Si bien no existe una receta específica para escribir, en esta nueva columna, Rosa Monfasani nos enseña algunos tips para salir airosos de esta tarea.
Nos reencontramos después de un tiempo, no siempre es fácil localizar un tema para escribir y así comienzo esta columna pensando que un escrito siempre transmite el pensamiento y los sentimientos de quien lo escribe.
En principio, cuando se define escribir en sentido lato, se expresa que se puede realizar sobre cualquier superficie, un poco como lo muestra la imagen. Pero en realidad lo que interesa es su contenido, las ideas del autor donde los símbolos, la grafía o las palabras allí volcadas solo reflejan lo que se ha querido decir. No existe una receta específica para ello. De tal manera, en este escrito, si se puede llamar así, se me ocurrió desde mi experiencia mostrar de alguna manera algunos tips para Escribir libros y otros escritos.
La motivación es lo primero que suele aparecer, y para ello nos preguntamos: ¿Cuál es el impulso que nos lleva a volcar eso que se encuentra casi incipiente y nos permite expresarnos?
Claro, cuando pensamos en cómo damos forma a esa idea y que tipo de escrito puede llegar a ser, es el momento de encarar a quién lo presentaremos. Esto deriva un poco de la columna anterior en que me referí al libro a través de las épocas y a algunos de los actores involucrados. El libro en sí mismo, los autores y que los inspira, los usuarios/lectores y como realizan la lectura, y el rol que cumple el profesional de la información. Quizás faltaron otros actores como los editores que dan forma y ponen el libro u otro texto a disposición de la comunidad y a las instituciones que difunden ese conocimiento.
Tanto el libro, como otro tipo de escritos, tienen una forma y coherencia interna en su desarrollo y presentación. Desde una biografía, hasta un artículo, una novela, una poesía u obra científica, por mencionar algunos géneros, tienen un principio, un desarrollo y un final.
Las ideas en principio, no importa el soporte, suelen tirarse a veces de manera desordenada, pero son las que luego darán forma al contenido. Es casi como situarse en un caos de imágenes mentales que de a poco generarán lo que se desea expresar.
Los temas que, en el libro por ser más extenso constituirán los capítulos, también se verán reflejados en otro tipo de escritos, todos tienen como base a una idea central. Éstos se irán describiendo en la medida que sea necesario. Recomiendo pocos artificios y palabras complejas si se trata de mostrar hechos concretos, aunque podría utilizarse alguna metáfora que posibilite el espíritu comparativo e ilustrar lo que se quiere decir. Aunque estas formas son más utilizadas en el estilo coloquial y en particular en los géneros literarios.
La investigación por más corto que sea lo expresado no debe estar ausente porque eso acredita lo dicho, así como cuando se cita a un autor determinado sea personal o institucional o a una organización que trata cual o tal asunto. Por eso, los profesionales de la información, saben que cada trabajo debe hacer referencia a la bibliografía utilizada. Y aunque parezca mentira las obras literarias no solo llevan la inspiración presente, sino que generalmente traen un bagaje de épocas pasadas.
Les comento, además, que en algunas ocasiones cuando escribo o preparo una presentación, suelo consultar con colegas o especialistas de otras áreas, para tratar de cometer la menor cantidad de errores posibles.
La bibliografía, no la voy a describir porque todos sabemos a qué me refiero. Solo diré que me ha sido de mucha utilidad tener un archivo independiente con la consultada o la de posible consulta. En cuanto a cómo citarla, en forma independiente se adecuará al estilo que se elija, y si se tratara de publicar un artículo en una revista especializada se seguirán los requisitos estipulados. Se aconseja que cada capítulo contenga su bibliografía de respaldo y que no vaya toda al final de la obra.
En cuanto a su estructura interna, el libro contendrá por supuesto una introducción que generalmente es lo último que se escribe, porque hasta que no se finaliza su parte principal no se está seguro de si el contenido tendrá modificaciones sustanciales. Suele transformarse en la fundamentación del escrito. Además de contar que llevó a hacerlo, el porqué de la elección del tema, a quién está dirigido, y que contendrá en su interior, genera el marco teórico que dio pie a su desarrollo. Las conclusiones, tendrían que hacerse al finalizar los capítulos, pero a veces no se sigue un orden lógico en ese sentido. No son un resumen de lo expuesto, sino que deben traducirse en opiniones que demuestren la importancia del tema, los resultados obtenidos y posibles reflexiones que despierten la curiosidad del lector. Una vez finalizado todo el texto se preparará el índice. El título de la obra puede variar una vez completada la redacción.
El artículo constituye en un texto más actualizado de un tema específico, porque sale en tiempo más breve y generalmente responde a acontecimientos de actualidad. Está dividido en 3 partes, yo diría en 4, y no contendrá tanto detalle como el libro. Un resumen, hará las veces de introducción, se genera al finalizar el texto. El desarrollo, que se aconseja separar con títulos destacados a modo de capítulos. Una breve conclusión, que generalmente deja abierto un cuestionamiento e incita a ampliar o generar nuevos conocimientos. Y por último, la bibliografía que lo avala. Es una forma rápida de transmitir y posibilitar actualización sobre determinados temas. Puede estar publicado en una revista, en un blog, en un sitio especializado o en otro tipo de modalidad. Responde o se ajusta a la temática del momento o específica del editor.
