En esta nueva columna de opinión, Rosa Monfasani desea mostrar diferentes aristas afines y otros aspectos que intervienen en el acceso a la información.
Imagen generada con Meta AI |
He escrito otras columnas relacionadas con la información, pero desde otro punto de vista. En ésta deseo mostrar diferentes aristas afines y otros aspectos que intervienen en el acceso.
No es una novedad hablar sobre este tema, tampoco es una novedad mencionar la mejor forma de hacer las búsquedas, por ello, en esta oportunidad, trataré de mostrar modos, aspectos y otros que surgen en circunstancias plagadas de cambios vertiginosos tanto en lo tecnológico como en los procederes personales.
Hoy escuché en una entrevista que todo está en Internet, pero que se pierde el contacto personal. Esa es parte de la verdad porque existen otras cuestiones que hacen al acceso de información. También me motivó el interés demostrado en un curso sobre el Koha, por los asistentes y por quienes lo impartían para adentrarse en el vuelco y recuperación de información, sea en la ejecución de un catálogo o base de datos.
Veamos algunos tips en la búsqueda de información relativa a lo que podríamos denominar objetos o herramientas:
- Recurrir a la información virtual, porque todo está allí. Y cuando digo virtual me refiero a la utilización de los buscadores más conocidos y otros elementos que se encuentran en la red. Pero seguramente, en la inmensidad de datos que aparecen, se perderán los pertinentes o los que realmente hacen a la investigación que se realiza.
- Catálogos en línea / bases de datos. Aquí surgen algunas preguntas que nos hacen pensar en la accesibilidad que puedan tener para los usuarios. ¿Están pensados para ellos? ¿En qué lugar del sitio institucional iniciarán la búsqueda? ¿Cuáles son los parámetros que posibilitarán el acceso para que puedan recuperar todo lo relacionado con la temática? ¿En el camino perderán datos? En este sentido, siguen mis dudas y me pregunto cómo hacer para llegar a una Biboogle tal como lo planteé en una columna anterior.
- Inteligencia Artificial (IA). Por medio de las herramientas que esta posee, el alumno, el docente, el investigador o el ciudadano común puede obtener información, como por ejemplo lo he hecho yo para generar la imagen de este escrito. Pero aquí surgen otras cuestiones como: la veracidad de los resultados, el uso de la información obtenida, los posibles sesgos producidos en las respuestas y especialmente la ética de la información cuando se deba utilizar. Planteado en la columna sobre Recursos Educativos Abiertos e IA.
- Otras herramientas u objetos no contemplados aquí.
Qué hay de la intervención directa de las personas en la búsqueda y recuperación de información donde actúan otros factores como la enseñanza, el aprendizaje, el razonamiento y la percepción.
Justamente, el otro día, en una conferencia magistral ofrecida por el sistema de Bibliotecas de la UCA, los especialistas Álvaro Reynoso y Antonio Kovacevic refirieron a Qué hay de nuevo en estrategia: el cambio de liderar proyectos para hoy a proyectos para futuro. Hablan de las formas en que cambian y como se gestionan las estrategias. Expresan algo así como: Anticipar, responder y desaparecer. Hablan de cómo anticipar los puntos de inflexión. Al respecto mencionan los activos digitales de información, y cómo pasar de un activo físico a uno digital.
En relación con lo dicho hasta aquí, aludo a los dos actores que nos interesan: el profesional de la información y el usuario de la información.
El profesional de la información
Se encuentra comprendido en los parámetros citados en cuanto trata de adecuarse a la realidad existente y al futuro inminente y capacita para que el usuario final encuentre la información que desea.
a) En respuesta a esto mi pregunta es: ¿Cómo podemos anticiparnos para implementar esas estrategias? Los especialistas citados lo manifiestan y dicen cómo debemos hacer esa anticipación. Hablan de analizar los clientes. En ese sentido, es como cambiar o anticiparse a las posibles demandas de nuestros usuarios, además de conocer sus necesidades en el momento oportuno.
b) Otro aspecto a tener en cuenta es cómo impartir la capacitación para acceder correctamente a la información. Y ahí surge si debemos enseñar el uso del sitio de la biblioteca, cómo acceder al catálogo o base de datos, cómo buscar el dato o publicación pertinente, o yendo más allá preguntarnos si el catálogo está preparado para el usuario o sólo se trata de ubicar los datos del documento como corresponde de acuerdo con los cánones bibliotecológicos. Por eso manifesté en herramientas u objetos, si se debe considerar que se transforme en una Biboogle. ¿Pero cómo hacerlo? Eso lo dejo para los biblio informáticos que siempre tienen los elementos para conjugar estas y otras cuestiones.
c) En respuesta al punto referido a IA, el profesional deberá comprender e interpretar los datos que se hallan estructurados o no. Conocer y ver donde aplicar esas herramientas en el acceso a la información que sea más conveniente. Percibir qué sucede en el contexto externo es fundamental para optar e incorporar lo que la biblioteca y el usuario demandan. Innovar para que los cambios que se avecinan en forma constante no se filtren y tapen el bosque.
