Los manuscritos de Chinguetti, un tesoro milenario conservado por generaciones en Mauritania

Un hombre guarda 700 de los cerca de 6.000 manuscritos conservados en 13 bibliotecas que hay en la medina medieval, una joya cultural clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.


Saif el Islam al Ahmed Mahmoud se sienta en una de las salas donde se conservan algunos de los 700 manuscritos de propiedad privada de su familia en la biblioteca de Chinguetti, el 16 de marzo de 2023 (Foto por MARCO LONGARI / AFP)

“¿Qué sería del mundo sin la poesía?”, se pregunta Saif el Islam al Ahmed Mahmud, repasando con cuidado las páginas de un viejo libro frente a unas estanterías llenas de cajas ordenadas de forma meticulosa en su biblioteca en Mauritania.

Saif guarda 700 de los cerca de 6.000 manuscritos conservados en 13 bibliotecas que hay en Chinguetti, una joya cultural clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y que está en este antiguo cruce comercial en el corazón del desierto del Sáhara.

Saif manipula las finas páginas con guantes de algodón para protegerlas. Está vestido con una túnica tradicional azul, y mientras pasa las páginas se sienta sobre una piel de oveja.

Abdullah Habbot, de 45 años, junto a un manuscrito en un escaparate de su biblioteca, fundada por su familia hace más de 200 años, en Chinguetti, el 16 de marzo de 2023, donde se conservan otros 1400 manuscritos de propiedad privada (Foto de MARCO LONGARI / AFP )


El secreto de conservación es que las páginas fueron grabadas con tinta a base de carbón y goma arábiga. Así pudieron preservarse conocimientos e historias de la Antigüedad sobre religión, astronomía, derecho, matemáticas y poesía.

“Conservamos la memoria del mundo que ha pasado por estas mismas calles antiguas”, dice con un gesto teatral.

Chinguetti está en la ruta comercial que une las orillas occidentales del continente africano con la Meca, el centro espiritual del mundo musulmán.

Las calles del casco antiguo están impregnadas del aroma de su historia centenaria y de las huellas de los miles de peregrinos y comerciantes.

Ahmed Salah, de 40 años, de la Biblioteca Moulaye Mhamed Ould Ahmed Sherif posa con uno de sus manuscritos en la ciudad vieja de Chinguetti, el 17 de marzo de 2023 (Foto de MARCO LONGARI / AFP)


En la plaza principal, Abdulá Habot, de 45 años, abre las puertas de su biblioteca. El hombre cuenta que su familia tiene cerca de 1.400 manuscritos.

Abdulá señala un texto escrito en negro y rojo que está en un escaparate.

“No hay ninguna numeración en las páginas”, destaca. “Los números de página son un invento moderno”.

“Para navegar entre todas estas páginas, la última palabra en la parte inferior izquierda es la primera palabra reescrita en el margen superior derecho de la página siguiente”, contó.

Los hombres llegan a la Mezquita de Chinguetti, el 17 de marzo de 2023 antes de las oraciones del viernes. (Foto por MARCO LONGARI / AFP)


Pero, estos tesoros islámicos están bajo amenaza. El desierto de Sáhara avanza rápidamente. El cambio climático está provocando repentinas inundaciones estacionales.

Ahmed Salah, propietario de la Biblioteca Mulaye Mohamed Uld Ahmed Sherif, observa una hilera de libros antiguos expuestos.

Al igual otros conservadores, es consciente de la fragilidad de su patrimonio y pide ayuda para continuar su labor de preservación.

Fuente: Infobae (Con información de AFP)


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Bibliotecas del desierto que albergan miles de textos antiguos

Ubicada en el Sahara, la aldea medieval de Chinguetti, en Mauritania, es un importante centro de aprendizaje gracias a sus bibliotecas del desierto, que albergan textos científicos y religiosos que datan de la Edad Media.

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Los guardianes de las bibliotecas del desierto de Mauritania

EL VIEJO Mohamed Ould Ghoulham saca el libro de un archivador de cartón y lo abre con delicadeza. “Este no se lo enseñamos a los turistas”, dice esbozando una franca sonrisa su sobrino Abdoullah. Va pasando las frágiles páginas escritas a mano en caracteres árabes hasta que encuentra lo que busca, unos grabados que muestran las fases de la Luna y las órbitas de los planetas dibujados hace más de 600 años. Y no es el más antiguo. “Aquí tenemos este otro volumen, una explicación del Corán escrita por el sabio iraní Abu Hilal al Askari en el siglo XI”, explica Abdoullah.

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