En su nueva columna de opinión, Rosa Monfasani se refiere a los diferentes actores que dieron vida al libro a lo largo de su extensa historia. Para intercambiar experiencias, los invito a contarnos: ¿Cómo fue su relación con los libros?
Fuente: IES Dunas de las Chapas (Marbella) |
Una charla sobre este tema, que ofrecí en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), me inspiró a presentar esta columna. No sé si lo haré como una continuidad, si agregaré algo nuevo o solamente provocaré más comentarios que nos sirvan como intercambio de pareceres.
Cuando desarrollé la charla, pensé si debía abocarme a encararla desde un punto de vista físico y allí se me ocurrió que debía centrarme en diferentes actores que tuvieran que ver con el libro en sí mismo. No tratar propiamente la discusión que fuera generada desde hace unos cuantos años: ¿libro impreso o libro digital?
Fue entonces cuando decidí cambiar el enfoque y presentarla en función del contenido producido desde diferentes hechos de la historia de la humanidad, comenzando por los vestigios de las pinturas en las cuevas, y surgió la curiosidad de cómo el conocimiento fue generando diferentes formas del libro. Pero más que eso, cómo a medida que se llegaba a incursionar en la Inteligencia Artificial (IA), ésta provocaba otras cuestiones que podían producir cambios en la información y en el entendimiento de todos los actores que de una forma u otra se hallan involucrados en esta cuestión.
No se trata solo de una cuestión filosófica o técnica del tratamiento del libro sino cómo la información que encontramos en él nos lleva a actuar frente a los hechos que se nos presentan. Y es, en ese contexto, que cambian los modos de acceder a la información.
Es así que incluí a los diferentes actores que están ligados directamente con el libro en cualquier soporte: en principio, el libro mismo y luego los autores que los generan, los usuarios/lectores que son los que se meten en el contenido propiamente dicho, y los profesionales de la información que acercan esos contenidos a quienes la necesiten.
El Libro. Desde su interior produce formas de socializar a través de las épocas. Casi se podría decir que pretende despertar curiosidad, generar datos nuevos para incorporar al aprendizaje a lo largo de la vida, para recrear la imaginación, para acompañar en el ocio o para investigar sobre hechos ocurridos en el pasado o los que ocurren en el presente.
Se podría establecer una diferencia entre impreso y digital. Desde mi punto de vista digo que aún hoy el impreso tiene otra perdurabilidad en el tiempo y es más accesible porque no interfiere directamente en la brecha digital que ocurre en la sociedad, debido muchas veces a la imposibilidad de acceder a diferentes herramientas electrónicas (hardware y software). En cuanto al libro digital, posibilita ahorrar espacio físico en las estanterías, pero preocupa su perdurabilidad por los cambios de soporte, de dirección IP y su acceso en la virtualidad. Esto seguramente despertará muchos cuestionamientos, y se seguirá cuestionando si la presentación digital puede vencer a la presentación impresa.
Los Autores. En este aspecto trato de plantear qué inspira al autor, por qué y cómo lo hace y yendo más allá cómo puede proteger los datos. Las circunstancias de inspiración según el tipo de obra son múltiples. En algunos casos porque se basa en los hechos que nos rodean, sea para cubrir aspectos no expresados detalladamente o existentes, en la realidad que lo circunda, o cómo una creatividad artística o de otra índole que nos mueve a expresarnos. Podría decir que el autor siempre desea volcar y dar a conocer lo que tiene en mente y que de a poco trata de incluir en lo cotidiano.
En el comienzo de los preparativos, quizás se encuentren desordenados los capítulos o partes que conformarán al libro, pero de a poco tomarán la forma deseada. La preocupación en la actualidad se centra particularmente en cómo proteger la obra y ya no se trata de fotocopias o digitalización que otros toman prestada y la distribuyen en forma clandestina, o se apropian de ella, sino de la influencia que pueda tener la IA en tergiversar los contenidos volcados por el autor y el uso que pueda hacerse de ello.
Usuarios / Lectores. Hago referencia a esta dualidad porque como decía el bibliotecario Domingo Buonocore (1899-1991): “Todo lector es, por ese solo hecho un usuario, pero la inversa no siempre es exacta”. La lectura puede realizarla por y en diferentes circunstancias, hay algo que la motiva, por ejemplo para recrearse, o utilizar los contenidos en el aprendizaje, en la enseñanza, o en la investigación. En cualquier circunstancia, seguramente despertará algún tipo de emoción independiente del soporte que elija para ingresar a una obra determinada.
Lo más complejo resulta la comprensión de lo leído, orientado a entender el significado del texto, en que quiso expresar el autor, porqué lo dijo y que se puede extraer de la obra. Comprender el lenguaje oral desde la niñez ayudará a leer con fluidez y entender lo escrito para aplicarlo en la vida diaria y generar nuevos conocimientos. En cuanto a la lectura virtual, Burin (2020) dice que “El lector va construyendo el texto a medida que navega” en varias pantallas y a través de múltiples enlaces.
