijo. Jenkins y otros miembros del personal tomaron el curso en línea de Dowd sobre cómo tratar a personas sin hogar con empatía. El sitio web del libro de Dowd incluye varios consejos sobre cómo debe interactuar el personal de la biblioteca con este segmento de la población. Algunos son sutiles, por ejemplo, cómo detener a alguien de una manera no amenazadora para que deje de pedir limosna. Dowd sugiere tener una política de no roncar en lugar de una política de no dormir, y aconseja al personal de la biblioteca no discutir con personas delirantes ni que sigan sus delirios, sino más bien evitarlos.
Aunque sigue siendo una decisión de juicio, Jones dijo que las personas que se quedan dormidas en la biblioteca tienen más probabilidad de que las dejen ahí. “El hecho es que es agotador estar sin hogar”, comentó Jones sobre los visitantes de la biblioteca que pueden levantarse al amanecer después de pasar una noche inquieta en la calle o en un refugio lleno de gente que ronca. “Puede que no hayas dormido bien en años, y eso puede afectar tu salud mental y tu actitud”.
De lunes a miércoles, la biblioteca cuenta con una sala de servicios de salud mental con personal en diferentes días de la National Alliance on Mental Illness, la Union of PanAsian Communities o de Vista Hill Parent Care. Los colaboradores de esas organizaciones llegan a las 8 A.M., una hora antes de que se abra la biblioteca, para hablar afuera con personas sin hogar. Jenkins dijo que de 10 a 15 personas vienen referidas de la oficina de servicios de salud mental cada día que está abierta.
Todos los miembros del personal también han recibido capacitación en primeros auxilios de salud mental y pueden reconocer cuándo las personas pueden necesitar atención, agregó Jones.
Ellis Rose, quien no tiene hogar y es miembro de la junta de la San Diego Regional Task Force on the Homeless, dijo darse cuenta del cambio en la biblioteca en los últimos dos años. “El personal no parece ser tan contradictorio”, dijo. Rose vio The Public cuando Estévez la proyectó en febrero durante la conferencia National Alliance to End Homelessness en San Diego. Recordó haberse sorprendido con una escena en la que el personaje de Estévez se voltea para otro lado cuando ve que un hombre sin hogar estaba dormido en la biblioteca. “Pensé: ‘Esa no ha sido mi experiencia’”, dijo. “Pero no, espera un momento, entonces recordé, las cosas han cambiado”.
Marilyn Benefield, quien estuvo sin hogar por tres años y se mantiene en contacto directo con personas sin hogar, también ha notado una diferencia. “Lo que ha cambiado es el ambiente, por dentro y por fuera”, dijo. “Echo un vistazo a los DVD y son muy amables. Antes, eran fríos y sobrios”.
Si bien el personal de la biblioteca es más empático, Jones dijo que los guardias de seguridad están presentes para hacer cumplir las reglas. “Tratamos a las personas de acuerdo a su comportamiento, no a sus circunstancias”, comentó. “Nuestro objetivo es que todos se sientan bienvenidos”.
Jones dijo que algunos clientes bibliotecarios todavía se acercan al personal para preguntarles si pueden hacer algo por las personas sin hogar que se quedan pasando el rato en la biblioteca.
“Siempre les digo: ‘La biblioteca es inclusiva, nunca exclusiva’”, mencionó. “Nuestra misión es ser un lugar para que cada persona venga. No juzgamos a las personas por si tienen o no un hogar. Para muchas personas en esta comunidad, somos el único lugar al que pueden ir a relajarse. Para mí, eso es un tema de humildad”.
Fuente: San Diego Tribune
VÉASE ADEMÁS:
“The Public”, una película sobre el rol social de las bibliotecas
El filme cuenta la historia de cómo una Biblioteca Pública de Cincinnati se convierte en un refugio improvisado para decenas de mendigos, que intentan escapar de una ola de frío polar.
Nota completa: click aquí
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| La directora de la biblioteca pública de San Diego, Misty Jones, dice que el personal de la biblioteca está tomando un enfoque más empático para tratar con las personas sin hogar. |
La recién estrenada película The Public le pegó fuerte a Misty Jones, directora de la Biblioteca Pública de San Diego.
“Me relacioné con todo, no sólo al nivel de biblioteca, sino también a nivel de las personas sin hogar”, dijo desde su oficina recientemente, justo el día en que se estrenó la película a nivel nacional. “Realmente está bastante atinada”.
La película destaca la relación que las personas sin hogar a menudo tienen con las bibliotecas, el único lugar en una gran ciudad donde pueden sentirse seguros y bienvenidos.
Es una relación que Jones conoce bien, al igual que cualquiera que frecuenta la Biblioteca Central en el vecindario East Village de San Diego, donde se puede encontrar a personas sin hogar cualquier día.
En la película, escrita, dirigida, producida y protagonizada por Emilio Estévez, un bibliotecario de Cincinnati permite que las personas sin hogar permanezcan dentro de su biblioteca durante una fuerte helada, cuando todos los refugios de la ciudad estaban llenos.
Jones, quien supervisa la Biblioteca Central y 35 sucursales alrededor de la ciudad, nunca ha tenido que convertir ningún recinto en refugio provisional, pero está acostumbrada a que las personas sin hogar frecuenten el edificio en Park Boulevard, cerca de Petco Park. Cuando la nueva biblioteca abrió sus puertas en el 2013, la ciudad esperaba que atrajera a más personas sin hogar que la biblioteca más antigua y más pequeña del centro de la ciudad, y se preparó ofreciendo servicios de salud mental en dicho lugar.
