La misma preocupación aparece en cada jornada, congreso y encuentro: sin políticas bibliotecarias que nos respalden, seguimos perdiendo presencia y reconocimiento. En esta columna, Rosa Monfasani nos invita a pasar de la queja a la acción colectiva. ¿Qué lugar creemos que debemos ocupar?
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| Imagen de la autora (09/2022) |
Partiendo de la imagen aparecida en una columna de septiembre de 2022 digo para qué elegir una nueva si en estos últimos tiempos he notado temas recurrentes.
Se desarrollaron encuentros, jornadas y congresos donde los bibliotecarios giran en torno a una misma preocupación, más que eso diría que al no tener una presencia reconocida en las políticas de estado nos lleva a preguntarnos: ¿Cuál es y será nuestra presencia en el futuro cercano?
Por eso recurro a ustedes porque el trabajo conjunto posibilitará que de alguna manera podamos reafirmarnos y reafirmar la función de las bibliotecas. Tema repetido y manifestado en varias ocasiones, especialmente cuando refiero a todos los estamentos donde hemos estado o estamos: Escuelas/Carreras, Bibliotecas y otros, Redes y sistemas, Organizaciones que nos nuclean, sin dejar de mencionar los lugares de encuentros como los cursos, talleres, jornadas, etc.
Pero pareciera que todo esto queda en “aguas de borraja”.
Como expresaba más arriba, he notado que la mayor preocupación redunda en no poseer políticas o marcos legales que nos amparen.
En esas circunstancias se presentan inconvenientes para mantener relaciones:
● Con la comunidad académica, en cualquier ámbito.
● Con la institución en cualquiera de las áreas.
● Con el personal de la biblioteca.
● Con el clima de trabajo interno.
● Con la colaboración inter y extra bibliotecaria.
● Con autoridades del ámbito gubernamental.
● Con toda la sociedad.
Y esto perjudica para:
● La asignación de recursos.
● Designar personal bibliotecario en las bibliotecas y en los sectores de responsabilidad que así
lo requieren.
● Tener en el sitio institucional un lugar destacado y de fácil acceso.
● Aplicar los derechos de autor en la medida que favorezca el acceso a la información y al
conocimiento.
● El trabajo interdisciplinario.
● Potenciar la rentabilidad de la biblioteca dando a conocer el para qué, el por qué, el qué,
quién lo hace y para quién.
● Demostrar el retorno de la inversión que se hace desde la biblioteca.
● El posicionamiento institucional.
● Innovar y difundir.
Para todo eso y mucho más.
Es necesario establecer un espacio de diálogo para llevar a cabo el trabajo conjunto que nos conduzca a visibilizar la profesión y mostrar que la biblioteca tiene un carácter social, cultural y educativo. Que, aunque las oportunidades son escasas las experiencias y las metodologías aplicadas por otros siempre constituyen modelos para tener en cuenta.
Todo ello en sintonía con la Declaración de la IFLA sobre Bibliotecas y Desarrollo que considera el acceso a la información como un derecho humano fundamental (2013).
En el 13° Encuentro de Reciaria, del 20 de noviembre de 2025, volvió a surgir la necesidad de cooperación y de trabajo conjunto y fue dicho en la presentación de nuestra organización por Nilda Fernández y Cristina Borrajo, miembros del Comité Coordinador:
"El verdadero desafío de la cooperación es que todas las partes integrantes potencien su accionar en una sinergia positiva que beneficiará a toda la comunidad bibliotecaria, a las instituciones, a los ciudadanos y al país."
La sinergia estará dada entre todos para que podamos realizar un trabajo conjunto que se refleje en políticas bibliotecarias que nos posibiliten ser representativos y reconocidos en la sociedad a la que pertenecemos.
Los saludo cordialmente y espero como siempre vuestros comentarios y apreciaciones. Gracias por estar.
¡Les deseo unas Fiestas en paz!
Nos reencontramos el próximo año.
Nota: Cuando comenten en el blog y respondan bajo el ítem Anónimo, no olviden poner su nombre, me agrada saber con quién hablo y poder responder en forma personalizada.
28 de noviembre de 2025
* Rosa Monfasani es Bibliotecaria y Profesora en Ciencia de la Información por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Mi Facebook: @RMonfasani

Muy buena tu reflexión y sugerencias. Ciertamente parece que, en general, a los bibliotecarios les cuesta participar en los espacios públicos de formulación de políticas. Deberán replantear esta situación y asumir de forma activa su participación en la formulación y aplicación de políticas públicas
ResponderEliminarLuego de tantos años y cerca del retiro, creo que la mayoría de los bibliotecarios del país todavía están buscando una representatividad nacional que no existe o se ha perdido en los años. Tal vez los problemas u obstáculos particulares no dan tiempo a buscar soluciones a problemas comunes porque no podemos ver mas allá de nuestra biblioteca, o tal vez la "política pública" pertenece a intereses muy lejanos a los nuestros, no se. Cualquier justificación puede ser verdad. Por otro lado he visto colegas coqueteando con funciones o cargos internacionales banales donde como teóricos del diagnóstico situacional describen momentos y elaboran discursos y manifiestos que reflejan una realidad que no siempre viven. Las vicisitudes de las bibliotecas están lejos de esas oficinas y esas reuniones de ropa linda y perfumes caros. Quizás las bibliotecas y bibliotecarios necesitamos una agenda de metas chiquitas pero concretas, dando pasitos firmes, sin prisa pero sin pausa. No estamos perdidos, solo estamos en peligro de dejar de creer.
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