Profesional de la información. Cumple un rol fundamental para hacer llegar el conocimiento a quien lo necesita. Debe gestionar la información en sentido amplio, desarrollar la colección y adecuarla al tipo de biblioteca, seleccionar y adquirir las publicaciones, procesarla en la forma más conveniente, y auxiliar al usuario para que se beneficie y sepa elegir las publicaciones que lo ayudarán a alcanzar sus objetivos. El adentrarse en los cambios tecnológicos, adquiere importancia para realizar búsquedas más complejas y con otras características para obtener información. Por un lado, y según la solicitud del usuario, utilizará las publicaciones impresas de la biblioteca y por otro se adentrará en adquirir lo que se encuentre en la virtualidad. Todo ello en función de su actualización profesional que en estos tiempos debe ser constante.
Asimismo, se afianza el espíritu cooperativo que surgió durante la pandemia y que se ha incorporado con fuerza para proveer enlaces a bibliotecas mundiales, nacionales o locales, y consolidar el acceso a los materiales digitalizados.
A nivel nacional se tiene poca información de la evolución de producción y lectura en los diferentes soportes. Se pudo acceder a un informe de la Cámara Argentina del Libro de 2024 y se muestra el gráfico aportado expresado en miles según el soporte.
Por otro lado, se presenta el siguiente gráfico extraído del SINCA 2023 donde con diferencia de años se observan los géneros más leídos en 2013, 2017 y 2022.
Estos gráficos fueron tomados de la charla a modo de ejemplo, pero en la misma podrán acceder a otras estadísticas de interés para las bibliotecas y los bibliotecarios.
En este planteo digo entonces que en lo que al libro se refiere:
El Pasado fue escrito,
el Presente se está escribiendo
y
el Futuro es una hoja en blanco.
Cómo siempre, les dejo mis inquietudes y espero sus comentarios en el blog. Considero que esta temática puede despertar más expectaciones y otros puntos de vista que no están tratados aquí y que seguramente nos enriquecerá.
29 de abril de 2024
El libro: pasado, presente y futuro”, charla con la Prof. Rosa Emma Monfasani
* Rosa Monfasani es Bibliotecaria y Profesora en Ciencia de la Información por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Mi Facebook: @RMonfasani
Referencias:
Argentina. Ministerio de Cultura. SINCA. Encuesta Nacional de Consumos Culturales 2013/2023. Lectura de libros. https://www.sinca.gob.ar/VerNoticia.aspx?Id=92
Burin, D. I. (comp.) (2020). La competencia lectora a principios del siglo XXI: texto, multimedia e Internet. Buenos Aires: Editorial Teseo. https://www.teseopress.com/competencialectora/
Cámara Argentina del Libro (2024). Informe Anual de Producción del Libro Argentino 2023.
IES Dunas de las Chapas (Marbella). 2 de febrero 2021. https://www.iesdunasdelaschapas.es/blog/biblioteca-2/libro-fisico-o-digital/
Mena Roa, M (2023). Leer en papel o en pantalla: ¿qué es más popular? https://es.statista.com/grafico/27286/porcentaje-de-usuarios-de-libros-en-formato-fisico-o-electronico-en-paises-seleccionados/
Monfasani, R. (2024). Recursos Educativos Abiertos e Inteligencia Artificial. Soy Bibliotecario, 4 de marzo. https://soybibliotecario.blogspot.com/2024/03/recursos-educativos-abiertos-e.html
Monfasani, R. (2024). El libro: pasado, presente y futuro. UNNE. Dirección de Bibliotecas, 26 de abril. https://youtu.be/EtnF5Zeif4c
Me gustaría pararme en la mirada de un niño. Como bibliotecaria escolar ofrecí a niños leer un mismo cuento tradicional a través de una pantalla y luego a través de un libro en formato papel. Con el formato digital lo hacían velozmente y los deslumbraba la luminosidad de los colores y al narrarlos lo hacían con mucha rapidez y sin dar muchos detalles. Con el libro impreso lo leían disfrutando cada palabra, cada imagen, describiendo cada personaje, muchas veces, dándole valores o sentimientos nacidos en la imaginación de cada uno, al narrarlos utilizaban mayor cantidad de vocablos y las imágenes jamás dejaban de describirse.
ResponderEliminarCreo que ambos formatos están instalados entre nosotros, sacar el mayor provecho en ambos casos depende de un bibliotecario que sepa en qué momento y etapa de la vida ofrecerlos.
Espero con ansias cada una de sus publicaciones Rosa! ¡Felicitaciones!
Apreciada Norma, agradezco tus comentarios tan claros en su enfoque y apreciado porque ofreció a los niños de la escuela los dos soportes de lectura. Y me encantó como se deslumbran con la lectura impresa. Es cierto ambos formatos están instalados y con el pasar del tiempo cada uno adoptará el que mejor le convenga y como dices está en nosotros saber guiarlos en lo que ofrecemos. Gracias nuevamente. Un afectuoso saludo.
EliminarExcelente como siempre Rosita tus aportes al conocimiento.
ResponderEliminarMi estimada Anna, siempre agradecida por tus conceptos. Me gustaría saber qué opinas como archivista en esos aspectos, sería un excelente aporte. Mis cordiales saludos.
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