El usuario de la información
Viven el presente y tienen un propósito claro, cómo obtener la información que necesitan, sea un usuario final u otro tipo de usuario. Y aquí incluyo al estudiante, al profesor, al investigador y por qué no al propio profesional de la información. Generalmente no hacen un análisis de los elementos con los que se encuentran y muchas veces tratan de anticiparse al futuro.
a) Encontrar en línea por medio de buscadores es una tarea que resulta más sencilla y rápida. La cuestión radica en la forma en que aparecen los datos, la cantidad de información que surge y la pertinencia de la misma. Pero debemos preguntarnos por qué se hace poca consulta en el sitio de la biblioteca. ¿Les resulta dificultoso? ¿no saben por dónde empezar? ¿no encuentran el dato rápidamente? Pareciera que como se presenta la información no es la forma más adecuada a la que están acostumbrados en las búsquedas virtuales.
b) La base de datos o catálogo de la biblioteca. Aunque los datos están organizados y se puede encontrar allí cualquier publicación de la colección sea impresa, digital o en línea, el usuario es reacio a buscar info en estas herramientas pues la respuesta se dificulta y no le resulta tan rápido encontrar como en los buscadores de Internet.
c) El usuario piensa que con la IA puede armar una clase, preparar una monografía, un taller, dictar un curso o cualquier otra manifestación que le permita extraer diferentes datos. Aquí además de conocer el porqué, el para qué y el cómo de la herramienta a utilizar, se deben tener en cuenta otros factores que son muy importantes a la hora de usarlas. Se trata de la ética de la información relacionadas con el desarrollo y la aplicación de las tecnologías informáticas y la veracidad de los hechos.
Quizás, estas aristas no son las esperadas por el lector de esta columna, pero la idea fue sembrar estas cuestiones para posibilitar la reflexión. No sé si quedan del todo claras o resultan un poco repetitivas, pero pienso que son aspectos en los que los diferentes tipos de usuarios debemos pensar constantemente a la hora de buscar y acceder a la información:
- Utilizar estrategias adecuadas.
- Conocer la herramienta a utilizar.
- Verificar los datos encontrados.
- Adelantarse en el futuro.
- Capacitarse en los nuevos modelos.
- Acceder al derecho de informarse.
Gracias por estar siempre y por los aportes que me hacen reflexionar y me generan nuevas inquietudes. Nos reencontramos y como estos son solo apuntes más que estrategias, los espero para debatir y compartir.
20 de agosto de 2024
* Rosa Monfasani es Bibliotecaria y Profesora en Ciencia de la Información por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Mi Facebook: @RMonfasani
Referencias:
Biblioteca Central UCA (2024). Conferencia magistral: Qué hay de nuevo en estrategia. Álvaro Reynoso y Antonio Kovacevic. 8 de agosto. https://www.youtube.com/live/tDhbyULA2N4
Monfasani, R.E. (2024). Recursos Educativos Abiertos e Inteligencia Artificial. Soy Bibliotecario, 4 de marzo. https://soybibliotecario.blogspot.com/2024/03/recursos-educativos-abiertos-e.html
Monfasani, R.E. (2024). Sobrecarga de información. Soy Bibliotecario, 25 de junio. https://soybibliotecario.blogspot.com/2024/06/sobrecarga-de-informacion.html?m=1
Reciaria (2024). Boletín informativo Inteligencia Artificial (IA). Julio, no.1. Grupo de Gestión Comité Coordinador de Reciaria. Cristina Borrajo y Rosa Monfasani. https://sites.google.com/site/reciariaorg/acceda-a/publicaciones/boletin-ia-reciaria
Querida Rosa, he leído detenidamente tu columna.
ResponderEliminarMe quedan resonando dos términos, a mi entender íntima y semánticamente ligados: estrategia y anticipo. Creo que son la clave para que tanto profesionales y usuarios de la información encaremos los desafíos actuales en torno al acceso, su relevancia y pertinencia, en el marco "infodémico" actual.
Gracias por tu aporte constante a la bibliotecología.
Cariños,
Emiliano
Hola estimado Emiliano. Esa fue un poco la idea ligar estrategia y anticipo. No podemos quedarnos en una situación dada sino que si queremos atender como corresponde a los usuarios debemos anticiparnos porque si no podemos perderlos ya que ellos creen valerse por si solos, aunque sepamos que no es así. Como dices es un gran desafío para ambos: nosotros y ellos. Gracias por leerme. Te envío mis cariños.
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