En cualquiera de los casos en que se decida escribir, fuera lo que fuere, no se debe olvidar de hacer una revisión general de lo escrito, sea para modificar argumentos, corregir el texto, o modificar su estructura. Eso conducirá a que el producto tenga no solo coherencia interna, sino que se logre más efectividad en lo que se quiere transmitir.
Les comento que las columnas que escribo suelo rehacerlas varias veces, en algunas saco, en otras agrego, pero nunca salen del todo como uno las desea.
En todo esto digo:
«Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo»
Ortega y Gasset, 1914
Este tema da para mucho más, pero solo es una columna de opinión. Por tal motivo espero sus aportes para ampliarnos y enriquecernos mutuamente.
19 de mayo de 2024
* Rosa Monfasani es Bibliotecaria y Profesora en Ciencia de la Información por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Mi Facebook: @RMonfasani
Referencias:
Flores, A. (2022). ¿Cómo escribir un libro? 10 consejos que te convertirán en un gran escritor. Crehana. https://www.crehana.com/blog/estilo-vida/como-escribir-libro/
Girardo, V. (2019). Descubre cómo hacer una conclusión excepcional de un texto o ensayo con estas técnicas. https://rockcontent.com/es/blog/como-escribir-una-conclusion/
Monfasani, R (2023). Fronteras del trabajo bibliotecario. Las comunidades bibliotecarias, p. 165-164. Buenos Aires: Alfagrama.
Monfasani, R. (2024). El libro: pasado, presente y futuro. UNNE. Dirección de Bibliotecas, 26 de abril. https://youtu.be/EtnF5Zeif4c
Rock Content (2019). ¿Cómo hacer un artículo de opinión? 9 pasos para lograrlo con éxito. https://rockcontent.com/es/blog/como-hacer-un-articulo-de-opinion/
Rodríguez, C. (2022). Cómo escribir un libro paso a paso. Andalucía: ExLibric. https://www.exlibric.com/escribir/como-escribir-un-libro/
Qué interesante mi querida Rosita. Comparto cada tips. Agrego algo que resulta súper interesante. "La curiosidad", elemento indiscutido y necesario para despertar al escritor. Escribir, todos lo hacemos, desde un acta, hasta un poema. La diferencia radica en la circunstancia y necesidades de lectores curiosos sobre la temática determinada. Sin la curiosidad bajo la tutela de: ¿Por qué nadie destacó esta mirada?, ¿Sería interesante poder volcar estas ideas en un libro/guía, etc., no.? Entre otros interrogantes. En mi propio ejemplo, documenté la historia escolar de una institución de educación primaria. 100 años de historia, me resultaron titánicos documentar. Se debe evaluar el contexto, la necesidad, el deseo de verlo proyectado y acabado, los pormenores y cambios que suscitan en medio del trabajo, la búsqueda informacional de todos los tipos de soportes, donde tendré que recortar, adaptar, entre otras acciones. Escribir, va más allá de una idea, ésta debe atravesar infinitas dimensiones. Transformándose todo este camino en una "Enseñanza" y "Motivación/curiosidad" es sin duda, donde todo comienza.
ResponderEliminarUn claro ejemplo: los bibliotecarios escolares, son expertos en armar recorridos lectores para con sus usuarios (docentes, estudiantes), si realmente se documentara todo ese camino, respetando todo lo normativo, es posible dar a conocer todo un trabajo de investigación que va, desde una necesidad, curiosidad, estudio de los programas áulicos (currículo escolar), hasta llegar al producto deseado; finalizándolo con algún muestreo de todo ello (obras de títeres, teatro leído, etc.).
El arte de escribir/documentar, es todo un desafío que involucra una serie de técnicas en este camino de enseñanzas-aprendizajes.
Usted, mi querida Rosita. Es toda una institución en la Bibliotecología. Vamos por más.
Estimado César, totalmente de acuerdo si no hubiera curiosidad permaneceríamos en un compartimento estanco sin lograr alcanzar ese grado que nos posibilita explorar nuevas ideas y experiencias. Nos permite conocer y que luego podamos transmitirlo. Veo el ejemplo que planteas y me parece superlativo y necesario no solo por la investigación que generó, sino porque creo ese como otros sirven como guía para quienes deseen incursionar en aspectos similares, sin importar el tipo de biblioteca. Investigar, y luego documentar en forma escrita posibilita incursionar en el presente y dejar algo para el futuro. Creo que tus comentarios impulsan a continuar desarrollando otros tips. Gracias querido César y como dices "Vamos por más"
ResponderEliminarHola Rosa, me gustó mucho tu columna.
ResponderEliminarPara mí escribir es un medio fantástico para descubrirse, expresarse y aprender. Muchas veces me pasa que empiezo por una idea, un disparador; pero, en el trayecto de la escritura, la idea va tomando forma, va cambiando y se desarrolla casi sola. Shakeaspeare decía que él solo le prestaba el alma a los personajes de sus historias, quienes eran los que realmente la escribían.
Saludos!
Nicolás
Hola Nicolás. Que puedo decirte, si coincido totalmente con lo que expresas. Escribir es fantástico y si, como decía el gran escritor, formamos parte de nuestros escritos, sean buenos o malos, es una forma de tener casi un psicólogo muy cerca. Aprovecho esta oportunidad para decirte que te escuché y me gustó mucho tu exposición del otro día en el I Encuentro de los Servicios de Referencia y Acceso a la Información. Además fuiste el único que tocó la fibra emotiva del referencista y su comunicación con el usuario. Te paso mi correo por si quieres conversar o intercambiar ideas rosa.monfasani@gmail.com Cordiales saludos.
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