Hace unos años, la biblioteca comenzó a capacitar al personal para seguir un enfoque impulsado por la empatía para tratar a personas sin hogar como se describe en el libro, The Librarian’s Guide to Homelessness, de Ryan Dowd.
Más recientemente, la biblioteca tuvo otro acercamiento con la población sin hogar del área con Spring Into a New You, una feria de recursos y carreras que proporcionó ropa, maquillaje y cortes de cabello gratis para ayudar a las personas a prepararse para entrevistas de trabajo. El evento del 2 de abril fue organizado por San Diego Workforce Partnership y Think Dignity, una organización sin fines de lucro que ayuda a personas sin hogar y brinda clínicas legales mensuales en la biblioteca.
La información de atención médica para personas sin hogar se ofrece de 10 a 12 A.M. los miércoles en el Partner Service Desk y el servicio de referencia 211 San Diego ayuda a las personas a solicitar apoyo alimenticio de CalFresh en el lobby.
Jones vio la versión preliminar de The Public el año pasado en una conferencia de la American Library Association, donde Estévez discutió la película en un panel con Dowd, quien dirige un refugio en las afueras de Chicago. Unos años antes, dijo Jones, vio a Dowd hablar en otra conferencia y se fue inspirada para hacer cambios en la biblioteca donde trabaja. “Creo que cambia tu percepción porque te da una visión interna de lo que es estar sin hogar”, comentó.
La supervisora bibliotecaria Jennifer Jenkins leyó el libro de Dowd y lo identificó como un catalizador para el cambio. “Fue un cambio completo en nuestra comprensión de las personas sin hogar”, dijo. Jenkins y otros miembros del personal tomaron el curso en línea de Dowd sobre cómo tratar a personas sin hogar con empatía. El sitio web del libro de Dowd incluye varios consejos sobre cómo debe interactuar el personal de la biblioteca con este segmento de la población. Algunos son sutiles, por ejemplo, cómo detener a alguien de una manera no amenazadora para que deje de pedir limosna. Dowd sugiere tener una política de no roncar en lugar de una política de no dormir, y aconseja al personal de la biblioteca no discutir con personas delirantes ni que sigan sus delirios, sino más bien evitarlos.
Aunque sigue siendo una decisión de juicio, Jones dijo que las personas que se quedan dormidas en la biblioteca tienen más probabilidad de que las dejen ahí. “El hecho es que es agotador estar sin hogar”, comentó Jones sobre los visitantes de la biblioteca que pueden levantarse al amanecer después de pasar una noche inquieta en la calle o en un refugio lleno de gente que ronca. “Puede que no hayas dormido bien en años, y eso puede afectar tu salud mental y tu actitud”.
De lunes a miércoles, la biblioteca cuenta con una sala de servicios de salud mental con personal en diferentes días de la National Alliance on Mental Illness, la Union of PanAsian Communities o de Vista Hill Parent Care. Los colaboradores de esas organizaciones llegan a las 8 A.M., una hora antes de que se abra la biblioteca, para hablar afuera con personas sin hogar. Jenkins dijo que de 10 a 15 personas vienen referidas de la oficina de servicios de salud mental cada día que está abierta.
Todos los miembros del personal también han recibido capacitación en primeros auxilios de salud mental y pueden reconocer cuándo las personas pueden necesitar atención, agregó Jones.
Ellis Rose, quien no tiene hogar y es miembro de la junta de la San Diego Regional Task Force on the Homeless, dijo darse cuenta del cambio en la biblioteca en los últimos dos años. “El personal no parece ser tan contradictorio”, dijo. Rose vio The Public cuando Estévez la proyectó en febrero durante la conferencia National Alliance to End Homelessness en San Diego. Recordó haberse sorprendido con una escena en la que el personaje de Estévez se voltea para otro lado cuando ve que un hombre sin hogar estaba dormido en la biblioteca. “Pensé: ‘Esa no ha sido mi experiencia’”, dijo. “Pero no, espera un momento, entonces recordé, las cosas han cambiado”.
Marilyn Benefield, quien estuvo sin hogar por tres años y se mantiene en contacto directo con personas sin hogar, también ha notado una diferencia. “Lo que ha cambiado es el ambiente, por dentro y por fuera”, dijo. “Echo un vistazo a los DVD y son muy amables. Antes, eran fríos y sobrios”.
Si bien el personal de la biblioteca es más empático, Jones dijo que los guardias de seguridad están presentes para hacer cumplir las reglas. “Tratamos a las personas de acuerdo a su comportamiento, no a sus circunstancias”, comentó. “Nuestro objetivo es que todos se sientan bienvenidos”.
Jones dijo que algunos clientes bibliotecarios todavía se acercan al personal para preguntarles si pueden hacer algo por las personas sin hogar que se quedan pasando el rato en la biblioteca.
“Siempre les digo: ‘La biblioteca es inclusiva, nunca exclusiva’”, mencionó. “Nuestra misión es ser un lugar para que cada persona venga. No juzgamos a las personas por si tienen o no un hogar. Para muchas personas en esta comunidad, somos el único lugar al que pueden ir a relajarse. Para mí, eso es un tema de humildad”.
Fuente: San Diego Tribune
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El filme cuenta la historia de cómo una Biblioteca Pública de Cincinnati se convierte en un refugio improvisado para decenas de mendigos, que intentan escapar de una ola de frío polar.
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