Cómo hacer un diagnóstico de conservación en la biblioteca

Si necesitan hacer un diagnóstico de conservación en la biblioteca les contamos algunos de los indicadores que tienen que tener en cuenta para realizarlo de manera eficiente.



TEMPERATURA

Para comenzar con este primer indicador, debemos decir que las condiciones correctas de temperatura son entre 18° y 21°, con una variación no mayor a 1° mensual. Pero la realidad es que no todas las bibliotecas tienen sensores de temperatura o de humedad para mantener estos niveles. En este caso, las condiciones son azarosas: suben, bajan y vuelven a subir.

También, podemos encontrar bibliotecas donde los sistemas de aire acondicionado o calefacción se apagan por las noches (cuando no hay personal) y se mantienen encendidos durante el horario laboral. Estas acciones hacen que las condiciones de temperatura tampoco sean las ideales.

Para poder cumplir con este indicador se deben tomar las medidas para que las condiciones climáticas dentro de la biblioteca puedan mantenerse en los valores apropiados.

HUMEDAD

Con respecto a la humedad, el valor indicado es entre 45 y 55 % de humedad relativa. Al igual que en el caso del indicador de temperatura, si no hay sistemas que los regulen estamos en problemas. Con el uso de algún tipo de termómetro ambiental, se podría aportar algún dato para cumplir con este indicador.

ILUMINACIÓN

Dentro de una biblioteca conviven muchas fuentes de iluminación. Podemos encontrar luz artificial y luz natural. Por ejemplo, podemos tener tubos, dicroicas, leds o la luz del sol.

Al momento de elegir cuál es la iluminación más adecuada debemos optar por una que no emita calor ya que si por un lado estamos tratando de mantener la temperatura en un promedio de 20° y colocar luces que den calor sería contradictorio. Los tipos de luces más recomendables, ya que no emiten calor y ahorran energía, son las leds. También, podemos optar por las dicroicas colocándoles un filtro para rayos ultravioletas.

VENTILACIÓN

Las condiciones de ventilación también son importantes para realizar un diagnóstico. Si la biblioteca no posee un sistema de filtros hay que ser muy cuidadoso en este tema.

Si la biblioteca está ubicada en una zona rural, en el medio del campo, el aire suele ser más limpio. En cambio, si el edificio está en la zona céntrica de una gran ciudad, donde si abrimos la ventana ingresa hollín o los distintos gases que emanan los automóviles estaríamos perjudicando gravemente a los materiales de nuestra biblioteca y a las personas que allí trabajan y concurren. Por esta razón, no debe dejarse de lado este tema al momento de realizar un diagnóstico de conservación.

CAÑERÍAS

Todos sabemos que las cañerías llevan líquido (desagües, agua, calefacción). Imaginen si una cañería visible pasa por arriba de un estante. Corremos el serio riesgo de que un día se pinchen y de esta manera arruine nuestros materiales.

A prestar especial atención dónde están ubicadas estas cañerías y dónde colocamos nuestros materiales.

INSTALACIONES ELÉCTRICAS

Las instalaciones eléctricas deben ser controladas periódicamente ya que un cortocircuito puede ocasionar un incendio y producir graves daños a la biblioteca, a su personal y a los usuarios.

Tanto las instalaciones eléctricas exteriores, interiores o provisorias deben estar controladas hasta el más mínimo detalle para que no ocurran accidentes.

ESTANTERÍAS

Una idea que circula por muchas bibliotecas es que las estanterías no deben estar apoyadas contra las paredes porque pueden haber manchas de humedad y no detectarlas a tiempo. También, si esa pared da al exterior va a tener procesos de cambios de temperatura, que van a repercutir en los materiales.

Hay que prestar atención al tipo de estantes que tienen estas estanterías: si son del tamaño adecuado, si la inclinación es correcta, cómo es el soporte o la caja donde están guardados los materiales, de qué material es el estante.

Por último, puedo tener el mejor estante, pero los materiales están dispuestos de manera errónea: libros muy apretados, caídos o torcidos. Prestar atención, por ejemplo, si los libros, revistas o diarios tienen hojas o partes pegadas con cinta adhesiva, que se descomponen y producen manchas que son difíciles de revertir.

FOXING

El foxing son unas manchas pequeñas, dispersas, en general de color marrón tostado, que son de diverso origen. Algunas veces son bacterianas, pero en general son restos de metal contenidos en el papel, que por acción de la humedad y de la temperatura, van oxidándose y generan este tipo de manchas.

HONGOS ACTIVOS

Para que haya hongos activos tiene que haber humedad. Hay que revisar los materiales y detectar si están húmedos. Si no hay humedad, los hongos se mueren.

Si hay un ataque de hongos activos, lo van a sentir, van a poder olerlo. El olor a humedad no existe, lo que siente es el olor a hongos.

INDICIOS DE ATAQUE DE HONGOS PASADO

Quiere decir que el material está seco, pero que hay eventualmente olor por las esporas y puede haber polvillo rojo, verde o negro que se desprende con facilidad. No hay que desprenderlo, porque eso es muy malo cuando uno lo aspira. Ese material tiene que ser sacado y limpiado.

Un sistema de limpiado es con campanas. Son como las incubadoras de los bebés, donde las manos entran con una manga y tienen un sistema de aspiración de aire. Entonces se limpia ahí, y todo lo que vuela lo chupa una aspiradora. Esta aspiradora tiene que tener un filtro que se llama hepa, que son filtros especiales.

INDICIOS DE ACIDEZ

Esto es para el soporte papel. Es un problema que tiene que ver con la fabricación del papel. Mitad del siglo XIX comienzan a utilizarse maderas para la fabricación del papel, y hasta que no se evolucionó técnicamente para depurar la celulosa obtenida de la madera, los papeles tenían entre otras cosas, lignina. Eso hace que sean ácidos.

La acidez se mide tomando una muestra de papel, realizando una dilución en agua destilada, y con un instrumento electrónico, el peachímetro, se ve el PH. Existen también reactivos y marcadores. Con este últimos hacemos un puntito muy chiquito para que el estudio sea lo menos destructivo posible, y si ese puntito se pone color lila, violáceo, quiere decir que el papel no es ácido; si se pone amarillo o si desaparece, se esfuma la marca, quiere decir que es un material ácido.

Indirectamente también podemos diagnosticar cuáles son las consecuencias de la acidez: papel amarillento y falta de flexibilidad. Cuando vemos un papel amarillo o color directamente habano, que parecen papel madera. Si ven un material que al abrirlo tiene pedacitos de papel que se han ido quebrando, eso está con una altísima probabilidad de un problema de acidez. También, los diarios son materiales ácidos, porque se hacen con un papel con mucha madera, con mucha lignina (Está bien que sea así, sino sería muy caro).

Hasta acá les dejo un panorama de indicadores a tener en cuenta para realizar un primer análisis de conservación de las bibliotecas y sus materiales. A continuación les comparto una serie de notas para seguir interiorizándose sobre este tema.

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